RENZOEstuve dentro de ella y maldición, ya se ha convertido en una adicción, ella es todo lo que necesito en el mundo, no es fama, poder, ser el líder de la mafia italiana, nada de eso tiene sentido si no es con ella, cuando la penetré, su coño estaba tan estrecho, que por un segundo casi me vengo como un maldito mocoso que apenas tiene su primera vez, la hice mía, solo mía, y es así como planeo que siga siendo. Aún quedan muchas cosas por hablar, como el hecho de que me quiero divorciar de Anasyn, y de que pienso hacerme cargo de mi hijo, ese fue el único detonante que hizo que la dejara, por lo que dijo, yo tampoco quiero perder a un segundo hijo, mucho menos del mismo modo en el que ella perdió al nuestro, la noticia la sigo procesando, íbamos a tener un pedazo de carne de los dos, un ser que habíamos formado ambos, y ahora, tendré un hijo con una mujer que ha quedado claro que no amo y que no tengo la mínima intención de hacerlo en un futuro cercano ni lejano, ella lo entiende,
DALILA¿Cómo es que acabé en otra pesadilla, siendo que he escapado de otra? No lo sé, creí que estaba haciendo las cosas bien, se supone que solo tenía que lidiar con la orden y con la Cosa Nostra, hasta que Renzo decidió meter sus narices en donde nadie le ha llamado, no sé nada de Andrei, solo sé que el Boss ha mandado a que lo maten, solo espero que no lo logre, confío en que sabe cuidarse solo, se supone que tenía que cuidar de su espalda, sin embargo, en ese momento era él, la única persona en quien confiaba. Camino de un lado a otro, la incertidumbre me llena, después de que Maxim se enterara de que Renzo ha estado aquí, y que él era el intruso que uno de sus hombre había visto, me encerró en mi habitación, no hay manera en que escape y sinceramente no creo que lo pueda hacer, me tiene bien asegurada, tengo miedo, uno atroz, lo que le dije a Renzo es cierto, no se puede permitir perder a un hijo más, no importa quién sea la madre de este, él tiene una responsabilidad con la qu
DALILASi antes creía que todo estaba mal, ahora pienso que está peor, saber que Anasyn está en las manos de la Bratva, me da más temor, no por ella, sino, por el hijo de Renzo que lleva en el vientre, proceso cada una de las palabras que brotan de sus labios sin dejar de mirar cómo es arrastrada a no sé qué lugar. —Todo acto tiene consecuencias, Dalila, buenas o malas —dice con estupor. —No puedes, ella… —A mí no me digas nada, si tienes algo que hacer o a quien reclamar, es a la orden, ellos son los que me buscaron. Le miro mal. —Pudiste haber rechazado. —Podría decir lo mismo, pero no se te olvide que soy el Boss, un mafioso antes que un hombre enamorado de una víbora como tú, y un trato es un trato. Tenso el cuerpo. —Andrei tenía razón —cambio el tema con la esperanza de poder comenzar a pensar en un plan para hacer que Anasyn llegue de nuevo a Renzo—. Tú no me amas, solo estás obsesionado conmigo. Su gesto se enfurece más. —¿Eso es lo que dijo? —soy consciente de que ap
RENZOSecuestrada, eso es lo que han tardado en decirme, que mientras yo iba a Rusia a tratar de recuperar a la mujer que amo, y me la follaba, mientras yo llegaba y alteraba el orden de las cosas, la cosa nostra se estaba encargando de hacer un sucio juego para mantener la paz entre ambas organizaciones, sin mi autorización, sin siquiera consultarme, y eso es vender a Anasyn al Boss, sabiendo que está esperando un hijo mío, es un precio que no negó el hijo de perra, ahora no solo tiene a la mujer que amo, sino, a la mujer que está esperando un hijo mío. Anasyn no me puede importar menos, pero en su vientre carga mi semilla, y eso es lo único que la hace importante ante mis ojos, la orden me mira como un líder que se ha dejado manipular por una mujer, sí, lo es, y esa mujer es Dalila, lo dejaría hacer mil veces si el resultado fuera estar a su lado siempre. —Joder —rechino los molares. Necesito encontrar una solución antes de que me vuelva loco y no pueda salir de esto. Escucho ate
