- Cálmate nena, cálmate Olivia, por favor, estás a salvo, nadie puede hacerte daño, te voy a proteger cariño, por favor vuelve a mí, por favor…- le repetía Lucian con paciencia infinita y cariño, a la mujer que gritaba y lloraba sin consuelo en su cama y él la abrazaba, para protegerla de los fantas
- Confieso que estaba preocupado por ti, no podía dormir y vine a ver como seguías- confesó suspirando, dándose cuenta, claramente, que por mucho que intentó disimularlo, ella se seguía alejando de él. - Entonces, ya vez que estoy mejor, puedes irte a descansar, de verdad, muchas gracias- volvió a
John les hizo unas señas a los demás guerreros. Estaban emboscando en las afueras de la cabaña desde la madrugada y ya era temprano en la mañana. Nada de rastro de los cazadores. Todo esto era sospechoso y su lobo interior estaba demasiado inquieto. Si Lucian estuviese aquí, todo sería diferente y
Olivia encontró a Noah en una sala donde los familiares de los heridos, esperaban las buenas o las malas noticias. Cuando Olivia pasó por puerta y caminaba hacia donde había localizado a su amiga, de repente hubo un revuelo en la sala. Olivia dio un paso hacia atrás, media asustada cuando todas l
A pesar de que Lucian se había lavado muchas veces, el olor a sangre y a muerte, impregnaba toda la pequeña habitación. Estaba acostado descansando en una cama, pero en cuanto sintió el olor de Olivia, abrió los ojos y se incorporó con esfuerzo. Estaba sumamente débil, había dado más sangre de lo
Cada paso que Lugh sentía lejos de su pareja, era insoportable, su mate lo estaba rechazando, ella no lo quería y el lazo se rompería. Lugh no podía soportarlo, estaba completamente enloquecido, dejando salir todo su dolor a raudales y aullando desesperado llamándola, pero Olivia no lo podía escuch
Alexander giró su cabeza para ver a un lobo enorme, salido de una película de horror que presagiaba muerte. Intentó agarrar la mano de Olivia para huir juntos, pero esta seguía gritándole que corriera él, que ella estaba a salvo, que venía por él. Pero Alexander no la podía dejar a merced de un an
Marco suspiró a los lejos. Creyó que todos iba a morir hoy. Lugh estaba hecho un demonio, sentía como su cerebro casi se hizo papilla por la intensidad de su poder. Salieron detrás de él, persiguiéndolo a duras penas, cuando dejó el sitio donde estaban los heridos, que casi no murieron en el acto