—¡M... me corro! —Gritó justo al tiempo que los fluidos se dispararon desde su coño, interrumpidos por la invasión.—Caraj0s. —Vidar al verse empapado no pudo contenerlo más y también se corrió, en lo más profundo de su coño. —Aaarrrggg. —Le gruñó al oído. —Qué delicia. —Se echó sobre su mujer atrapándola contra la cama y su cuerpo. —Esa idea de trabajar te la quitas de la cabeza, no permitiré que trabajes. —Cambió de opinión.—Amor, quedamos en algo. —Lo miró enojas. —Llevaré una sucursal de la empresa de mi padre, estabas de acuerdo. —Vidar se echó a un lado. —¿Tienes idea de cuántos humanos te van a desear? —Eir rodó los ojos. —No me mires así, no tolero que nadie te mire, te sonría o te hable sin desear arrancarle la cabeza. —Pues mi padre se irá al mundo natural para hacerse cargo del reino, soy la única que quedaré aquí. —Se puso firme. —Podemos hacer esto. —Vidar se puso en pie y se metió al baño, ahora no le gusta para nada la idea. Una vez todos desayunaron, los niños y sus
Philips se quedó atónito, esperaba una interrupción con malas palabras y furia por llamarla cariño, pero jamás con una noticia como esa. —¿Qué? —Preguntó dudoso de lo que escuchó. —¡Estoy embarazada! —Gruñó, furiosa. —Tú lograste algo imposible, me has dado lo que más he anhelado y odi0 que haya sucedido. —Se secó las lágrimas. —Yo debería estar feliz e ilusionada, ¡No pensando si sentenciar a muerte al padre de mi hijo! —Philips se acercó a ella. —Por favor... te lo suplico, cariño. —Le tomó las manos con fuerza para que no se apartara. —Tú fuiste criada como yo, tú obedeciste sin rechistar porque pensabas que era lo correcto, ¿Por qué no me crees? —La miró a los ojos con los suyos empapados en lágrimas. —Sé que lo hice mal, puse a esos hombres en el blanco y fueron asesinados, los vendí a ustedes, pero me di cuenta a tiempo... ¿Acaso no cuenta que me haya unido a ustedes? ¿Vale poco que traicioné a quienes me dieron un hogar por hacerlo bien? —Acarició sus mejillas y enjuagó las
—Hizo mucho daño. —La miró a los ojos. —Siento la necesidad de hacerlo sufrir un poco más, aunque yo sufra de igual manera. —Sonrió. —Supongo que llegamos a ese punto donde me marcho y los dejo ser una familia completa. —Sus ojos se llenaron de lágrimas. —Será muy difícil para mí separarme de quién me cambió. —Sollozó. —Él también te extrañará, lo sé. —Aseguró Eir. —Hagamos una cena, quiero que le cocines por última vez a nuestro hijo. —Se puso en pie y le estiró la mano. —Te mereces una despedida a la altura. —Ariana sonrió, todavía no sabe cómo es que Eir puede tener un corazón tan grande. Jessi se unió a la cocina, cuando está furiosa ama hornear y ella se encargará de los postres. Ese hombre insolente y narcisista no sale de su cabeza, ¿Cómo es que se siente morir al saber que no es importante para él? —Me quedaré aquí en Alemania. —Ariana y Eir la miraron en el acto. —No pienso volver a Inglaterra con ustedes. —¿Por qué? ¿Qué sucedió? —Eir se preocupó, percibe mucha tristeza e
—Aaahhh, qué rico... sí... no te detengas. —Gimió con todo el vello erizado, el gustito es realmente adictivo. —No gimas de esa manera. —Gruñó Vidar sin detener los movimientos. —Me harás perder el control y sabes lo que pasará. —Eir no lo escuchó, ella siguió jadeando, gimiendo y pidiendo más de lo que le estaban dando. —Justo así. —Se apresuró a decir en un jadeo. —¡Por los Dioses! Qué buena mano tienes, amor. —Vidar gruñó ya enloquecido y tan duró que se siente morir. —Sigue, por favor, no pares. —Le suplicó al ya no sentir ese exquisito masaje en su abultado vientre. —Lo que viene ahora será mucho mejor. —Abriéndola de piernas, se echó sobre ella, o hasta donde el enorme vientre de su mujer se lo permitió. —Caraj0s, amo follarte estando embarazada, no sabes lo que es para mí. —Mmmm. —Eir jadeó, está locamente enamorada de ese hombre y solo basta sentir su olor para desearlo por completo. —Te dije que no te daría sexo. —Fingió molestia, ya está perdida con esos movimientos. —Ay
