Las semanas se han ido pasando presurosas, el amor de ese par ha ida cada vez más en aumento, las demostraciones de amor se han vuelto mucho más sencillas, en especial de parte de Amaro, quien al parecer también tiene su lado artístico, porque los versos para Alessia no han dejado de salir de su corazón.
La única rutina es que, cada domingo, Amaro va a dejarla a la mansión Marchetti, le da un beso de esos que la dejan temblando como gelatina y le pregunta si quiere regresar a la mansión. Pero Alessia le dice que no, que falta un poco más.
De la bruja no supieron más, al parecer la amenaza de la señorita D’Angel sirvió bastante para espantarla, eso es lo que cree Alessia luego de que Amaro dejara de llegar a la segunda base y tres cuartos.
Pero esas cosas no son importantes para Alessia ahora, le preocupan otras cosas. Como que debe comenzar a arreglarse muchas cosas ella so
Luego de todas las advertencias de Daryl y la señorita D’Angel, al fin Amaro logra sacar a Alessia de la mansión con rumbo a su viaje. El único que sabe dónde irán es Daryl, por razones obvias, y luego de darle el destino solo sonrió y le dijo burlón.«—Cómo nos cambia la vida, Leone… terminamos dominados por pigmeas.—¿Tu mujer sabe que le dices así?—¿Crees que quiero morir?»La maleta de Alessia queda en el maletero, Amaro la ayuda a subir y la besa con efusividad una vez que los vidrios tintados les da privacidad.—¿Ya me dirás a dónde vamos?—No, seguro que el capitán del vuelo me arruinará la sorpresa, así que te lo diré cuando subamos al jet.—Eres un loco, en serio que sí.—Por eso soy tu novio, ¿no crees?Ale
Luego de la cena, Alessia se despide de Roger, porque Julieta se negó a dejarlos en la casa, al parecer nadie se queda allí después de cierta hora, porque la mujer es bastante particular con su método de sumisión.Andan unos kilómetros más y Amaro se detiene en una casa más sencilla que la de Julieta, saca una llave y entran, Alessia no quiere saber si esa casa es de Amaro o no, solo quiere irse a la cama, abrazarlo y dormir.Y eso es lo que hacen, no necesitan más. El solo hecho de estar juntos ya para ellos es la gloria, pero por supuesto, los pijamas sobran.Por la mañana, Amaro abre los ojos sintiendo el vacío a su lado, pero la cama sigue cálida y el perfume de su chica sigue allí. Se sienta en la cama y se encuentra la visión más erótica que ha visto jamás.Alessia está desnuda, excepto por la diminuta braga que lleva, con un
Los meses se van pasando, de la bruja no se ha sabido nada y Amaro se siente seguro de que ya no la verán más en sus vidas.Lo que más le sorprende es lo mucho que los dos han aguantado de no tener intimidad y cree que eso se debe a que, implícitamente han esperado el momento perfecto.Y para Amaro ese momento ya llegó.Alessia se encuentra en la fundación, ha ido a sus prácticas diarias y Amaro decide irse antes a la casa, para esperarla con una sorpresa, una muy grande.Le dice a Schwartz que no la traiga a casa antes de una hora, por lo que si se viene antes con ella, que pase por alguna tienda y que compre algo que él le encargó. Con eso cubierto, se dispone a pasar por la floristería a comprar pétalos de rosas blancas y chocolates.Llega a la casa, se ducha y se viste como si fuese a salir a una gala, pero descalzo, decora la habitación como quiere que quede, s
Cuando Alessia al fin consigue abrir los ojos, el día ha avanzado bastante. Amaro está sentado a su lado, en la orilla de la cama, con una enorme sonrisa, el cabello tan despeinado como ella se lo dejó por aquellos encuentros llenos de pasión y una bandeja con mucha comida.—¿Ya estás consciente de nuevo? —le dice ofreciéndole un vaso de jugo de naranja, que ella recibe de buena gana.—No te hagas, Leone, que eres el principal responsable de que esté así.—¿Estás enojada? —le hace esa cara de inocente que nada más él puede hacer y Alessia solo puede derretirse ante aquel hombre enorme, pero que parece un peluche.Como puede sale de la cama, se va al baño dejándole a Amaro la visión de aquel cuerpo que le parece perfecto y cuando regresa, cubierta por una bata para no tentarlo más, se da cuenta que Amaro est&a
