—no, no lo está, ven aquí por favor llora en mi pecho saca todo el dolor—Arturo trataba de ser tan comprensivo a pesar de estar en un estado dolorosamente difícil para él —tú estás herido todo por ayudar a buscar a mi padre, te lanzaste de un barranco arriesgando tu propia vida y aún así quieres seguir lastimándote conmigo donde ni caminar puedes sin ayuda—Arturo como pudo trató de dar algunos pasos, iba a caer pero laila fue muy rápida y lo sostuvo —ven aquí, te llevare al cuarto en este estado será mejor que no te esfuerces—Limpio su nariz pero era imposible no llorar mientras caminaba con él ayudándolo para que no caiga debido a sus heridas, las lágrimas iba goteando Arturo iba observándola como a pesar del dolor trata de ayudarlo, entraron a la mansión —déjeme ayudarla luna—Dijo un guardia acercándose a ellos pero ella se negó —no, déjeme ayudarlo a mi puedo con esto—El peso de Arturo la estaba empezando a cansar ya que cada vez más estaba más pensado y aunque la fuerza d
Arturo no había pegado un ojo en toda la noche, laila dormía profundamente el cansancio la venció, aún seguía sobre el pecho de Arturo con sus labios entre abiertos mientras que él la observaba con tristeza, era imposible no hacerlo —si kevin no está muerto ¿que crees que le haya pasado?—Gabriel le hablo a Arturo y este solo suspiró —no lo sé, esto es complejo pero de lo que si estoy seguro es que no descansaré hasta encontrarlo y si hay alguien detrás de todo esto sabrá de lo que puedo llegar a ser capaz, nadie hace llorar a nuestra mujer—Pasaron unas horas más y Arturo poco a poco se fue quedando dormido, laila despertó mojada de sudor y con mucha incomodidad, su cuerpo estaba caliente y su abdomen bajo palpitaba deseando a Arturo, entro a la regadera y se duchó con agua fría pero aún así se miró al espejo sus ojos marrones estaban más claros y sus pechos se notaban más grandes y otra vez la incomodidad que no cesaba, ahora su frente sudaba colocó ropa interior prácticamente tem
—por favor deja de llorar, llevas así desde que llegaste aquí—Akira no había parado de llorar en el templo de las Ninfas, su corazón estaba roto necesitaba a su lobo cerca de ella, podía sentir la tristeza del alma de naim a pesar de la gran distancia.—necesito verlo por favor, siento que me quemo—Su abuela la miraba y la escuchaba con tristeza y las demás ninfas —hijita, no puedes ver a naim, aún así de nada servirá que te hallamos traído hasta acá, tus emociones despiertan más si estás cerca de él ya que el te hace vulnerable su cercanía—La puerta fue tocada y una persona que Akira aún no había visto apareció ante sus ojos—¿por qué llora mi pequeña?—Akira levantó su cabeza y vio a Damián su abuelo llenándose de emoción al verlo corrió a él lanzándose a sus brazos y abrazándolo con fuerza—ya ya mi pequeña, no debes estar triste eso entristece al abuelo—Decía mientras acariciaba la espalda de ella y daba palmaditas.Luego de unas horas Akira fue forzada a comer y ducharse y s
—AHG—Un sonido húmedo y un quejido de parte de Arturo fue el que salió cuando ambos se separaron del nudo debido a la rapidez con la que ella se salió de él.—eres una loba muy salvaje, no quiero lastimarte pero si sigues así de inquieta llamaré al lobo feroz—Laila le gruñó mirándolo a los ojos, los de ella se encontraban totalmente rojos y cada vez más era más fuerte su aroma impidiendo que el miembro de Arturo deje de estar duro.Laila se hallaba sobre él aún luego de salirse pero su instinto salvaje y su celo no le permitían durar más de veinte minutos sin querer volver a ser embestida por Arturo, él aún podía soportar más así que vio en los ojos de ella la lujuria y el deseo que tenía de volver a ser llenada por él quien sin pensarlo la tomó por el cuello atrayéndola hacia él y besándola salvajemente.Laila chupaba el cuello de Arturo dejándole visibles moretones y una que otra mordida a su piel blanca disfrutando del tacto embriagador de los fluidos de ambos —ahhh—Gemía laila
