—Creo que es hora de que vuelva a mi habitación y te deje descansar tranquilo —exclama Annie, levantándose de la cama, pero en ese momento, John la toma del brazo con cariño y la detiene.—No te vayas, Annie... Quedate conmigo esta noche —le súplica.—Pero John...—Te necesito, mi amor... Necesito de tus besos, de tus caricias, de tus abrazos, necesito sacar este dolor que esta destruyéndome el alma —John siente tanta tristeza y dolor que se le nota en su voz y Annie no puede decir que no a su petición. Ella vuelve a la cama para ser abrazada con los fuertes y musculosos brazos de John—te amo Annie... No lo olvides, pase lo que pase.—También te amo, John.Pasan varios minutos abrazados, en silencio, con los ojos cerrados.Pero en un momento, Annie siente que John comienza a acariciarla dulcemente, primero recorre sus brazos, lentamente, hasta llegar al final de su espalda, luego empieza a acariciarla por debajo de su camiseta, recorriendo la suave piel de su vientre, subiendo hasta s
—Oh no, creo que eso no es bueno —exclama Annie —John no está preparado para hablar en este momento.—Tendrá que hacerlo... o empezarán a hablar mal de él, sabemos que es muy doloroso por todo lo que está pasando, pero tendrá que salir o será peor.—Si, creo que tienes razón, Iré a hablar con él ...—Annie esta por salir de la cocina, cuando Leyla aparece—Sarah...—Hola, Leyla...—saluda con amabilidad —Solo dime Annie, por favor—le suplica, le llevará mucho tiempo reconocer ese nombre.—Está bien... Yo... Solo quería advertirte... Que tu padre está, en el despacho con el presidente—Annie abre sus ojos sorprendida, aunque sabe que Ronald es muy amigo de John y está aquí para apoyarlo, no por ella.—Gracias por advertirme. Creo que John no me necesita, por el momento.—Molly, prepárame dos cafés por favor, debo llevárselos al presidente—exclama Leyla.—Esta bien...—Leyla... —duda, pero algo dentro suyo le dice que tiene que ser ella la que lleve los cafés—¿podría llevar los cafés por t
John jamás se había sentido de esta manera. Después de la muerte de Max, sabía que tarde o temprano tendría que salir a dar explicaciones, pero no imagino que fuera tan pronto.Lamentablemente, en esta conferencia de prensa, se juega su prestigio, su humanidad, su lealtad hacia la gente, sin embargo... Nada de eso le importa, solo quisiera que sus acciones no perjudiquen a Annie, pero... Sabe que si habla de más, ella será el blanco de esos malditos traficantes.Después de varios minutos de intentar acomodar sus ideas, decide finalmente salir a dar la cara frente a la multitud de periodistas, nacionales e internacionales, que lo esperan en la sala de conferencias, esta vez no habrá discurso, ni nada parecido, solo hablara con el corazón y contará realmente lo que sucedió anoche en la fiesta.John, seguido de Ron y otro de sus asesores, toman asiento, esperando todas sus preguntas, que seguramente serán una más incómoda que la otra:—Hola a todos—comienza Ron—bienvenidos a la sala de c
John lleva durmiendo más de dos días después de su colapso. Demasiado stress, demasiada carga, durante meses, hicieron que su cuerpo no resistiera más.Robert estuvo pendiente estos días de su salud y vino a verlo cada vez que podía, lo bueno es que John esta bien, solo necesita descansar.Cuando despierte estará muy contento, los periodistas dieron a conocer las grabaciones, demostrando la inocencia de John y la conferencia de prensa fue todo un éxito, solamente se quedaron con la duda de la relación que existe entre ellos dos, pero no le han dado tanta importancia, las investigaciones periodísticas están centradas en el vicepresidente asesinado, su traición y sus delitos de tráfico de armas.Aunque Annie sabe que todavía nada a terminado, está disfrutando de estos días de absoluta paz, al lado de John, de quien no se ha separado en ningun momento.Esa tarde, después de atender a sus pacientes, el doctor Robert llega a la casa presidencial nuevamente para examinar a su amigo, encontr
