—Feliz cumpleaños amor —me dice Matt y se acerca para darme un beso en los labios— te compre estas rosas —me entrega el ramo, yo lo tomo y lo acerco hasta mi rostro para oler las flores.
—Gracias amor —le digo con una sonrisa desbordante— son hermosas, me encantan.Todos los allí presentes nos estaban mirando, incluida Alejandra, sus miradas desbordaban ternura, yo me intimide en ese momento, no me gustaba ser el centro de atracción, Ale entendió y dejo de mirar y le hablo a todos.—Bueno, bueno, bueno, ¿que creen que esto es un show? Sigan con lo suyo y dejen de mirar para acá.—Ale, Sheee, no seas así —le digo acercándome a ella, se que me quería ayudar pero me daba más vergüenza si armaba un espectáculo. —Lo siento amiga, pero es que se pasan de chismosos —me dice ella en un susurro— y se que este tipo de cosas te incomodan porque no estás acostumbrada.—Gracias, pero déjalo así —le digo y le abrazo para agradecerle.Matt pidió otra silla y se sentó jun—No me mires así —le digo algo apenada.—Es que es imposible no mirarte, realmente eres hermosa.No supe que decir en ese momento, solo pude sonreír ante aquel comentario, Matthew se acercó hacia mi y subió una de sus manos hasta mi mejilla derecha y comenzó a acariciarla delicadamente con su dedo pulgar.—Tu hermosura se puede comparar con la belleza misma del universo, hasta podría decir que el mismo cielo te envidia, por tener esa belleza que se compara con el, pero que apreciamos aún más de cerca y podemos palpar con nuestras manos.—Que hermosas palabras —le digo sonriendo y tomando entre mis manos la suya— eres aquello que tanto anhele tener y que pensé que nunca iba a tener, pero ya veo que la vida me dio la oportunidad de poder conocerte y llegar a amarte como nunca antes he amado.Ese era nuestro momento, aquellas palabras me salieron tan fácilmente de mi corazón, cosa que al ser una chica tímida y reservada no creí que algo así iba a salir de mi boca, pero y
Iban transcurriendo los días, Matthew últimamente se encontraba muy ocupado en la empresa; por lo poco que me contó, estaba concretando un negocio muy importante con un cliente, el tipo era algo exigente, pero eso era algo que le gustaba mucho a Matt ya que, decía que así se notaba más la seriedad de aquel hombre.Matthew llegaba tarde a casa, y aunque se encontraba cansado siempre se tomaba un tiempo para ver a Luisa dormir un rato, se sentaba en una silla en la habitación de la niña y la observaba, yo me acercaba a él y le empezaba a dar masajes, acariciaba su cabello hasta que se relajaba, conversaba un rato con él, esas noches como se hacía tarde Alejandra y yo teníamos que quedarnos a dormir en su casa para que él no tuviera que salir a llevarnos, porque aunque le insistía en que podría prestarme el Chevette para irnos a casa el me decía que no, me decía que a esa hora podría andar un borracho en la calle y podríamos tener un accidente y él no quería que eso sucediera.
Me encontraba en mi cama cuando de repente tocan la puerta bruscamente, yo al escuchar el sonido pegué un pequeño salto del susto, puse mi mano derecha en mi pecho y en seguida me levanté al oír la insistencia al tocar, salí de mi cuarto y me dirijo a la entrada para abrir.—Abby, necesito un favor tuyo —dice Mattew entrando con Luisa en sus brazos, estaba algo alterado.—¿Que pasa Matt? —pregunto preocupada— ¿le sucede algo a Luisa?—Ammm, ¿Luisa? No, no le pasa nada, solo necesito que me la cuides por un par de días, mi mamá esta enferma y necesito ir donde ella esta,ella vive en Francia —me dice algo desesperado.—¿Cuidar yo a Luisa? ¿sola y sin saber hasta cuando? Ella esta acostumbrada a mi pero, —me detuve a pensar un momento— no creo que ella se quede varios días tranquila conmigo ya tiene por costumbre a que todas las noches duerme contigo y, me da miedo si le llegara a suceder algo mientras está conmigo, no olvido lo que pasó aquella vez mientras estaba sola con
Llego la hora de almuerzo y Matthew y Cassandra aún no habían llegado, se me hacia extraño que Matt no me haya enviado ningun mensaje y no había llamado.—Matthew y la señora Cassandra aún no han llegado —dice Alejandra de repente como si hubiese leído mis pensamientos— y es raro que no te haya avisado nada.—Tal vez tenían mucha gente delante para la consulta —le digo tranquilamente.En ese momento me llega un mensaje."Amor, voy a comer con mi madre por aquí, me dijo que le apeteció comer comida Italiana, así que, no vamos a llegar a almorzar con ustedes, perdoname ¿si?" —era un mensaje de Matthew, lo comprendí inmediatamente, su madre quería aprovechar el tiempo con él."Esta bien amor, ve tranquilo, almorzare con Alejandra y Luisa , espero que disfruten su almuerzo, aprovecha de pasar el tiempo con tu madre, ya que estas aqui" —le respondo en seguida.—Señorita Abby, señorita Alejandra, la mesa ya está servida —anuncia la señora Alicia, ella era la encarg
