Justo esa tarde el medico fue a revisar a los niños y a Emma para ver si ellos podrían ser dados de alta o si debían quedarse más tiempo en el hospital.

- ¿Entonces? – preguntó Cedrid al ver que el medico estaba revisando a William, quien se quejaba un poco al sentir la textura de látex y del metal frio pasar por su cuerpo.

- Bueno… pese a ser prematuros todos sus órganos se desarrollaron por completo – dijo colocando al pequeño en la cama junto a su hermana y ver que ellos buscaban pegar sus cuerpos con movimientos algo torpes – tanto Andrea como William están bien.

- ¿Eso quiere decir que ya pueden irse a casa? – preguntó Cedrid acercadnos para que los menores le olieran y se calmaran.

- Ellos sí.

- ¿Y yo? – preguntó divertida Emma.

- Bueno vamos a ver – mencionó el medico divertido – por favor recuéstate para que revise tu herida – le pidió señalando el sitio cerca de la orilla de la cama para que pudiera examinarla.

Emma se recostó y busco desatar su bata para que el medico revisa