Parte 1

Cristina

Wow, nunca pensé que podría estar en un yate en medio del mar con un hombre así a mi lado. Ni siquiera quería pensar demasiado por miedo a despertarme y que todo fuera un sueño.

Todavía no sé cómo tuve el coraje de dar ese paso, de entregarme a él. Creo que entre mi mente y mi cuerpo, mi corazón decidió elegir la segunda opción.

La comida fue excelente y fue agradable hablar con él. Incluso me reí de algunos de los problemas en los que se metió cuando aún estaba en la universidad. Le hablé de mi deseo de ser médico y me gustó que le pareció genial y me dijo que no me rindiera, aún con las dificultades.

Después del postre guardamos nuestras cosas y limpiamos. El me tomó la mano y nos sentamos en el sofá, estirando las piernas sobre la mesa del frente. Rellenó mi copa con vino.

Ya era mi tercero, sin mencionar el champán de antes. Estoy experimentando cosas que nunca antes había hecho y todo gracias a él. No sé de vinos, pero me gustó mucho el que me sirvió. Encendió la