Kate tira de él hacia la puerta sin pensar en nada más que quitarle la fiebre.
—¡Mi3rda!
—¡Mami, no digas esas palabras!
—¡Lo siento mi vida, pero Ethan tiene 39.5 de temperatura! —Samira llega con los paños y Kate niega al tiempo que se lleva al hombre a su cuarto—. ¡Eso no servirá! Saca la tarjeta de mi cartera y ve a comprarle ropa, especialmente un pijama, y medicinas.
—Sí, señora.
Kate se lo lleva a su cuarto, le pide a su hija que se quede allí jugando y se lleva al chico al baño, en donde comienza a quitarle la ropa sin vergüenza, pero la fiebre a veces provocas cosas inexplicables.
—¿Quieres acción antes del matrimonio? Eso no le gustará a tu colegio religioso.
—No seas tonto y ayúdame a meterte a la tina, estás ardiendo en fiebre, tarado… seguro fue porq
La misma Kate se pone de pie para cambiarle la comida, retirando la sopa y echándola por el fregadero. Emily se ríe divertida y Samira lo mira con compasión, porque sabe que, aunque le esté ayudando, Kate no bajará la guardia ni le dará tregua.—¿Quién cocinó esto? —pregunta temeroso Ethan cuando ve la comida en el plato.—Samira —responde Emily—. O seguro que las tres estaríamos como tú con la sopa de mamá.—¡Traidora! —dice simulando estar ofendida Kate, mientras que Emily suelta una de esas carcajadas adorables.—Eres una niña preciosa —le dice Ethan sonriendo—. ¿Ya te sientes mejor?—Sí, aunque me duele un poco para tragar, pero se me pasará —dice como si fuera de lo más normal—. ¿A ti te duele algo?—La cabeza, me duele muchísimo, pero si me tomo mi medicina y duermo, sé que mañana estaré mejor —Ethan le guiña un ojo y la pequeña se pone seria.—Ethan, eres muy lindo y no te di las gracias por acompañarme anoche con mamá —los tres adultos se quedan en silencio, pero Ethan siente
Kate abre sus ojos y lo primero que se encuentra es a Ethan con Emily aún sobre su pecho como si fuera una recién nacida, sus brazos fuertes aún las tienen a ambas rodeadas y sus manos cubriendo sus oídos.Se queda así, admirando la escena, porque siempre soñó eso para su hija, encontrar un hombre que quisiera cuidarla incluso de cosas como esas, que son pequeñas, pero a la vez muy importantes.Se remueve poco a poco, Ethan se mueve un poco y Emily se despierta.—¿Mami? ¿De verdad dormimos en noche de tormenta? —pregunta la niña somnolienta.—Sí, mi amor, dormimos en noche de tormenta.—Gracias, Ethan —le dice la niña dejándole un beso en la mejilla al hombre que se va despertando.La niña se baja con cuidado de la cama y se va a su cuarto dejando la puerta cerrada tras de sí, mientras que Kate se qued
Aunque Ethan es un hombre grande, no puede hacer nada más que dejarse arrastrar por la mujer hasta la cocina, lo sienta en un taburete y cuando la ve a la cara, la mujer sonríe divertida por la expresión de Ethan.—¿De verdad creíste que soy de esas suegras sacadas de un cuento de terror? —se ríe ella con relajo y Ethan suspira aliviado.—La verdad es que sí, su hija no me ha contado nada de usted, sólo que es su tía y la ha cuidado desde que perdió a sus padres.—En cambo yo no sé nada de ti, muchacho, dime, ¿cómo conoces a mi niña?—Soy su asistente… ella es mi torturadora personal en el trabajo desde hace un año.—El carácter de mi hija no es sencillo —dice la mujer sonriendo y Ethan ve que ambas son idénticas—. Pero si un día ella se atreve a contarte por qué es así, la entenderás y tal vez te agrade.—¿Usted sabe por qué tenemos que hacer todo esto?—Sí, pero creo que mi nieta lo vale.—¡Eso no se pone en duda! —dice animado Ethan. En ese momento aparece Emily y él salta de su as
