ARCHER
Escucho claramente la conversación de Eloise con Emma, tengo mi mano en el picaporte de acero de la puerta de cristal, no se han dado cuenta de mi presencia. Después de hacer que Emma se retire, ahúmo las paredes de cristal para darnos privacidad. Eloise me mira detenidamente cada movimiento que doy, sin duda sabe lo que se avecina. ¿Cómo se atreve a meterse en mi vida privada y atosigar a Emma? ¡Por Dios santo! ¿Para esto te tomaste tiempo, Archer? quien sabe que otras cosas habrán pasado en mi ausencia.
Me dirijo hacia el sillón que adorna la oficina, tomo lugar y me dejo caer en el respaldo después pongo mi pie sobre mi rodilla, dejo descansar mi brazo en el sillón, luego miro en dirección a Eloise quien espera intrigada y curiosa lo que está a punto de pasar.
He ido a New York, me to
—Y se han escuchado sus gritos, todos miraban atónitos hacia la oficina, aunque no se podía ver mucho, los gritos eran impresionantes. Una compañera le contaba a una de limpieza el espectáculo que ha hecho Eloise con su hermano en la oficina principal, cuándo la puerta finalmente se abre después de no escuchar más gritos, se encamina una Eloise McMillan enfurecida colgando bruscamente su bolso de mano sobre su hombro, incluso podría decir que había llorado, por el rímel escurrido por media mejilla. Estaba sorprendida al ver que los hermanos tenían una riña, ¡Pero que riña! Lo que más fue impresionante es que fuese en el área laboral, a unos cuantos metros de distancia de todo el equipo de la revista. — ¿Verdad, Jones? —levanto la mirada hacia mi compa&n
Archer McMillan me está besando en plena acera, frente a un restaurante y ante gente desconocida que camina a nuestros lados. El corazón sigue haciendo "Pum, pum" y muy rápido. ¿Uno le puede dar un infarto de esta manera? Termina el beso, se separa de mí lentamente, abre por completo sus ojos y me observan detenidamente. Está esperando a que diga algo, pero las palabras han desaparecido. Su pulgar acaricia mi labio inferior y una sonrisa enmarca su atractivo rostro. — ¿Ha sido mucho? —no sé qué decir. —Vaya, Emma Jones no sabe que decir. —creo que me he sonrojado a más no poder, intento retirarme de su agarre pero Archer lo evita. —Sigues siendo mi jefe, Archer—tuerce los labios en desaprobación. —Lo sé, pero no e
ARCHER Pienso detenidamente en lo que he hecho: Confesarme ante Emma Jones, la pequeña fiera de cabello pelirrojo. Una sonrisa aparece en mis labios, doy un sorbo a mi licor. Repaso una y otra vez lo que ha sucedido hace unas cuantas horas. Sé que su corazón estaba latiendo deprisa por mí, pero Emma no sabe cómo aceptarlo, pero yo le ayudaría.Suena mi celular, sin mirar la pantalla y terminando el último trago de mi bebida, contesto. —Archer. —Pensé que no me contestarías…—cierro los ojos, empezando a enfurecer. —Debería no contestar ninguna llamada tuya. ¿Qué es lo que quieres, Eloise? —suelta un suspiro de frustración. —No quie
Había llegado finalmente el viernes, durante los días anteriores había evitado a toda costa a Archer McMillan. Creo que ha entendido que necesitaba un poco de ese espacio para pensar lo que estaba sucediendo. — ¿Te falta mucho? —escucho al otro lado de la línea su voz sensual. Levanto la mirada de mi monitor para mirarlo a través de las paredes de cristal de su ahora oficina. Layla cruza por enfrente y detengo lo que iba a decir para evitar que escuche algo. —Señor McMillan, estoy trabajando—puedo ver desde aquí como tuerce sus labios en desaprobación. —Trabaja mucho, señorita Jones. Una pregunta, ¿Quieres ir al bar Karma? —Layla vuelve a pasar cuándo estoy a punto de contestar, pero esta vez se regresa y entra a mi cubículo. Bajo el auricular
Me remuevo “Eres una zorra” “Zorra” “¿Lo sabías?” abro los ojos asustada e intento levantarme, pero el dolor aparece, me quejo fuerte, escucho pasos cercas, entonces puedo ver a Archer con el rostro recién despertado, corre por la habitación en busca de algo, intento reincorporarme poco a poco. Fue una pesadilla… —No te muevas, no te muevas, te vas a lastimar, Jones. —dice a toda prisa Archer. Me entrega un vaso de juego luego las pastillas. —Tómatelas. Lo hago. Luego me ayuda a recostarme. —Gracias. —De nada, pediré el desayuno, ¿Quieres algo en especial? —me doy cuenta de que no tiene una camisa puesta, puedo ver su dorso bien trabajado, no se le marca el “lavadero”
Un mes después,Fiesta anual de la revista MMStyle —La música ha llegado—le digo a Archer quien luce perfecto en su esmoquin. Él me observa de pies a cabeza. Después de un mes del accidente con Tim, de que confesara a Archer finalmente que me gusta, todo caminaba perfectamente. Es como si todo encajara como debe de ser. Y es la primera vez, léanlo bien, es la primera vez, que tenía paz conmigo misma, hacía lo que más me encanta hacer, me di la oportunidad con Archer, tenía mi aumento bien ganado por mi trabajo, la sección “Un roto para un descosido” es un súper HIT en mayúsculas… —Te ves hermosa en ese vestido, Jones—Archer me mira pícaramente, yo niego, por supuesto qué me veo hermosa, vestía por primera v
ARCHER Estoy sentado a un lado de Emma, estamos en el hospital, de nuevo. Hace un mes la había golpeado su ex, ahora, ha sido golpeada por dos personas y todo por una maldita carta. No había previsto esto, aparte brindar ayuda en su sección, podría acarrearle problemas. No lo había visto ese lado de la sección, obvio que si la gente reacciona, se irán sobre la culpable de abrirles los ojos, es la primera vez que algo así pasa, he arriesgado a Emma. Y todo es mi culpa. —Deja de pensar…Archer—levanto la mirada hacia Emma, y ahí está, con una media sonrisa en sus labios. Tiene unos raspones en su frente y tienen una pintan en color morado. Sus brazos están iguales, tuvo en su lado derecho de su ojo unas venas rotas, muestra una mancha roja, y un labio reventado, la miro,
E M M A —Tienes que decirle a Archer que te están amenazando, Emma, qué te han obligado a renunciar y dejar la sección, ¿Qué pasará con las otras personas que aconsejas? —armo mi maleta a toda prisa, Zoe intenta sacar las cosas del interior. — ¡Basta, Zoe! —le grito furiosa y con las lágrimas cayendo por mis mejillas. — ¡No! ¡Basta, tú, Emma! ¿Por qué huyes? ¡Existe la policía cibernética! ¡No puedes arrojar todo a la borda por la amenaza de esa mujer! ¡No lo voy a permitir! —grita Zoe furiosa lanzando la maleta al suelo. —Saben dónde vivo, sabe con quién me junto, sabe de ustedes, saben de Archer, hasta de Josh…—me siento en la orilla de la