—VAMOS, ES HORA DE MARCHARNOS—Naim andaba con un grupo de veinte lobos buscando por el bosque cualquier indicio de kevin pero la búsqueda fue en vano llenándolo de frustración, se habían adentrado al bosque profundo con cualquier esperanza de encontrarlo, la hora de partir había llegado y con las manos vacías otra vez . Naim corría a casa a gran velocidad con mucha frustración.—buen trabajo chicos—Espetó naim llegando a la mansión juntos sus lobos y despidiéndose de ellos, desde muy temprano en la mañana había salido con el grupo detrás del rastro de Kevin, subió las escaleras de la entrada de la casa y terminó por entrar al despacho —AHHHHH—Soltó un grito de impotencia llamando la atención de Deimon y se lanzó a una silla bajando su cabeza y todo su cabello cayo hacia delante —supongo que ese grito es de frustración porque no hallaron nada——ni si quiera una huella Deimon, ni una huella—La puerta fue abierta y una linda muy triste con ojos hinchados y cabello desaliñado apare
Eliot miró hacia las escaleras escuchando la voz que le había hecho aquella pregunta, dentro de él algo se removió había sentido algo de nervios por primera vez desde su llegada a la manada—eh señora Abril, no he sonreído en lo absoluto——¿me llama usted ciega señor eliot?—Eliot de rasco la garganta varías veces antes de responder pero era muy astuto como para hacerse quedar mal delante de ella—bueno si he sonreído pero es debido a que me han dado buenas noticias, nuestras viviendas están casi listas—Abril terminó por acercar mirándolo directo a los ojos le dio una sonrisa con los labios sellados y asintió abriendo la puerta y entrando al despacho dejándolo solo nuevamente. —no negaré el buen gusto del alfa Deimon—Dijo eliot en sus adentros al ver cuando Abril le dio la espalda—pero prefiero el poder de aquella alma inocente—Se volvió a decir así mismo su plan cada vez estaba mejorando más, cada cosa estaba en su lugar pero no era tiempo de dar el golpe final habían muchos det
—Vamos ¿es todo lo que tienes?——no puedo más——¿y crees que con ese mínimo fuerzo lograrás marcharte de aquí en un año?——basta Karen, Akira ven aquí cariño—Caminó hasta su abuela cansada bajo los rayos del sol que le quemaban la piel, sus cachetes estaban rojos había estado bajo el sol mucho tiempo. Akira no era la típica niña con fuerza sobre natural al contrario su fuerza estaba en sus emociones.—no puedo, es tan difícil para mi ni si quiera tengo fuerzas para sostener una espada—Su abuela acarició sutilmente el rostro de ella y le dio una sonrisa reconfortante —todo comienzo es difícil mi pequeña pero no imposible, eres más de lo que tú mente puede creer y tengo tanta fe en que lograrás ser mejor que todas aquí, la fuerza poco a poco incrementará pero tienes que entrar en mente las palabras yo puedo—Akira cerraba sus ojos y respiraba pesado mientras su abuela acariciaba su rostro y le hablaba —tengo miedo de no poder—Replicó ella, con cansancio visible en sus palabras y s
—es todo por hoy, ve al lago te sentirás mejor después de estar ahí.—Creo que esas fueron sus únicas palabras amables desde mi llegada aquí, la vi marcharse mientras terminaba de levantarme del suelo sin fuerzas, mis ropas estaban sucias, mi pelo igual, cada parte de mi dolía no tenía idea cómo había podido soportar más de ocho horas de arduo entrenamiento, aunque no sabría si eran ocho o más, no lo sé con exactitud, el tiempo aquí pasaba tan lento.Karen es de apariencia dura, rasgos sombríos, la miras a los ojos y no sabes si en ellos hay tristeza, enojo o ganas de asesinarte, pareciera como si odiará al mundo, como si no le tuviera miedo a nada no es como que tenga piedad aunque seas débil. Usa unas sandalias que llegan hasta sus rodillas y un vestido corto que cubre bien sin dejarle ver nada en lo absoluto, encima tiene una armadura y lleva su pelo con dos trenzas largas, su piel es bronceada y sus ojos son de color marrón, mide al rededor de 6 pies de altura, pareciera una loba