Una vez que los hacen ingresar a la sala en donde se realizará la ceremonia, el oficial ve que hay tanta felicidad en la familia que les permite que Mike entregue a Kate. Cuando llegan frente a Ethan, Mike a modo de broma y medio en serio, le dice.
—Cuídala mucho muchacho se nota que es una gran mujer.
—Esa es mi meta, tío, cuidarla —Ethan mira con una sonrisa a Kate, se dan la mano y se giran para ver al oficial.
Van escuchando atentamente lo que el hombre va diciendo, mientras de vez en cuando los dos se dedican miradas cómplices. Emily y Samira no dejan de mirar la situación con devoción y, por supuesto, dejan salir varios suspiros.
—¿Verdad que mi mamá se ve preciosa?
—Sí, princesa se ve muy hermosa.
—Ethan también se ve muy guapo, los dos parecen príncipes cumpliendo su cuento de hadas.
Quienes no se dedican para nada
Cuando Kate deja caer el vestido sin dejar de mirar a Ethan, sabe que esa provocación no es sólo para él, sino también para ella y lo que en ese cuarto se desata es la pasión pura. Ethan se libera por completo como un amante dedicado y voraz al mismo tiempo.Los suspiros y gemidos de Kate envuelven la habitación por completo, Ethan se vuelve una bestia domada por el cuerpo de aquella mujer que tantas veces lo dominó y ahora se estaba dejando llevar por sus caricias.Con una delicadeza cautivadora, las manos de Ethan acarician cada centímetro de la piel de Kate, explorando con ternura y dedicación cada curva y contorno de su cuerpo. Sus labios se encuentran en un baile apasionado, fusionándose en besos suaves y hambrientos.Mientras sus cuerpos se unen en un ritmo acelerado y jadeante, el deseo los consume, creando una sinfonía de suspiros y gemidos que llenan la habitación. Sus m
Ciertamente la luna de miel tiene la gracia de darle poder a los recién casados de disfrutarla cómo se les dé la gana y a estos dos se les pegó la gana no salir de la cama más que para un par de bocadillos, que por supuesto preparó Ethan encuerado para el deleite de Kate.Pero como ninguno de los dos avisó a la empresa de su matrimonio, no tienen el derecho a la semana de permiso, así que deciden irse al departamento, luego de una ducha bien sonora por los golpes de sus cuerpos, aprovechando los últimos momentos porque en el departamento está Emily y allí no pueden hacer esas barbaridades.—¿Crees que se den cuenta sin que les digamos? —le pregunta Kate mientras van al departamento en el auto de Mike.—Sí, porque llegaremos de la mano y notarán nuestros anillos. Te dije que no quiero esconderme allí y quiero que pidas al departamento de info
Owen sigue a Ethan hacia el ascensor, el cual se abre enseguida y los dos hombres entran. El mayor intenta abrir la boca, pero una mirada de su hijo lo hace callar.—No iniciaré una pelea en el elevador, espera a que lleguemos a tu piso y mandas a tu secretaria lejos, porque tampoco me voy a encerrar en tu oficina.—Allí nadie nos molestará.—Sí, pero es más difícil de escapar —sisea Ethan y Owen sólo mueve la cabeza de manera reprobatoria.Abajo, Kate sale de su despacho con la misma actitud de siempre, con documentos en la mano y se pierde por la escalera para subir hasta el siguiente piso y luego ir hasta el piso veintitrés. Necesita saber qué demonios pasa entre su esposo y el CEO, porque esa relación tan «cercana» no le gusta para nada.Una vez que llega al piso superior, llama el ascensor y sigue el resto del trayecto hacia la verdad.
