Capítulo 31
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Convivencia
Emily caminaba hacia el restaurante donde Josh había reservado para invitarla a cenar, la verdad era que en tan poco tiempo se estaban haciendo muy cercanos, y eso era algo que le preocupaba bastante, que él pudiese malinterpretar su situación, pues ella aún sentía demasiado por su gran amor, aquel al que había perdido.
–La visita.Emily preparaba la cena en la cocina, mientras recordaba las palabras de Joshua en su cabeza:“Voy a tardar un poco más, el editor está haciendo los últimos arreglos en la canción, y le prometí a un amigo que pasaba por la ciudad que quedaría con él para tomar una cerveza. Pero llegaré a tiempo para la cena”Sonrió al recordar aquello, mientras metía el cordero en el horno. Se había vuelto toda una cocinera desde que se encontraba en aquel lugar.***Joshua se encontraba en un conocido bar de la zona, tomando una cerveza con un viejo conocido, mientras este le contaba sus desventuras en su nueva película, al primero no le interesaba demasiado,
Capítulo 34–Una nueva oportunidad.Se lo había pasado realmente bien aquella noche, hablando sobre cosas normales, cosas diarias que cualquier otro humano hablaría, sobre el trabajo con niños. Era algo que siempre había adorado, desde que tenía uso de razón.¿qué te ha parecido? – Preguntó, mientras la ayudaba a llevar los vasos a la cocina – es un buen tío, pero a veces se pasa con el alcohol y … - aseguraba, mientras ella reía al darse cuenta de que aquel hombre era exactamente igual que el William al que recordaba.Es como su antepasado – aseguró, haciendo que él la mirase extrañado - … le gusta piratear y beber ron. – concluyó, haciendo que &ea
Capítulo 36–Ni el pasado ni el futuro.Aquel día era un día totalmente diferente a cualquier otro, Emily había salido a comprar al mercado, algunas cosas para cocinar, y recién ahora caía en la cuenta que había sido una mala idea salir en un día lluvioso, pues no tenía paraguas ni forma alguna de volver a casa.La lluvia caía sin cese fuera del pequeño puesto de fruta, donde se encontraba, estaba realmente asustada de ser mojada por aquella lluvia, estaba realmente asustada de convertirse en una sirena frente a todos aquellos seres humanos.Se tocó los brazos, asustada, mientras marcaba el teléfono de Josh, ya que no sabía a quién más acudir, no tenía a nadie más en aquel momento.&n
Capítulo 38–El castigo de los dioses.Muchos años atrás, una joven de cabellos dorados, sentada sobre la hierba, descansando su espalda sobre el tronco más antiguo, escribía sobre su cuaderno.De nuevo las palabras salían por su pluma demasiado rápido, y apenas tenía tiempo que escribirlas, su imaginación y sus recuerdos estaban a flor de piel, mientras seguía garabateando aquí y allá, aquella historia que tanto le gustaba, aquello que tanto necesitaba contar al mundo.Aún recordaba el éxito que había tenido su primera novela, Giro en el tiempo, entre sus familiares y amigos, incluso se había expandido al exterior, y ahora trabajaba con un editor que quería darle dinero por ella, quería dársela a con
Capítulo 40–Dos tomos y medio.La noche llegó hasta ellos demasiado deprisa, ya estaba oscureciendo y apenas se podía ver nada, hacía ya un tiempo que había dejado de llover, pero el abrigo de Will aún cubría la parte posterior de su cuerpo, y temía que al levantarla sus piernas no estuviesen allí.Así que – comenzó, intentando romper aquel silencio, haciendo que ella levantase su rostro demacrado y mirase hacia él – este es tu esposo – concluyó, haciendo que ella tragase saliva, para luego asentir, despacio, mientras él se sentaba junto a ella, reposando su espalda en la tumba de aquel hombre, mientras ella se echaba a un lado, y hacía lo mismo, sintiendo su hombro junto al suyo – debió de habe
Capítulo 41–Entre los recuerdos.Andrea discutía acaloradamente en el salón, con su madre, que de nuevo había aparecido sin avisar, solo para ver a su nieta, y parecía mucho más demacrada que de costumbre…¿por qué vives así? – Preguntó, mientras le arrebataba a la pequeña de los brazos y la ponía sobre los brazos de su esposo, haciéndole una señal con el brazo para que las dejase a solas.¿ya no quieres que venga a veros? – Preguntó la mujer, con el alma en vilo, mientras su hija negaba, para indicarle que no era aquello lo que le molestaba.¿por qué te empeñas en mantenerle dentro de tu corazón? – le reprochaba,
Capítulo 42–Los cantos del norte.Una pequeña niña, de no más de 3 años de edad jugaba junto a los acantilados, cerca de un joven sauce, mientras su madre, distraída recogía setas para la cena, y su padre recogía leña para avivar el fuego, ya que era invierno y sabía que les iba a hacer falta.La pequeña se precipitó hacia el vacío, pero antes de que hubiese caído hacia el abismo, una de las ramas de aquel árbol se alargó hasta haberse enredado en el pequeño cuerpo de la pequeña, impidiendo que esta se desplomase.La pequeña miró hacia arriba, hacia el tronco y las ramas de aquel joven sauce, pues este acababa de posarla en el suelo, sana y salva. Al mismo tiempo que su madre
Capítulo 43–Siendo salvada de la lluvia.Emily caminaba hacia casa, el cielo amenazaba tormenta, pero ella estaba demasiado preocupada pensando en lo mucho que ansiaba vivir una vida humana, pero no podía hacerle aquello a Josh, y no estaba preparada para dejar atrás un amor tan grande como el que había sentido por William. Aunque ya no estuviese nunca dejaría de aferrarse a él, aunque ya no pudiese volver a verle, jamás dejaría de amarle.William la seguía de cerca, pues la había visto salir sin paraguas de nuevo, a pesar de que él le había rogado en varias ocasiones que no saliese de casa sin él. En los últimos días lo hacía a menudo, eso de seguir a aquella lastimada mujer sin que ella se pe