―Hola, cariño. ―Se puso en pie. ―Te estaba esperando para ir por un café y traerle algo delicioso a Vidar, ¿Me acompañas? ―Ariana lo miró y al verlo asentir lo aceptó, ¿Ahora que tiene que decirle ella?―¿Qué sucede? ―Ariana se puso seria una vez estuvieron solas.―Ya tengo una forma y una excusa para acercarme a él. ―La miró a los ojos con superioridad. ―Ya no tienes ni un valor o utilidad para mí, me he acercado a él por mis propios medios. ―Ariana dejó de respirar. ―Quiero que hagas lo mismo que le hizo la mosquita muerta. ―La tomó del mentón para que la mirara a los ojos. ―Entrarás ahí en cuanto sea conveniente, claro. ―Sonrió. ―Le dirás que no puedes estar con un enfermo, que te sacarás al bebé porque no piensas tener el hijo de un perdedor, le gritarás que te da asco y que solo habías aceptado estar con él porque era guapo y poderoso, pero que ahora en esa cama no es más que una carga y no te preocupes, tomarás lo mismo que le diste a Eir, así que él no percibirá nada de ti. ―Apr
Por alguna razón esa petición alteró su corazón, ¿Por qué se siente él así cuando la ha estado odiand0 todo ese tiempo? ¿Por qué su corazón insiste en ablandarse cuando ella lo mira, habla o sonríe? ―¿De qué quieres hablar? ―Preguntó con cautela. ―Debes saber que solo te ayudo porque tienes mi sangre y me recuerdas a mi amada, nada más. ―Eir sonrió, ya sus palabras no pueden lastimarla más y ahora ya no le suenan convincentes.. ―Es de algo que nos dolerá recordar. ―Le fue sincera. ―Pero de lo que hemos estado huyendo y alimentándonos para hacer daño a otros. ―Dark frunció más el ceño. ―De la muerte de mi madre… por favor. ―Se estiró para detenerlo. ―No te vayas, te lo suplico. ―Dark sintió una corriente por el contacto de su hija y ver esa mirada hizo colisión en él. ―¿Por qué querrías hablar de eso? ―Eir tiró de él para que se sentara a su lado. ―Me he dado cuenta de una dolorosa verdad, padre. ―Lo miró a los ojos. ―Apolo, ¿Lo recuerdas? El mejor amigo de Vidar. ―Dark endureció e
Meses interminables, Vidar había estado hospitalizado por casi siete meses y la herida en su abdomen todavía no había sanado, él estaba obligado a seguir hospitalizado porque sus padres no confiaban en las sanadoras de la manada y no había nada más desesperante para él. Si no fuera por su mejor amigo, Savanna y su prometida él ya hubiera enloquecido y huido de ese hospital sin importar cuál fuera su destino. La habitación que le cedieron era parecido a un piso, pues por algo es uno de los mejores hospitales de la zona, pero aun así no es su mansión ni ninguno de sus departamentos. ―Vamos, quita esa cara. ―Savanna trató de animarlo. ―El doctor ha dicho que solo es cuestión de tiempo, la herida se ve mucho mejor. ―Vidar la miró con gesto serio, no le causa ni un tipo de emoción esa noticia, él ya está harto de no poder salir y moverse libremente. ―Te he dicho que no es tu obligación venir a verme siempre. ―Savanna bajó la mirada, ella no puede dejar de visitarlo porque además de acer
―Si piensas que estás ganando, estás muy equivocada. ―Susurró Ariana acariciándose su vientre falso, una vez esa maldit4 mujer dé a luz, ella robará a ese bebé y finalmente podrá actuar de una vez por todas sin el miedo de que su mentira sea descubierta. Podrá acercarse más tiempo a su esposo, pero tiene que aceptarlo, gracias a esa herida no ha estado íntimamente con él y su mentira ha estado segura gracias a que sus suegros también están en América. Días, semanas y meses pasan para Eir, su vientre creció enorme y su pequeño amor es un revoltijo, parece un gusanito en el agua por lo inquieto que es. Ella es feliz al llevar a su bebé en su vientre, ella está ansiosa porque llegue la hora de traerlos al mundo, aunque la preocupación está ahí latente. Ella no podrá ver a sus hijos crecer, ni siquiera los conocerá. ―Hija. ―Dark entró a la habitación, su hija no tiene fuerzas, pero aun así resplandece siempre que sonríe. ―Creo que ha llegado la hora. ―Eir quedó seria, meses y meses, pero