Kate siente un escalofrío recorrerle la espalda… porque Ethan sí tiene más motivos para molestarse con ella. Los motivos para ella de contraer matrimonio son más oscuros y es necesario que se lo diga lo antes posible… tal vez en una cena romántica en un velero.—¡Ya basta! —se queja Owen, pero ninguno de los dos le presta atención—. Ethan, te prohíbo que te cases con ella.—Bien… porque ya estoy casado, así que eso no importa ya.—¡Voy a desheredarte!—Perfecto, te conozco lo suficiente como para saber que a la caridad no se lo dejarás, así que no tienes más opciones —Ethan se gira y enfrenta a su padre, sin soltar a Kate—. No me harás dejar a mi esposa por ninguna razón que sea material, ella es la mujer que elegí y de la cual me enamoré.«Vamos a quedarnos a
Kate está sentada en su cama, nerviosa y con las manos entre las piernas tratando de abrigarlas, pero la verdad es que el frío que tiene viene desde dentro y ese es difícil de quitarse.Las últimas dos semanas han sido intensas en cuanto a muchas cosas, pero la verdad es que la que ahora le preocupa puede tener consecuencias muy especiales y no son las mejores, aunque tener un mini Ethan la hace sonreír, con Anthony rondando cerca definitivamente no es lo mejor.Ethan abre la puerta de la habitación y la cierra tan rápido como la abrió, le entrega la bolsa a Kate y ella la mira con ganas de llorar, porque no tiene idea de cómo sentirse.—Preciosa, te prometo que todo estará bien, si las pruebas son positivas, voy a desmayarme, llorar, gritar y baila, si es negativa voy a estar un poco triste, pero aliviado porque sé que no me despertarás a las cuatro de la mañana por
Kate se voltea rápidamente, aunque se hizo algunos cambios con cirugía, no son tan significativos como para que no la reconozca. Cierra los ojos, trata de respirar, pero el miedo que siente es indescriptible e incontrolable.—Amor, ¿qué pasa?—No puedo quedarme —le dice ella tomando su bolso, pero antes de que se vaya, Ethan la toma de la mano.—Espérame en el Titanic Memorial —le dice con seriedad, ella asiente y se va rodeando todo el lugar hasta la salida, sin que Anthony lo advierta.Cuando el hombre llega a la mesa, Ethan sabe que hay algo mal con ese tipo y debe ser la razón por la que su esposa se ha ido de esa manera, pero prefiere no hacer conjeturas antes de hablar con ella.—Señor Reynolds —lo saluda Anthony y en cuanto se dan la mano Ethan lo mira directamente a los ojos sin sonreír ni nada.—Ethan, te presento al señor
Ethan deja que Kate se desahogue entre sus brazos, sin poder dejar de sentir esa impotencia que lo embarga al saber la clase de alimaña que es Anthony DeMarco. Él sufriendo porque Kate no se ha quedado embarazada, esperando con ilusión ese hijo y ese idiota en cuanto se enteró quiso deshacerse de las dos.Ese no es hombre, lo sabe, es una bestia, pero duda que sea como él llegó a ser, porque seguro fue de los que encargó todos sus trabajos, como con Kate, porque no es capaz de ensuciarse las manos, pero él no es así.Ethan jamás dejó que otros hicieran el trabajo por él, por muy sucio que fuera y lo del no era un jueguito de pandillas de adolescentes como pretende hacerle creer a la gente que quiere y confía en él.—Vamos a casa —le dice con suavidad y ella asiente—. Te dejaré con Emily, yo debo salir a resolver un par de asuntos.&md
Ethan respira profundo para calmarse un poco antes de entrar al departamento, no quiere que Kate y Emily lo vean alterado, pero la ira que lo embarga por lo que su padre hizo es incontrolable. Cuando va a meter la llave, la puerta se abre y se encuentra a Kate de frente con la basvra en la mano.—Amor… —le dice ella con dulzura y eso es suficiente para que quiera arder en el infierno una vez más por ellas.—Dame eso, yo lo hago —le dice él quitándole la bolsa.—Voy contigo, quiero que me digas dónde fuiste.—Fui con mi padre —Ethan la ve a los ojos y ella frunce el ceño—. Él llamó a de DeMarco para firmar contrato con ese tipo.—¡No puede ser! ¡¡Maldición!! ¡Lo dejé fuera por una razón muy particular y es que sé para qué quiere trabajar con OR! ¡¡¿Tu padre es idio