— Adiós Isabella, nos vemos mañana, vamos Sofía.— Se despidió Will con una sonrisa, sin dejar de mirarla, él a pesar de no estar estudiando la misma carrera que ella, su hermana Sofía si y por esa razón se conocían y él estaba bastante interesado en Isabella desde que la conoció y aunque ella no lo estaba en él, tenía que admitir que era bastante atractivo, con su cabello rubio, ojos verdes, alto y musculoso, era el sueño de muchas chicas en la universidad. — Bueno Isa mañana nos vemos. — Dijo Sofía dándole un pequeño abrazo a Isabella. — Está bien, adiós. — Les dijo ella sonriéndoles a los dos y ellos terminaron por darse la vuelta e irse y en ese instante Isabella se sorprendió al darse cuenta que uno de los autos de Meyers estaba estacionado cerca. Se sintió un poco confundida y no sabía si acercarse porque no tenía idea de lo que él había venido a hacer aquí, pero cuando vio que el chófer bajo del auto y le hizo una seña para que se acercara, ella lo hizo. — Buen día señora. —
— Buen día. — Dijo Isabella simplemente al pasar por el comedor sin detenerse, después de todo estaba aún bastante confundida y Meyers la había ignorado todo el día de ayer después de lo sucedido, no tenía ánimos de volver a enfrentarse a estas personas. No quería seguirse agotando para al final ser tratada mal de nuevo. — Espera… ¿No vas a desayunar con nosotros? — Preguntó François frunciendo el ceño al darse cuenta de que ella se iba, a pesar de que seguía molesto con ella, no le parecía apropiado que ella prácticamente lo ignorara y se fuera sin desayunar junto a ellos. — No tengo hambre, disfruten su comida, nos vemos luego. — Respondió Isabella y sin perder más tiempo simplemente se alejó, dejando a todos sorprendidos. Meyers se quedó viendo por dónde se fue un poco conmocionado, le costaba creer lo orgullosa y testaruda que Isabella podía ser, no entendía como dos personas que se parecían tanto físicamente podían tener temperamentos tan diferentes, porque Marie no se comport
—No es mi culpa que no supieses algo tan simple y mucho menos que estuvieses hablando durante mi clase. — Replicó Meyers acercándose a ella. — Claro que sabía la respuesta pero estaba muy sorprendida por su presencia y por la forma en la que me trató, no me parece justo que usted esté aquí dando clases y mucho menos que me trate de esa manera. — Siseó Isabella furiosa, apretando sus manos en puños mientras lo fulminaba con la mirada. —Y a mí no me parece nada justo que tú estando casada quieras estar coqueteando con otros hombres, no voy a permitir que me vean la cara de idiota. — Masculló Meyers mirándola fijamente e Isabella frunció el ceño. Ella no podía evitar preguntarse qué le pasaba a este hombre ni porque insistía en comportarse como si realmente fuesen una pareja e incluso la celaba. —Nosotros estamos casados únicamente por un contrato, no somos una pareja real y todo esto quedará atrás en unos pocos meses y no nos volveremos a ver.— No pudo evitar recordarle Isabe
—Carla hoy en la tarde Isabella comenzará a trabajar contigo, espero que la apoyes y la ayudes con cualquier cosa que necesite. — Comentó Meyers durante el desayuno, porque a pesar de que Isabella ayer había ido a la empresa, no comenzó a trabajar ni se presentó con los demás empleados, únicamente Renata le explicó cuáles serían sus labores y la hizo firmar el contrato. Carla y Mariela abrieron los ojos de par en par al escuchar esto, también Daniel estaba sorprendido, pero este fingió no darle demasiada atención. —¿Qué? ¿pero ella qué hará trabajando ahí? No siquiera debe estar capacitada Fraçois, no creo que esto sea apropiado ni esté bien. — Se quejó Carla de inmediato, no le gustaba nada que Isabella cada vez ganará más terreno, ya tenia ganado el corazón de él, ya era su esposa y ahora encima quería trabajar en la empresa, esto se tornaba cada vez peor para ella. —Si, esta empresa es algo muy importante y entiendo que sea tu esposa, pero si no está capacitada no debería