—¿Cómo ponerme? —Preguntó. —Te embaracé porque me di cuenta de que estabas tomando brebajes para evitarlo. —Frunció el ceño. —Nuestros hijos ya van para ocho años, ¡Tardamos mucho! Un Dios como yo debe tener tantas descendencias como se pueda. Estos buenos genes no pueden desaprovecharse. —Eir suspiró, es un tonto, pero ama a ese hombre en todas sus versiones. —Ven aquí. —Tiró de él para abrazarlo. —Estoy irritada, incómoda y con ganas de parir de una buena vez, ¿Cómo pretendes que piense en este instante en tener otro hijo? —Acarició su cabello. —Dame tiempo, ¿Sí? Cuando nuestra hija tenga dos años buscaremos al cuarto y cerraremos fábrica, ¿Te parece? —Vidar apretó el abrazo. —Gracias. —Le susurró al oído. —No sabes cuánto te amo, mimada. —Eir no respondió, pero claro que sabe cuánto la ama ese animal narcisista. Poco más de un año había pasado desde la última amenaza que vivieron. Desde entonces han sido sumamente felices. Ariana y Jessi se marcharon y la última solo se comunica
—¿Dónde están esos dos peliblancos hermosos y dueños de estos obsequios? —Ariana llegó cortando el tenso momento. —¡Mami! —Vidar Jr. fue el primero en llegar. —¡Estás aquí! —La abrazó con fuerza, realmente la extrañó. —Por supuesto que estoy aquí. —Besó la cabeza de ambos niños. —Quiero que conozcan a alguien. —Philips se acercó. —Él es Khal, saluda bebé. —El niño de más de un año sonrió al ver a los pequeños. —Vaya... tiene el pelo rojo como el tuyo. —Radiv se asombró. —Es muy guapo. —Ariana agrandó la sonrisa. —Gracias, cariño. —Besó su frente y se puso en pie. —Hola. —Saludó al resto con un abrazo y un beso, ella no pensaba ir, pero realmente deseaba ver a los niños. —Bien, estamos todos. —Jessi inició a caminar. —Vayamos a comer, muero de cansancio y me hará bien irme al hotel cuanto antes. Así podré disfrutar mañana de mis niños. —¿Hotel? ¿Estás loca? —Vidar alzó las cejas. —Tú te quedas aquí con nosotros, no hay discusión. —Dije que me iré al hotel. —Por supuesto, jamás a
Jessi Parker perdió a sus padres a muy temprana edad, así perdiéndolo todo, eso hasta que conoció a su mejor amiga. Un secreto confesado por su amiga la lleva a vivir experiencias que jamás se imaginó y a enamorarse del padre de su amiga. No sabe cómo sucedió, pero su corazón y todo su sistema se altera con solo el recuerdo del hombre narcisista, frío, amargado y controlador que él es. Dispuesta a olvidarlo por el rechazo del hombre, ella aceptó tener una relación con un buen hombre y vivir su vida con felicidad. Pero una sorpresa de quien ahora es su pareja, la pone en una encrucijada. Él no sabe lo que hizo, pero la llevó directo a la cueva del lobo y ella tendrá que luchar entre el deseo y la moralidad. ¿Podrá anteponerse al hombre que no la quiere, pero que tampoco desea verla con otro hombre? ¿Podrá ella mantener el secreto y hacer como si nada? ¿Acaso su corazón hará una mala jugada y lastimará a quien no se lo merece? No tiene respuesta alguna, lo único que lleva claro
—Rey, es mejor que acepte su destino. —La hechicera más longeva del mundo lo miró a los ojos. —Si sigue haciéndose hechizos, su alma se facturará y su lobo tomará el control total, así convirtiéndose en un salvaje debido a su falta de humanidad. —El gesto serio del hombre le advirtió que no debía seguir, pero ella no tendría la decadencia de su rey en la conciencia. —La Diosa Luna le ha dado otra oportunidad, ¿Por qué no acepta a su pareja? —Dark no dijo nada, el mundo que gobierna es demasiado cruel con los humanos y no quiere arriesgar a esa mujer ni a su pueblo porque él seguramente mataría a cualquiera sin compasión. —Si ya no puedes servirme para nada. —La miró con frialdad. —Entonces retírate, no quiero seguir escuchándote ni un segundo más. —La mujer dejó un pequeño envase de vidrio sobre el escritorio. —Esta es la última toma. —No desvió la mirada de él a pesar de que sus ojos rojos la congela por completo. —Es su decisión si fragmentar su alma o no. —Dando media vuelta cami