La Nahara subió peldaño por peldaño, con el corazón retumbando en su pecho, no tenía miedo, pero si estaba intranquila sin saber muy bien a qué se enfrentarían. Escaló y escaló por minutos, ¿qué tan alto estaba esto? La estrecha y oscura escalera la llevó a un enorme salón vacío y en penumbras.
El “hombre” era más letal y fuerte, pero Aysling era más rápida y escurridiza. Sin embargo, estaban haciendo intercambios, ella esquivando o bloqueando, él atacando y esgrimiendo su espalda en sus puntos débiles, pero solo Aysling estaba herida y también se dio cuenta de un detalle. Ella ya respi
— Azu…ra cof, cof… — murmuró tosiendo un poco por el polvo, preocupada por él. — Estoy bien amor, vamos, Aysling solo hay una oportunidad, esto no matará a esa cosa – abrió sus ojos dorados, con las pupilas verticales, con preocupación y premura. Guardó las enormes alas maltrechas, casi inservible
Aysling había mirado hacia abajo para hablarle a su compañero llena de felicidad, que se quedó congelada en su cara, al ver a ese deforme “hombre” parado debajo de la columna, observándolos con el más profundo odio que alguien pudiese tenerles. Su piel quemada se caía a pedazos, sus ojos ya no eran
— ¡Olivia, maldici0n! – Lucian la agarró de los pies, halándola hacia él. El agua salpicaba y los empapaba. El viento se movía violento, el bosque rugía y la noche se llenaba de magia. — ¡Vamos Lucian, hala con todas tus fuerzas! - la voz de Keeva le dijo y todo su cuerpo se encendió en potentes r
Él y Maell tiraban de la soga detrás de su padre y luego estaba Michael y Elijah, halando también con todas sus fuerzas. Todos ellos y no podían con un solo “hombre” que los retenía del otro lado. — ¡Todo va a estar bien, Rose combina tu magia con la mía, mete las sombras e intenta pasar del otro
A pesar de las heridas de su cuerpo, en su forma animal, Azura era más poderoso. Luchó contra todas las adversidades y al fin, pudo traer a salvo a su compañera, de regreso a casa. Cuando Aysling respiró el aire frío de la noche y tantos olores familiares reunidos cerca de ella, no pudo evitar com
Por suerte, a diferencia de los hombres lobos, no se quedaba desnudo, sino que con sus mismas escamas se creaba una especie de traje de guerrero, bien heroico, en negro. Observaba la cálida escena, con alivio por dentro y feliz, de que su compañera contara con una familia tan unida. Él siempre cre