Isabella en el auto se sintió un poco incómoda por lo sucedido, porque a pesar de que esas mujeres no le agradaban ella no quería causar problemas. —Recuerda que luego de salir de clases debes dirigirte directamente a la empresa, yo voy a organizar que te entreguen el almuerzo. — Dijo Meyers al estacionarse en la universidad donde ella estudia. —Está bien, gracias por traerme. — Susurró Isabella y se bajó rápidamente del auto y Meyers no tardó en alejarse. Mientras Isabella mantenía su vista fija en el auto, pensando en ese hombre que era un enigma para ella que intentaba comprender, alguien se acercó a ella. —Parece que conseguiste un sugar daddy, que patético, la digna Isabella ahora es una sucia chica que se acuesta con quién sea por un poco de dinero. — Se burló Valeria con una sonrisa de triunfo al llegar a dónde estaba Isabella que aún veía hacía donde se fue el auto un poco aturdida. —No digas tonterías, yo no me acuesto con nadie, así que no te atrevas a hablar d
Isabella cuando llegó al departamento de diseño se presentó amablemente, pero las personas simplemente la ignoraron y aunque se sintió un poco mal por esto, continuó con lo que le habían indicado que debería hacer hoy. —Isabella voy a necesitar que hagas algunos patrones, aquí te lo dejo. — Dijo una de las otras trabajadoras dejando unas cosas sobre su escritorio e Isabella frunció ligeramente el ceño.Ella ya tenia las indicaciones de lo que debía hacer y esto que le estaban pidiendo no estaba en el trabajo que tenía que hacer, pero como ella no deseaba que las cosas se volviesen un poco más complicadas, decidió que al terminar con todo, también podría encargarse de realizar los patrones, después de todo estaba segura que le quedaría algo de tiempo de sobra. Isabella estaba pensando en esto mientras se encargaba de realizar su trabajo, cuando poco después se acercó otra de sus compañeras. —Isabella voy a necesitar que retires unas telas y luego me las traigas aquí, necesito
Al día siguiente cuando Meyers despertó se sorprendió al darse cuenta de un pequeño cuerpo suave estaba muy pegado al suyo abrazándolo y de inmediato una sonrisa se formó en sus labios, está era la primera vez que ella se acercaba durante la noche a él y esto le agradaba mucho, le gustaba despertar con ella tan cerca, sentir su piel suave y ver su hermoso rostro de cerca. Ahora que lo pensaba quizás ella había tomado la iniciativa en su inconsciencia de acercarse a él finalmente porque ayer las cosas entre los dos parecían haberse calmado, ya no se sentía como si estuvieran en una guerra silenciosa, si no que él había sido amable con ella y por eso ella ahora estaba un poco más confiada a su alrededor. Pensando en esto se dijo a si mismo de que siempre debería tratarla muy bien, para que ella siguiera recompensándolo abrazándolo durante la noche y despertarse de esta maravillosa manera. En este momento estaba tan feliz que ni siquiera quería moverse y despertarla a pesar de que ya
Los días fueron pasando y tanto su relación con Meyers como con Bastián continuó mejorando y cada vez ella se sentía más cómoda en la mansión, a pesar de las miradas incómodas de Mariela, Carla y Daniel, pero hoy que no tenía clases en la universidad y tampoco debía ir al trabajo, tomó la decisión de ir a ver. Oscar, ya que tenía muchos días sin ver al niño, ya lo extrañaba y sabía que probablemente él también la echaba de menos. —Bueno nos vemos luego, voy a salir a dar una vuelta. — Dijo ella mirando a Meyers y él de inmediato frunció el ceño. — Adiós Bastián, nos vemos en la tarde, te voy a traer un dulce delicioso. — Prometió ella mirando al niño con una sonrisa antes de acercarse y darle un beso en la frente. Ella estaba muy contenta de comenzar a llevarse bien con él, era un niño realmente lindo y ella ya lo quería mucho. —¿y no puedo ir contigo? — Preguntó él, hace un par de días ella, él y su padre habían salido a comer helado y se habían divertido mucho, por lo que pe