Katerina ayuda a Kate a subir la cremallera del vestido y luego se para al lado de su hija frente al espejo.—Te ves preciosa —le dice con orgullo y un par de lágrimas traicioneras.—Tengo miedo —le dice con sinceridad y Katerina la abraza fuerte—. ¿Y si Ethan se vuelve Anthony?—Mi vida, Ethan definitiva y ciertamente no es Anthony, sólo tienes que ver la enorme diferencia entre cómo es él con Emily, ¡la adora! Mientras que ese monstruo la mandó a matar antes de nacer.—Es que no me creo ese cambio en él, tan repentino… ¡Ethan me odiaba! Y creo que así lo prefería, no sé cómo lidiar con un hombre que nos quiere dar todo a mi hija y a mí, se siente…—Raro, lo sé, pero hija… desde que ese hombre aceptó casarse contigo, se lo tomó demasiado enserio y estoy segura de q
Una vez que los hacen ingresar a la sala en donde se realizará la ceremonia, el oficial ve que hay tanta felicidad en la familia que les permite que Mike entregue a Kate. Cuando llegan frente a Ethan, Mike a modo de broma y medio en serio, le dice.—Cuídala mucho muchacho se nota que es una gran mujer.—Esa es mi meta, tío, cuidarla —Ethan mira con una sonrisa a Kate, se dan la mano y se giran para ver al oficial.Van escuchando atentamente lo que el hombre va diciendo, mientras de vez en cuando los dos se dedican miradas cómplices. Emily y Samira no dejan de mirar la situación con devoción y, por supuesto, dejan salir varios suspiros.—¿Verdad que mi mamá se ve preciosa?—Sí, princesa se ve muy hermosa.—Ethan también se ve muy guapo, los dos parecen príncipes cumpliendo su cuento de hadas.Quienes no se dedican para nada
Cuando Kate deja caer el vestido sin dejar de mirar a Ethan, sabe que esa provocación no es sólo para él, sino también para ella y lo que en ese cuarto se desata es la pasión pura. Ethan se libera por completo como un amante dedicado y voraz al mismo tiempo.Los suspiros y gemidos de Kate envuelven la habitación por completo, Ethan se vuelve una bestia domada por el cuerpo de aquella mujer que tantas veces lo dominó y ahora se estaba dejando llevar por sus caricias.Con una delicadeza cautivadora, las manos de Ethan acarician cada centímetro de la piel de Kate, explorando con ternura y dedicación cada curva y contorno de su cuerpo. Sus labios se encuentran en un baile apasionado, fusionándose en besos suaves y hambrientos.Mientras sus cuerpos se unen en un ritmo acelerado y jadeante, el deseo los consume, creando una sinfonía de suspiros y gemidos que llenan la habitación. Sus m
Ciertamente la luna de miel tiene la gracia de darle poder a los recién casados de disfrutarla cómo se les dé la gana y a estos dos se les pegó la gana no salir de la cama más que para un par de bocadillos, que por supuesto preparó Ethan encuerado para el deleite de Kate.Pero como ninguno de los dos avisó a la empresa de su matrimonio, no tienen el derecho a la semana de permiso, así que deciden irse al departamento, luego de una ducha bien sonora por los golpes de sus cuerpos, aprovechando los últimos momentos porque en el departamento está Emily y allí no pueden hacer esas barbaridades.—¿Crees que se den cuenta sin que les digamos? —le pregunta Kate mientras van al departamento en el auto de Mike.—Sí, porque llegaremos de la mano y notarán nuestros anillos. Te dije que no quiero esconderme allí y quiero que pidas al departamento de info
Owen sigue a Ethan hacia el ascensor, el cual se abre enseguida y los dos hombres entran. El mayor intenta abrir la boca, pero una mirada de su hijo lo hace callar.—No iniciaré una pelea en el elevador, espera a que lleguemos a tu piso y mandas a tu secretaria lejos, porque tampoco me voy a encerrar en tu oficina.—Allí nadie nos molestará.—Sí, pero es más difícil de escapar —sisea Ethan y Owen sólo mueve la cabeza de manera reprobatoria.Abajo, Kate sale de su despacho con la misma actitud de siempre, con documentos en la mano y se pierde por la escalera para subir hasta el siguiente piso y luego ir hasta el piso veintitrés. Necesita saber qué demonios pasa entre su esposo y el CEO, porque esa relación tan «cercana» no le gusta para nada.Una vez que llega al piso superior, llama el ascensor y sigue el resto del trayecto hacia la verdad.