Emily entra a su casa, limpia las lágrimas que salen de ella desesperadamente. Al cerrar la puerta, siente una punzada en su abdomen bajo. Ella se agarra con fuerza con temor de que su hijo quiera nacer prematuro. Emily toma su teléfono, para poder llamar a su amiga. —Luna, necesito que me ayudes por favor —pronuncia ella. —Acabo de llegar a mi casa con Lucas ¿qué sucede? —Me siento mal —ella termina de decir, pero de inmediato cae al suelo desmayada. Luna mira a Lucas, ella tiene un mal presentimiento, ambos salen hasta la casa de Emily que no está muy lejos de la suya. Al llegar Lucas ve el carro de Noah estacionado al frente. —Ve siguiendo, me daré cuenta de algo. —Ella asiente y va directo hasta la casa. Lucas camina y mira por una de las ventanas, cuando ve a Noah allí recostado durmiendo, golpea la ventana haciendo que él despierte. —¿Qué pasa contigo? —Noah restriega su cabeza. —Vine a decirle sus verdades a esa mujer. —Lucas rueda sus ojos. —Estás completamente loco,
Isabel va hasta la casa de Noah, ella quiere ver a Liam antes de que él se vaya al colegio, él será su arma más letal en contra de Naoh, eso lo tiene más que claro. Liam al ver a su mamá se lanza sobre ella y la abraza, la extrañaba porque hace días no la veía. Ella solo le hizo un gesto de desagrado y lo tomó de la mano para llevarlo hasta el colegio.—¿Por qué viniste está vez? casi nunca vienes a llevarme mamá —dice él, un poco inocente. —¿No te alegra acaso que viniera? —ella bufa, mientras que él niega con su pequeña cabeza—. Entonces no hagas preguntas estúpidas. Vamos antes de que tu padre llame diciendo que no puedo llevarte. Ella jala a Liam, antes de que el chofer pueda irse con ellos y lo sube a su carro para manejar a alta velocidad, mientras que a la vez, va bebiendo de su botella personal de licor. —Mamá, ¿también irás por mí? —No Liam, no iré por ti. No me interesa pasar tiempo contigo. Lo único que quiero es que le digas a tu papá que me debe dar dinero. No sé, co
Isabel miró la escena, llegó al colegio para presionar a Liam de que no dijera nada de lo que ella había dicho estando algo ebria. Ella pisó el acelerador cuando vio que algunas personas se iban acercando a la escena. Ver como Emily caía cuando el cuerpo de ella chocó con su carro fue algo jodidamente satisfactorio. De repente escuchó la voz de Noah, ella no tuvo otra alternativa más que acelerar lo más pronto posible y huir. Isabel manejó lo más lejos posible, la sonrisa en su rostro era tan grande que parecía a simple vista que hubiese ganado la lotería. Ella llegó hasta el apartamento de Leo, al estar allí dejó las llaves sobre la mesa y sirvió una copa. —Salud por ti hermanita —ella dice, levantando la copa—. Salud porque de nuevo soy hija única. —Ella suelta una sonora carcajada—. También saque del camino a ese bastardo, dos pájaros de un solo tiro. —¿Qué haces aquí? nos quedamos de encontrar en otro lugar. —Quiero que me hagas un favor, solo tu puedes hacerlo —ella comenta
Noah quedó allí en la puerta, mientras escuchaba el llanto de la habitación, las palabras para describir como se sentía eran confusas, en especial porque la culpa lo carcomía por dentro. Emily que había despertado y estaba en observación, simplemente decidió hacerle caso a su amiga. —Yo sé que mi familia no es la mejor, pero si yo se los pido, te atenderán muy bien. —Lo sé, solo que aun no sé si es la mejor idea. ¿Tu me aseguras que mis abuelos estarán bien? porque si no es así, sencillamente no podré irme. Quiero que me jures que no los dejarás solos. —Claro, ellos son como mis abuelos, jamás dejaría que estuvieran mal. Yo lo único que quiero es que tu y mi sobrino estén bien. —Emily comienza a llorar, un llanto que la rompe por completo. —Por más que pensé que irme no era lo mejor, no tienes idea lo que me duele esto, pensar que me tengo que alejar por Noah, es algo que no me hace bien. —Amiga, tú tienes la culpa. No acababas de salir de un episodio de estrés y ya estabas busc
