Con el despertar de Cedrid parecía que ya las cosas estaban completamente arregladas y los problemas fueron superados, pero David sabía que aún existía un cabo suelto por resolver.

Por obvias razones, aun no se daba el anuncio de que el rey habia despertado, ya que él debía recuperarse antes de salir al público porque Cedrid era un poco vanidoso y no quería que lo vieran herido, aunque era una mera excusa porque deseaba quedarse en casa cuidando los gemelos mientras Emma “trabajaba”.

Claro que ahora era Emma quien odiaba el trabajo, porque dejaba en casa a sus 3 amores.

- Ah… ahora sé lo que sentía cuando él venía a trabajar – opinó ella acomodándose en su asiento mientras miraba los documentos del día.

- Jeje bueno es parte de los deberes de un rey… am bueno reina – opinó divertido Zack – y te voy a decir lo mismo que le digo a Cedrid: en vez de pensar en ellos mejor concéntrate en trabajar para acabar rápido – le dijo entregándole una taza de café con leche y más carpetas para r