Noah levanta su vista cuando Lucas entra a su oficina, el rostro de Noah es completamente tenso, algo que sabía que podía pasar en cualquier momento. —¿Sucedió algo? —Lucas deja los documentos sobre la mesa y se acerca. —Las cosas están peor de lo que imaginé. La empresa está a punto de entrar en crisis. ¿Sabes qué significa eso? —comenta Noah lleno de frustración—. Si llegamos a perder un poco más de nuestro capital, la empresa queda desconstituida y debo entregar más de la mitad a mi hermano. —Desde el principio fue su plan, ese fue. Es un maldito. ¿Qué vamos a hacer?—Simple, no vamos a dejar que eso suceda, necesito que nos pongamos de acuerdo, revisemos informes y miremos de que forma podemos reversar todas estás transacciones. Quiero que hagamos lo posible para que Leo no pueda quedarse con nada de la empresa. ¿Te queda claro? adicional necesito que la denuncia quede completamente puesta, no quiero un solo error. —Me pongo en eso en este preciso instante. ¿Necesitas algo más
El rostro de Noah fue cambiando cuando escuchó a su hermano decir que el bebé era de él. Claro, es que la probabilidad de que eso fuera real era muy alta, sin embargo, comprobarlo de ese modo, era algo que le nublaba la mente. Noah lo empujó contra la pared y lo sostuvo del cuello, con su pierna lo golpeó unas cuantas veces más, Leo simplemente estaba quieto, su principal arma de ataque aún no había llegado. Isabel corrió rápido y los separó, Noah respiraba con dificultad, aun no podía tener emociones fuertes y eso era lo que menos ahora le preocupaba. —Ya no más Noah, detente. Vas a matar a tu hermano. —Esa es la idea —él dice, completamente agitado. —Noah, tú no eres así —ella le dice. Mientras que tiene a Leo que sostiene su sonrisa de ganador—. Vamos te llevo hasta tu casa. —No, no quiero ir contigo a ningún lado. Quédate con tu nuevo amante de turno, que buena pareja hacen. Noah sale de allí, mientras que Isabel ayuda a entrar a Leo a la casa. —¿Estás bien? —ella pronunci
Emily entra a su casa, limpia las lágrimas que salen de ella desesperadamente. Al cerrar la puerta, siente una punzada en su abdomen bajo. Ella se agarra con fuerza con temor de que su hijo quiera nacer prematuro. Emily toma su teléfono, para poder llamar a su amiga. —Luna, necesito que me ayudes por favor —pronuncia ella. —Acabo de llegar a mi casa con Lucas ¿qué sucede? —Me siento mal —ella termina de decir, pero de inmediato cae al suelo desmayada. Luna mira a Lucas, ella tiene un mal presentimiento, ambos salen hasta la casa de Emily que no está muy lejos de la suya. Al llegar Lucas ve el carro de Noah estacionado al frente. —Ve siguiendo, me daré cuenta de algo. —Ella asiente y va directo hasta la casa. Lucas camina y mira por una de las ventanas, cuando ve a Noah allí recostado durmiendo, golpea la ventana haciendo que él despierte. —¿Qué pasa contigo? —Noah restriega su cabeza. —Vine a decirle sus verdades a esa mujer. —Lucas rueda sus ojos. —Estás completamente loco,
Isabel va hasta la casa de Noah, ella quiere ver a Liam antes de que él se vaya al colegio, él será su arma más letal en contra de Naoh, eso lo tiene más que claro. Liam al ver a su mamá se lanza sobre ella y la abraza, la extrañaba porque hace días no la veía. Ella solo le hizo un gesto de desagrado y lo tomó de la mano para llevarlo hasta el colegio.—¿Por qué viniste está vez? casi nunca vienes a llevarme mamá —dice él, un poco inocente. —¿No te alegra acaso que viniera? —ella bufa, mientras que él niega con su pequeña cabeza—. Entonces no hagas preguntas estúpidas. Vamos antes de que tu padre llame diciendo que no puedo llevarte. Ella jala a Liam, antes de que el chofer pueda irse con ellos y lo sube a su carro para manejar a alta velocidad, mientras que a la vez, va bebiendo de su botella personal de licor. —Mamá, ¿también irás por mí? —No Liam, no iré por ti. No me interesa pasar tiempo contigo. Lo único que quiero es que le digas a tu papá que me debe dar dinero. No sé, co