Dark se llenó de ira, ahora le quedó claro el motivo de su estado, esa maldit4 mujer lo había estado envenenando para ponerlo en el mismo estado que su difunta esposa, ¿Cómo se dejó dominar así de fácil? ¿Cómo es que se dejó llevar por esa mujer? ¿Cómo pudo ser tan estúpid0?―Quiero que entren aquí. ―Comunicó a sus hombres. ―Y no tarden. ―Cerró la llamada, Savanna sintió el inminente peligro, pero aun así ella no se quedó callada.―Amor, ¿Qué pasa? ―Se acercó a él con la intensión de tocarlo, ella siempre lo domina cuando lo toca, pero Dark al contrario fue quien la tomó por el brazo con fuerza y la hizo entregar la taza.―Quiero que examinen ese té. ―Ordenó al abogado. ―¿Qué pretendías envenenándome? ―Gritó furioso. ―¿Acaso intentabas quedarte con todo? ―Río. ―Pues qué ingenua eres, todo lo que hay aquí es de los Ottum, es decir, de mi única heredera.―Papá, tranquilo. ―Eir lo detuvo antes de que la golpeara. ―No te ensucies las manos. ―Los guardaespaldas de Dark entraron en el preci
―No eres más que una plebeya. ―Savanna lo miró con ojos grandes, ella hizo que le prometiera el día de su boda que jamás la llamaría así. ―Eres una escoria que te hiciste camino dañando y manipulando a la gente, ¡Tú fuiste la causante de la desgracia de mi familia y no te lo perdonaré nunca en la vida! ―Gritó golpeando la mesa, la ira en él es incluso más grande que antes.Él no estuvo ahí para su hija en el momento en el que perdió a su madre y al amor de su vida el mismo día, él se aseguró de que su pequeña sufriera como nadie debía sufrir después de pasar por una perdida como la suya, él le montó cacería a los Granberg, a sus mejores aliados y amigos, todo gracias a esa desgraciad4 mujer frente a él.―Amor…―¡No hables si no es para aceptar todo lo que has hecho! ―Savanna se sobresaltó, ¿Acaso no podrá ella salir de ese aprieto? ―Confiesa de una buena vez, ¿Por qué acabaste con la vida de mi esposa? ¿Qué es lo que le diste a ella y has estado dándome a mí?―¡Yo no hice nada! ―Se neg
Dark caminó directo al laboratorio, ya tenían los resultados de las pruebas que le habían hecho al té y finalmente sabrá que fue lo que le estaba haciendo esa mujer. Ansioso por ya tenerlo todo claro y hacerla pagar sin restricciones al no tener una prueba concreta en su contra, entró.―Señor Dark. ―El hombre lo saludó. ―Por favor, tome asiento. ―Dark obedeció, se sentó del otro lado del escritorio del doctor. ―Las pruebas están listas, tal y como se lo dije por teléfono, pero lamentablemente el contenido era solo té. ―Dark lo miró con ojos grandes.―Es imposible, estoy seguro de que ella me estaba envenenando al igual que lo hizo con mi difunta luna. ―El hombre le tendió el papel.―Hicimos más de cinco análisis y estoy realmente seguro de que no había una sustancia perjudicial en el té. ―Lo miró a los ojos. ―Todo indica que su esposa no lo estaba envenenando. ―Dark apretó la hoja con rabia, ¿Cómo es posible que su corazonada fuera falsa? Él estaba totalmente seguro de que Savanna era
―Savanna. ―Vidar sonrió, pensó que ella ya no aparecería más por ahí, sabía que las cosas estaban tensas entre su prometida y su tía. ―Bienvenida, ¿Dónde habías estado todo este tiempo? ―Savanna se acercó a él para darle un beso en la mejilla. ―Soy la reina, ya sabes que mi papel es importante. ―Bromeó con él. ―Veo que has mejorado muchísimo los últimos días. ―Vidar se acomodó para estar mejor posicionado y poder verla. ―Sí, de hecho, la herida está prácticamente cerrada, en unos días creo que ya podré irme a casa. ―Resopló fastidiado. ―Mi madre insiste en que me quede aquí. ―Savanna ladeó la sonrisa, gracias a esa tonta mujer ella lo pudo retener todo ese tiempo ahí en ese hospital. ―¿Dónde está mi sobrina? También viene a verla a ella. ―Salió, volverá en un par de horas. ―Le informó. ―Necesita descasar, tiene un vientre enorme, no puedo permitir que se quede todo el tiempo a mi lado sin descansar. ―Savanna asintió con una sonrisa al recordar lo que vio en el baño. ―Eres un buen