— El nombre de ella es Chloe y el de él es Vincent. — Respondió Meyers, mientras Isabella aún observaba la situación un poco descolocada. — Que lindos nombres, ¿Puedo cargarla a ella primero? — Cuestionó Gerard, Meyers era su único hijo, había querido tener una niña también después del nacimiento de él, pero su esposa tuvo muchos problemas de salud después hasta que murió y este deseo nunca lo pudo cumplir, pero ahora tenía una nieta preciosa. — Está bien. — Aceptó Meyers entregándosela y la sonrisa de Gerard se ensanchó. — Que linda princesita, yo soy tu abuelo, el mundo será tuyo, tendrás todo lo que quieras. — Le prometió a Chloe quien le sonrió hermosamente y el corazón de Gerard se derritió mucho más ante su encantadora nieta. — Yo soy tu abuelo también campeón. — Le dijo con una sonrisa a Vincent que lo miraba con curiosidad. — Bastián, ¿No quieres conocer a tus hermanitos? Acércate. — Pidió Meyers y el niño se acercó frunciendo el ceño ligeramente. — Hola. — Lo saludó Vinc
Meyers esquivó su golpe ágilmente y le dio un puñetazo en la cara, que descolocó a Daniel, aunque este último estaba dando lo mejor de sí, prácticamente luchando por su vida y era muy bueno peleando, no era rival para Meyers, que parecía una auténtica máquina de pelea. Meyers estaba furioso, buscando desquitarse por todo lo que pasó, por perderse el nacimiento de sus hijos, por no poder estar con Isabella y por lo que ella había tenido que sufrir, porque sabía que ese tiempo en el que estuvieron lejos, ella la había pasado mal. Cuando Daniel cayó al suelo después de recibir el último golpe de Meyers, su boca estaba sangrando y todo su rostro estaba muy lastimado. — Perdiste una vez más, ahora debes asumir tu castigo. — Espetó Meyers con una sonrisa, él también estaba lastimado, pero no como Daniel. — François yo soy tu primo, no puedes hacerme esto.— Dijo Daniel con dificultad sin poderse levantar, totalmente adolorido. — Debiste pensar en eso antes de hacer todo lo que me hicist
La mente de Meyers se llenó de recuerdos, los de toda una década, como una especie de película muy rapida y él se separó del beso tomando su cabeza entre sus manos conmocionado, porque era demasiado y su cabeza empezó a doler e Isabella lo miraba preocupada, preguntándole que estaba sucediendo, sin obtener ninguna respuesta de su parte, estaba muy sumergido en todos esos recuerdos, intentando ordenarlos, pero cuando él recordó lo último antes del accidente, cuando llegó a casa y no la encontró, viendo que solo había el acuerdo de divorcio, sintiendo de inmediato como el miedo a perderla lo inundó y su corazón se llenó de ansiedad y la abrazó fuertemente. — Está vez no puedes irte de mi lado, no puedes dejarme otra vez. — Espetó ansioso abrazándola, al volver sus recuerdos también lo que sintió en ese momento en el que ella se fue y ya no quería volver a sentirse de ese modo nunca más. Ya había pasado dos años sin ella, no podía estar mucho tiempo más, la quería por siempre a su lado
A pesar de que Meyers no quería separarse de Isabella y los niños tuvo que hacerlo, porque ahora que había recordado todo, sabía que la muerte del padre de ella había quedado impune y además él había enviado a su antiguo asistente a comprarles esa empresa a los tíos de ella, así que esto debería estar en su poder, necesitaba averiguarlo porque quería dársela de regalo a Isabella. Otra cosa que le preocupaba bastante era la muerte de su antiguo asistente, ahora que podía recordarlo se sentía mal por él y estaba seguro de que su muerte definitivamente no había sido un suicidio si no un asesinato, probablemente el culpable de esto era Daniel y ya no podía pagar por lo que hizo, ahora lo único que podía hacer era recompensar a la familia. Cuando llegó a la oficina de inmediato comenzó a buscar si aún mantenía está empresa entre sus propiedades y si lo estaba, aunque esté tiempo no la había tomado en cuenta y no había invertido en ella para que volviese a retomar sus operaciones. Afortun