Isabel miró la escena, llegó al colegio para presionar a Liam de que no dijera nada de lo que ella había dicho estando algo ebria. Ella pisó el acelerador cuando vio que algunas personas se iban acercando a la escena. Ver como Emily caía cuando el cuerpo de ella chocó con su carro fue algo jodidamente satisfactorio. De repente escuchó la voz de Noah, ella no tuvo otra alternativa más que acelerar lo más pronto posible y huir. Isabel manejó lo más lejos posible, la sonrisa en su rostro era tan grande que parecía a simple vista que hubiese ganado la lotería. Ella llegó hasta el apartamento de Leo, al estar allí dejó las llaves sobre la mesa y sirvió una copa. —Salud por ti hermanita —ella dice, levantando la copa—. Salud porque de nuevo soy hija única. —Ella suelta una sonora carcajada—. También saque del camino a ese bastardo, dos pájaros de un solo tiro. —¿Qué haces aquí? nos quedamos de encontrar en otro lugar. —Quiero que me hagas un favor, solo tu puedes hacerlo —ella comenta
Noah quedó allí en la puerta, mientras escuchaba el llanto de la habitación, las palabras para describir como se sentía eran confusas, en especial porque la culpa lo carcomía por dentro. Emily que había despertado y estaba en observación, simplemente decidió hacerle caso a su amiga. —Yo sé que mi familia no es la mejor, pero si yo se los pido, te atenderán muy bien. —Lo sé, solo que aun no sé si es la mejor idea. ¿Tu me aseguras que mis abuelos estarán bien? porque si no es así, sencillamente no podré irme. Quiero que me jures que no los dejarás solos. —Claro, ellos son como mis abuelos, jamás dejaría que estuvieran mal. Yo lo único que quiero es que tu y mi sobrino estén bien. —Emily comienza a llorar, un llanto que la rompe por completo. —Por más que pensé que irme no era lo mejor, no tienes idea lo que me duele esto, pensar que me tengo que alejar por Noah, es algo que no me hace bien. —Amiga, tú tienes la culpa. No acababas de salir de un episodio de estrés y ya estabas busc
Leo se acerca a la cama de Emily, ella limpia sus lágrimas y cuando lo ve, se pone a la defensiva. Él camina hasta donde ella, su rostro es inexpresivo, mientras la observa sin tan siquiera parpadear. —¿Qué haces aquí? Leo no eres bienvenido en esta habitación, te pido que te vayas, porque no quiero verte. —Me enteré que estabas mal. Lo siento por todo, me cegó el amor, me cegó de una manera en la que me desconozco. Siempre he querido lo mejor para ti y por eso vengo a ponerme a tu disposición para lo que sea que quieras. —Él deja unas flores en la mesa de al lado de la cama, ella ni siquiera las mira, simplemente ignora el hecho de que él esté haciendo eso—. Haré lo que me pidas con tal de verte feliz. —No Leo, no puedo hacer como si nada pasara. Por tu culpa se acabo lo que tenía con Noah. —No, si él te quisiera eso no hubiera pasado. Seamos realistas, solo fuiste un juego para él, al menos lo pude comprobar en el momento en el que me dijo que lo de ustedes solo fue parte de un
Dejar todo atrás no era una decisión fácil, en especial cuando el cuerpo, el corazón y el alma no están de acuerdo. Emily con el dolor de lo que significa eso, decide salir, irse lejos. Decide dejar atrás eso que tanto ama y que a la vez la rompe en mil pedazos. Emily mira por la ventana, el viento le pega con fuerza en el rostro, mientras que el carro va hacia un rumbo definido. —¿Te encuentras bien? —Lo estoy… gracias por estar siempre para mí, eres lo mejor que me ha pasado —dice Emily mientras agarra de la mano a su amiga. —No te preocupes, lo que menos quiero es que ese hombre te haga daño de nuevo. Somos una sola, siempre lo hemos sido. Amiga, ¿estás segura de que esto es lo que quieres? entiendo que soy la que más insiste, tal vez suene egoista, pero quiero que estén bien. No obstante, si no quieres irte, está bien. Seguiré con mi lucha aquí, protegiéndote mientras estés vulnerable.—Lo estoy, estoy segura que lo mejor es irme. Por mi, por mi bebé, por Noah… en especial par