Alessia, como todo lo que tiene que ver con su futuro, se toma muy en serio el practicar largas horas para su presentación. Con ayuda de su mentora, elige las melodías que mostrará aquel día y como final, presentará la melodía que compuso para Amaro.De lunes a viernes, se queda hasta las ocho de la tarde, termina exhausta, pero sabe que es necesario hacerlo, si quiere que todo salga perfecto ese día. El único problema, es que sigue teniendo las mismas discusiones con la señorita D’Angel porque cierra los ojos.—Alessia, debes mirar la partitura, si cierras los ojos pueden ocurrir las siguientes situaciones: puedes olvidar una nota, puedes tocar la cuerda equivocada o simplemente pensarán que estás usando una grabación y esa es la peor de las tres, porque serías tachada de fraude.—Es parte de mi esencia, no veo lo malo, muchos lo hacen.—Sí, pero partes específicas de las melodías, no en el concierto completo. Estamos hablando de que son dos horas de presentación, no puedes estar así
Dieciocho días.Eso es lo que falta para la presentación de Alessia y, a medida que se va acercando el evento, Amaro la nota tensa, es que ni siquiera hacer el amor ha logrado cansarla o relajarla lo suficiente para que pueda dormir por las noches.Por esa razón, la noche anterior le tocó meterle media pastilla para dormir en una taza de leche caliente, porque las ojeras y la ansiedad están haciendo mella en ella, lo último que quiere es que se enferme.Se despierta temprano, porque debe salir de Roma ese día, sin molestarla se mete a la ducha, se viste en el baño y cuando sale la ve moverse antes de abrir los ojos. Se acerca a ella para darle un beso suave y Alessia sonríe mientras se despereza.—Buenos días, mi esposa bella.—Oye, no me cambies el estado civil, tramposo —se sienta en la cama y su rostro hace un gesto de dolor.—¡¿Qu&e
Tras dos semanas de ensayos intensos, donde Amaro se aseguró de estar frente a Alessia en cada uno, el día ha llegado. Se pasó aquellas dos semanas sin siquiera mirar su teléfono, el que muchas veces vibraba insistente, pero sencillamente lo ignoró, no hubo nada más importante que su niña.Amaro le ofreció a Alessia comprar un hermoso vestido para la presentación, pero no quiso. En su lugar, decidió ir con aquel vestido que se compró con su dinero, el que la llevó a conocerlo y a que su vida cambiara.No había nada que decir, solo sonreír y besarla más.—Quiero que respires mucho, solo no mires directamente al público —le dice por la mañana—. Tengo que ir a la oficina, pero en cuanto termine lo que debo arreglar, iré contigo al teatro.—¿Crees que vaya mucha gente?—No lo sé, nena,
En aquella inconsciencia, Alessia sabe que tiene que despertar porque hay unas cuantas cosas que debe enfrentar.Pero hacerlo es admitir que sus mayores miedos se hicieron realidad. El quedar en ridículo frente a cientos de personas, es algo que le costaría pasar, pero la traición de Amaro…Eso era de otro nivel.Por eso nunca quiso nada sentimental con nadie, incluso Roger quiso algo cuando recién lo conoció, pero ella le dejó claro que no quería nada amoroso con nadie. En cierta manera, siempre fue por tener que depender emocionalmente de alguien, abrirse y que le hicieran daño, pero también por miedo a perder a aquella persona y que le pasara lo mismo que a su padre.Fueron cientos las veces que lo vio llorar por su madre, aquella mujer que fue la única a la que amó y que perdió cuando la ganó a ella.Sin embargo, hay otra verdad sobre ella, que no