-Annie... -John está tan contento que no salen las palabras de su boca.-John ¿qué sucede? ¿Qué quería ese señor? -pregunta ansiosa y preocupada.-Annie... acaban de encontrar a Michel... Está con Ronald... Quiere verte en este mismo instante-exclama John.-Tengo que ir, quiero ver a mi madre, quiero ver a Marcus, ellos tienen que estar bien, con él -Annie está muy nerviosa, pero feliz, no puede creer lo que está pasando. John comienza a levantarse de la cama, pero ella lo detiene-¿qué crees que estás haciendo? -pregunta sorprendida.-¿Acaso piensas que te dejaré sola en un momento como este?-exclama John.-No, no voy a permitir que te levantes de esa cama, tienes que descansar.-Annie... Por el amor de Dios, estoy bien, lo escuchaste a Robert, mañana puedo volver a mi rutina.-Si, pero me pidió que hoy descansaras, puedo ir sola.-No, Annie... Yo te acompañaré... Y vámonos, no perdamos más tiempo en algo que no vas a lograr, no te dejaré ir sola.John sube a su auto acompañado de Ann
Ronald sale de la habitación, para dirigirse a la oficina de Robert.Aún no puede creer lo que está sucediendo, después de 15 años de intensa búsqueda, por fin dio con ellas, pero jamás hubiese querido que sea de esta manera, no con Katherine muriendo y además teniendo que soportar el distanciamiento con su hija, sabe que no es fácil para ella, que prometió darle tiempo, pero ama tanto a Sarah y la echo de menos durante tantos años que es muy difícil para él.Después de recorrer el pasillo de la sala de espera, llega a la oficina y golpea la puerta, hasta que Rob le da permiso para entrar:—Hola Ronald, estaba esperándote. Toma asiento por favor —le aconseja.—Gracias, Rob... Solamente quiero que me digas la verdad, que seas sincero... ¿Hay alguna posibilidad de que Katherine se recupere? —pregunta Ron, esperanzado.—El cáncer de Kathe está muy avanzado, Ron, no ha tenido una buena calidad de vida, ni una alimentación equilibrada y aunque es una mujer muy joven su cuerpo está muy desg
Katherine despierta unas horas después. Al abrir los ojos se encuentra con Annie, su bella hija y a su lado Ronald Marshall, el hombre que amo y amará por el resto de su vida.—Hola mi amor —exclama apenas con fuerza, Annie se acerca a ella y dulcemente le da un beso en la mejilla.—Hola mamá, que bueno que has despertado ¿como te sientes?—pregunta con dulzura.—Ahora que puedo verte y saber que estas conmigo, me siento mucho mejor —responde Kathe con lagrimas en los ojos. Durante estos dos meses sin tener noticias de Annie había sido terrible, de solo pensar que había cometido un delito para pagar su tratamiento y de que podía estar en la cárcel le dolía el alma, pero ella está aquí, con su padre... Y tiene tantas explicaciones que darles a ambos, al menos se irá feliz, sabiendo que su niña no se quedará sola en este mundo.—Mamita, no sabes cuanto te extrañe, cuando pensé que Marcus y tu habían muerto creí que no podría soportarlo—confiesa Annie.—Mi niña, pensé que estarías en la c
En unas horas se realizará la cirugía de Kathe y Annie le tiene una hermosa sorpresa a su madre. Leyla estaba desesperada por volver a ver a su hermana y aunque lloro mucho cuando se enteró de la situación en la que se encontraba, le pidió a su sobrina poder visitarla en la clínica.La mujer entra en la habitación y cuando ve a Kathe, después de tantos años, se acerca a ella y la abraza con tanto amor y dulzura que no puede evitar que las lágrimas caigan de sus ojos.Annie decide dejarlas solas y se retira a la cafetería para encontrarse con John, al que no había visto en dos días por su apretada agenda presidencial.John no puede evitar darle un beso en los labios cuando se reencuentran, aunque sabe que las demás personas de la cafetería saben quien es, sin embargo, decidió que jamás volverá a esconderse y menos esconder su amor por Annie :—Hola John, no sabes cuanto te extrañe —exclama emocionada.—Yo también mi amor, pero fue imposible venir antes.—Lo sé, no tienes que excusarte,