Leo se acerca a la cama de Emily, ella limpia sus lágrimas y cuando lo ve, se pone a la defensiva. Él camina hasta donde ella, su rostro es inexpresivo, mientras la observa sin tan siquiera parpadear. —¿Qué haces aquí? Leo no eres bienvenido en esta habitación, te pido que te vayas, porque no quiero verte. —Me enteré que estabas mal. Lo siento por todo, me cegó el amor, me cegó de una manera en la que me desconozco. Siempre he querido lo mejor para ti y por eso vengo a ponerme a tu disposición para lo que sea que quieras. —Él deja unas flores en la mesa de al lado de la cama, ella ni siquiera las mira, simplemente ignora el hecho de que él esté haciendo eso—. Haré lo que me pidas con tal de verte feliz. —No Leo, no puedo hacer como si nada pasara. Por tu culpa se acabo lo que tenía con Noah. —No, si él te quisiera eso no hubiera pasado. Seamos realistas, solo fuiste un juego para él, al menos lo pude comprobar en el momento en el que me dijo que lo de ustedes solo fue parte de un
Dejar todo atrás no era una decisión fácil, en especial cuando el cuerpo, el corazón y el alma no están de acuerdo. Emily con el dolor de lo que significa eso, decide salir, irse lejos. Decide dejar atrás eso que tanto ama y que a la vez la rompe en mil pedazos. Emily mira por la ventana, el viento le pega con fuerza en el rostro, mientras que el carro va hacia un rumbo definido. —¿Te encuentras bien? —Lo estoy… gracias por estar siempre para mí, eres lo mejor que me ha pasado —dice Emily mientras agarra de la mano a su amiga. —No te preocupes, lo que menos quiero es que ese hombre te haga daño de nuevo. Somos una sola, siempre lo hemos sido. Amiga, ¿estás segura de que esto es lo que quieres? entiendo que soy la que más insiste, tal vez suene egoista, pero quiero que estén bien. No obstante, si no quieres irte, está bien. Seguiré con mi lucha aquí, protegiéndote mientras estés vulnerable.—Lo estoy, estoy segura que lo mejor es irme. Por mi, por mi bebé, por Noah… en especial par
Emily y Noah llegaron a la casa, el camino fue poco tenso, el silencio era cómplice de lo que estaba sucediendo. Noah no dejaba de culparse, tener a la mujer que siempre soñó, esa que lo complementa perfectamente y perderla solamente por sus inseguridades, porque su falta de creencia y por lo que hizo su exesposa. Él observaba disimuladamente a Emily, se veía radiante por el embarazo, aunque no negaba que se veía también con ojeras y preocupaciones, no duda él que sea todo su culpa. Emily acariciaba su bebé, era fuerte, incluso le estaba dando a ella una fuerza que desconocía que tenía. —Iré a ver a Liam. Espero que no sea eso un problema. —Emily, no lo es. Tenerte aquí es sin duda lo mejor que me pasa. —Ella da media vuelta para irse por la escaleras, pero se detiene cuando Noah la toma del brazo—. No dejaré de arrepentirme por lo que he hecho, tampoco dejaré de culparme. Pero quiero que sepas que cada día lucharé por ti, por mi familia. —No sigas… —Tengo la esperanza de que de
Emily miraba a Noah, él le servía una gran cantidad de comida. Sin embargo, a la vez a Emily se le pasaron muchas preguntas por su cabeza. ¿Es posible cambiar por amor? ¿Será que Noah decidió dejar las dudas atrás y seguir adelante con ella sin pensar en Leonardo? porque puede que ahora por el arrepentimiento, Noah sea así, esté apenado por lo que hizo y que ahora no sienta esa culpa. Pero puede que en el futuro la vuelva a sentir, no es claro aún. ¿Qué tanto amor se necesita para poder perdonar? Emily es consciente de que lo ama más que a nada, que lo ama por encima de muchas cosas y no está mal, al menos para ella no está mal, porque así lo decidió. Solo que, no es fácil adivinar en que momento pueden cambiar las cosas. —Estás muy pensativa… Lo siento, no es mi intención afectar tus emociones o tu salud, en verdad eso es lo último que quiero. —No es nada, solo que aun no puedo asimilar que estoy aquí, después de tanto, estoy aquí contigo. —Así será siempre que tu quieras, estar