DALILA—Te amo. Me quedo con esa palabra que significó tanto para mí en el pasado, cuando Renzo y yo pensábamos que estábamos destinados a terminar juntos, no es así. Las cosas planeadas raras veces llevan a ninguna parte y me dejé llevar por mis instintos, un grave error que ahora estoy pagando, las imágenes de Anasyn siendo golpeada brutalmente por los hombres de Maxim, hacen que me remueva inquieta, poco a poco recuerdo todo. —Esto es solo el comienzo —dijo Maxim. Entonces abro los ojos de golpe, dándome cuenta de que estoy dentro de la que es mi habitación, el aire es fresco y siento un deseo inmenso por salir corriendo, hace mucho que no me sucedían estas cosas. Es como estar cayendo en un pozo sin fondo, sin que nadie me pueda salvar. El ahogamiento entre mis pensamientos turbios es lo que me mantiene con los pies sobre la tierra a veces. No en esta ocasión, pese a que fueron solo un par de segundos, me pude dar cuenta de que estaban pateando de manera brutal a Anasyn, ella
NARRADOR OMNISCIENTE—Dulces sueños, mi Dalila. Esas fueron las últimas palabras que escuchó Dalila, justo cuando sintió que la sustancia experimental de la que le había hablado Maxim, entrara en su sistema, al principio se sintió como un pinchazo de aguja, pero cuando él ya hubo terminado de introducirle toda la sustancia, el dolor comenzó, era como un estallido interno que le hacía pensar que estaba teniendo un derrame cerebral. Cosa que nunca había sentido, pero quiso unir esa sensación a la ocasión. Él le había dicho que aquella sustancia modificaba los pensamientos de una persona para después modificarlos a su antojo, en el pasado ya había escuchado acerca de que la mafia griega estaba haciendo experimentos con varias sustancias que todavía no se vendían en el mercado, pero que estaba segura de que ya estaban pensando en introducirlas en el gobierno. Los altos mandos lo pagarían por los millones que fuera y poder hacer de estas sustancias como una bomba su favor. Incluso en el
DALILAPASADOMi padre dice que nací para gobernar, pero no comprendo sus palabras, solo sé que me carga entre sus brazos con un ligero temblor de barbilla, mientras me besa la coronilla, sus ojos se han llenado de agua, pero no llora, no puede, él dice que cuando naces dentro de una familia italiana como esta, está mal visto que una mujer llore, porque nos hace débiles ante los demás. Llegamos hasta una de las entradas de un enorme palacio, así es como lo veo, con enormes ventanales y varias puertas, muchos hombres vestidos de negro caminan de un lado a otro, como si estuvieran revisando el aire invisible que se burla de ellos. —Tienes que portarte bien, ¿quieres? No me gusta el tono que ha empleado últimamente, me hace pensar que se está despidiendo de mí y no me gusta, él es todo lo que tengo y comienzo a tener miedo, solo tengo tres años y ya quiero salir corriendo de este sitio, el cual ya no me parece tan bello como los de los cuentos de hadas que me narra cuando estoy a punt
BOSSLa amo. Eso eso es en lo primero que pienso cuando la observo, casi la pierdo, los doctores han hecho todo lo posible porque ella esté bien, y lo agradezco aunque no lo demuestro, han sido las horas más difíciles de toda mi miserable vida, el saber que casi se me va de las manos hace que sienta el imperioso deseo de asesinar a todos y de explotar el mundo entero. —Te amo —susurro estando a solas. La necesito a mi lado, no la quiero perder, pero en este mundo hay veces en las que se tiene que tomar una decisión, no siempre es la mejor, pero es lo que hay. Ella es mi esposa, pero solo porque un papel tiene su firma, no nos une lo que más me interesa de ella; el amor. Y ese es un lazo que quise formar entre los dos por las buenas, traté de ser cariñoso, atento, de poner el mundo a sus pies, no obstante, al parecer, sacarle de la mente y del corazón a Renzo Martini, iba a ser una tarea casi imposible si iba por ese camino, así que decidí hacerlo por las malas, lo más rápido posib