Ya han pasado varios día desde que Matthew decidió darle la noticia a su madre sobre nuestro compromiso, Cassandra ha reaccionado muy bien, por ahora no tiene quejas de mi, además me agradeció por el amor sin condición que le he dado a Luisa, para ella esa pequeña era alguien muy valiosa, también se sentía agradecida porque no dude desde el primer instante en ayudar a Matthew a salir adelante en su carrera de paternidad, cuando Matt le contó la historia de como nos conocimos se quedó boquiabierta, lo que yo había hecho no cualquier chica lo hubiese hecho, más si se trataban de sifrinas o mujeres interesadas.Cassandra ha mejorado mucho desde la llegada de Matthew y también la presencia de Luisa la ha ayudado un montón, el día en que escucho a la pequeña decir papá de sus ojos brotaron unas pequeñas lágrimas, yo aproveché ese momento y puse a Luisa a que diera unos pequeños pasos hacia ella, su emoción es algo que nunca se me borrará de mi memoria, en ese instante no pudo contener
Salimos de la habitación y nos dirigimos por el largo pasillo que daba hacia la sala de espera, quedaba cerca del área de cirugía, al llegar vi a Cassandra sentada en una silla con un café en sus manos.—Querida, que bien que ya pudiste salir —dice Cassandra levantándose.—Si, gracias a Dios, ¿no han dado noticias de Alejandra? —pregunto impaciente.—Aún no, pero la bebé está en el área neonatal, esta muy bien, no le sucedió nada.—¡Que buena noticia! —digo aliviada— pero me desespera no saber nada aún de Alejandra —digo con la voz quebrada.—Tranquila amor —me dice Matthew mientras me abraza, pasa su mano suavemente por mi cabeza, acaricoandola, mientras yo derramaba lágrimas en su pecho, en sus brazos encontré un refugio en ese momento.Pasaron varios minutos, nos encontrábamos sentados esperando a que saliera alguien a darnos noticia de Alejandra, de por si que mi paciencia no era uno de mis fuertes, en este momento se había vuelto una tortura, pero no pod
Ya ha pasado un mes desde que Alejandra salió del hospital, ya incluso había ido a su última cita para ver que sus huesos habían cicatrizado bien, todo este tiempo la había ayudado con el cuidado de Alondra, la bebé ya estaba más grande y gorda, tenía unos cachetotes como unas fresas, rosaditos, me provocaba comérmela a besos.Ya estaba cerca el cumpleaños de Luisa, como faltaban unos días decidimos hacerle una pequeña celebración en casa de Cassandra y después regresaríamos a nuestra ciudad. Una mañana decidí salir con Luisa para comprarle la ropa que usaría en su cumpleaños, la lleve conmigo para medirle el vestido y asegurarme de que le quedara bien, por la mala experiencia que había tenido en el accidente, decidí que lo mejor sería tomar un taxi.Salgo de la casa con Luisa en mis brazos y nos dirigimos hacia la calle, ya había llegado el taxi que habíamos llamado, subimos al vehículo y el chófer arrancó, le dije el nombre del centro comercial al cual íbamos a ir; yo iba en
Capítulo finalYa ha pasado un año desde aquel incidente, todo este tiempo no fue fácil para mí, dure varios meses sin poder salir de casa porque temía que me ocurriese lo mismo de nuevo, aunque ya Elisa estaba muerta, no podía evitar tener pesadillas en donde era maltratada por aquella mujer que me hiso tanto daño.Matthew al ver que me encontraba mal, llevó a un psicólogo a casa para que me atendiera, para ayudarme a superar ese trauma que marcó mi vida; Alejandra estuvo un tiempo conmigo, pero tuvo que ir a casa de su madre ya que debía llevar a Alondra para que la conocieran sus padres, de igual forma Ale no estaba para atenderme, ella debía ejercer su rol de madre y no era justo que desperdiciara tiempo en mí.Cassandra se mudó con nosotros, ella fue quien atendió a Luisa durante todo este tiempo, me alegraba ver que por lo menos Luisa no se vio afectada psicológicamente por aquella experiencia, me imagino que se debía a que ella no fue maltratada como yo, por lo me