Habían pasado unos cuantos días en los cuales la pareja y los niños estaban siendo muy felices, Meyers no dejaba de consentirlos e incluso se había tomado unos días libres para pasar todo el tiempo posible junto a su hermosa familia. Hoy por fin le podría dar un regalo a Isabella que se había retrasado mucho y para eso había planeado llevarla a un precioso restaurante. Sonia se quedaría al cuidado de los niños. — ¿Estás lista princesa? — le preguntó Meyers sonriendo, mirándola completamente hipnotizado por su belleza. — Si, vamos. — Respondió Isabella con una sonrisa, amaba cenar con los niños, pero también quería pasar una noche romántica a solas con él. — Te ves increíblemente hermosa. — La elogió y las mejillas de ella se inmediato se ruborizaron. — Gracias, tú también estás muy guapo. — Susurró Isabella y Meyers sonrió antes de darle un beso en la mejilla. Después de que salieron de la habitación, Isabella se despidió de sus bebés, dándole un beso en frente a cada uno y lueg
— Quiero darte la noticia que tus tíos ya están en la cárcel, esperando el juicio por lo que hicieron, ellos son los culpables de la muerte de tu padre y lo que pasó con la empresa, pero te aseguró que pasaran el resto de sus días tras las rejas. — Dijo Meyers, no quería dañar el ambiente haciendo que ella se pusiera triste al mencionar la muerte de su papá, pero tenía que decirle esto, ella necesitaba saber que por fin se había hecho justicia para estar más tranquila. Para dejar atrás todo ese pasado triste y concentrarse en el presente y futuro en los que sería muy feliz, él se encargaría de que en su presente y futuro solo tuviera felicidad. Isabella al escucharlo se quedó conmocionada por un momento antes de que sus ojos volvieran a cristalizarse, al sentir que un enorme peso que no sabía que tenía en su corazón desaparecía, haciendo que pudiera respirar con más facilidad al saber que su padre por fin obtendría justicia. Que los que le hicieron daño pagarían finalmente. «Papá,
Habían tardado unos cuantos meses para casarse porque querían esperar primero el juicio por la muerte del padre de Isabella y además también se habían retrasado por el intento de secuestro de Óscar, ya que algunos familiares del niño habían intentado llevárselo para hacerle daño debido a que deseaban quedarse con lo que a él debería pertenecerle, pero la señora Ortega, la esposa de su difunto padre biológico lo salvó dando su vida y él se había convertido en el heredero de una fortuna, aunque le estaba costando a él y a su madre asimilar todo, estaban adaptándose a su nueva vida y una vez que las personas que intentaron dañarlo fueron atrapados y los tíos de Isabella fueron condenados, todo comenzaba a tomar su curso. Entonces se empezó a preparar la boda de los sueños de Isabella y todo era justo como lo había soñado, a excepción de que no tenía a sus padres acompañándola, pero sabía que ellos en este momento debían estar felices por ella, porque ahora ella formaría su propia famili
— ¡Pase, adelante! Isabella agarró el CV con sus manos un poco temblorosas, el papel aún está caliente, estaba recién impreso y ella estaba muy nerviosa por dentro, era su primera entrevista. Quería conseguir el trabajo, necesitaba esta oportunidad desesperadamente porque era muy importante para salvar a su padre y tenía que conseguir dinero cuánto antes. Pero, irónicamente, nada de la experiencia laboral que figuraba en ese papel era real, salvo su nombre, porque incluso su edad era falsa. Excepto por su fluidez en inglés y francés. Este trozo de papel era, más o menos, la mayor mentira que había dicho en su vida. Había encontrado la oportunidad de trabajo bien remunerado en un sitio web de servicios hoteleros. Era una oferta especial y urgente, no la había podido desaprovechar, por eso se apresuró a venir sin importarle nada más. — Hola Sr Ramírez, este es mi currículum. El puesto para el que me entrevisto es de personal temporal para el vestíbulo de banquetes. Los ojos del ent