-Annie... -John está tan contento que no salen las palabras de su boca.-John ¿qué sucede? ¿Qué quería ese señor? -pregunta ansiosa y preocupada.-Annie... acaban de encontrar a Michel... Está con Ronald... Quiere verte en este mismo instante-exclama John.-Tengo que ir, quiero ver a mi madre, quiero ver a Marcus, ellos tienen que estar bien, con él -Annie está muy nerviosa, pero feliz, no puede creer lo que está pasando. John comienza a levantarse de la cama, pero ella lo detiene-¿qué crees que estás haciendo? -pregunta sorprendida.-¿Acaso piensas que te dejaré sola en un momento como este?-exclama John.-No, no voy a permitir que te levantes de esa cama, tienes que descansar.-Annie... Por el amor de Dios, estoy bien, lo escuchaste a Robert, mañana puedo volver a mi rutina.-Si, pero me pidió que hoy descansaras, puedo ir sola.-No, Annie... Yo te acompañaré... Y vámonos, no perdamos más tiempo en algo que no vas a lograr, no te dejaré ir sola.John sube a su auto acompañado de Ann
Ronald sale de la habitación, para dirigirse a la oficina de Robert.Aún no puede creer lo que está sucediendo, después de 15 años de intensa búsqueda, por fin dio con ellas, pero jamás hubiese querido que sea de esta manera, no con Katherine muriendo y además teniendo que soportar el distanciamiento con su hija, sabe que no es fácil para ella, que prometió darle tiempo, pero ama tanto a Sarah y la echo de menos durante tantos años que es muy difícil para él.Después de recorrer el pasillo de la sala de espera, llega a la oficina y golpea la puerta, hasta que Rob le da permiso para entrar:—Hola Ronald, estaba esperándote. Toma asiento por favor —le aconseja.—Gracias, Rob... Solamente quiero que me digas la verdad, que seas sincero... ¿Hay alguna posibilidad de que Katherine se recupere? —pregunta Ron, esperanzado.—El cáncer de Kathe está muy avanzado, Ron, no ha tenido una buena calidad de vida, ni una alimentación equilibrada y aunque es una mujer muy joven su cuerpo está muy desg
Katherine despierta unas horas después. Al abrir los ojos se encuentra con Annie, su bella hija y a su lado Ronald Marshall, el hombre que amo y amará por el resto de su vida.—Hola mi amor —exclama apenas con fuerza, Annie se acerca a ella y dulcemente le da un beso en la mejilla.—Hola mamá, que bueno que has despertado ¿como te sientes?—pregunta con dulzura.—Ahora que puedo verte y saber que estas conmigo, me siento mucho mejor —responde Kathe con lagrimas en los ojos. Durante estos dos meses sin tener noticias de Annie había sido terrible, de solo pensar que había cometido un delito para pagar su tratamiento y de que podía estar en la cárcel le dolía el alma, pero ella está aquí, con su padre... Y tiene tantas explicaciones que darles a ambos, al menos se irá feliz, sabiendo que su niña no se quedará sola en este mundo.—Mamita, no sabes cuanto te extrañe, cuando pensé que Marcus y tu habían muerto creí que no podría soportarlo—confiesa Annie.—Mi niña, pensé que estarías en la c
En unas horas se realizará la cirugía de Kathe y Annie le tiene una hermosa sorpresa a su madre. Leyla estaba desesperada por volver a ver a su hermana y aunque lloro mucho cuando se enteró de la situación en la que se encontraba, le pidió a su sobrina poder visitarla en la clínica.La mujer entra en la habitación y cuando ve a Kathe, después de tantos años, se acerca a ella y la abraza con tanto amor y dulzura que no puede evitar que las lágrimas caigan de sus ojos.Annie decide dejarlas solas y se retira a la cafetería para encontrarse con John, al que no había visto en dos días por su apretada agenda presidencial.John no puede evitar darle un beso en los labios cuando se reencuentran, aunque sabe que las demás personas de la cafetería saben quien es, sin embargo, decidió que jamás volverá a esconderse y menos esconder su amor por Annie :—Hola John, no sabes cuanto te extrañe —exclama emocionada.—Yo también mi amor, pero fue imposible venir antes.—Lo sé, no tienes que excusarte,
Finalmente, Katherine es ingresada al quirófano, durante varias horas no tendrán novedades de ella. Annie está muy nerviosa, caminando de aquí para allá, por lo que John la toma del brazo y se la lleva hacia la cafetería, tiene una sorpresa para ella, que seguramente la pondrá muy feliz, a pesar de lo que esta sucediendo.Después de ordenar un café para cada uno, ambos se sientan frente a frente, y él toma su mano, entrelazando sus dedos, jamás imagino poder sentir algo tan maravilloso por una mujer y aquí está, enamorado y embelesado como un tonto.—Annie... Debes estar tranquila, verás que todo saldrá bien —exclama John alzando su mano para acariciar su mejilla.—Lo sé, John, pero es que... no puedo evitarlo, tengo mucho miedo que a mi madre le pase algo—comenta con tristeza en su voz, como le agradece a Dios contar con el amor y el apoyo de John en este momento.—Estoy seguro de que Katherine saldrá adelante, es una mujer muy fuerte, al igual que su hija...—John... ¿Puedes contarm
John no puede creer lo que está sucediendo... ¿en qué momento se complicó tanto su vida?No podria decir que antes del secuestro era sencilla, estaría mintiendo si lo dijera, pero jamás imagino que se encontraría involucrado en uno de los negocios más antiguos y crueles en la historia de la humanidad, como lo es el tráfico de armas.Si tan solo Max no se hubiese dejado llevar por su hambre de poder, nada de esto estaría ocurriendo. Él no hubiese sido secuestrado, su mejor amigo asesinado y la mujer de su vida en manos de esas personas tan peligrosas e inhumanas, capaces de asesinarla sino cumple con lo pactado.Las palabras de esos individuos aun rondan por su cabeza: “si no te unes a nosotros te enviaremos a tu mujercita en pedazos” realmente, se siente entre la espada y la pared, jamás podría ser parte de algo tan sucio, pero a la vez, de solo pensar en lo que debe estar sufriendo Annie, siendo maltratada y amenazada por esa gente, dentro suyo crece la duda y tiene que hablarlo con
Los días pasan lentamente para Annie. Ya no sabe si lleva, un día, una semana o un mes desde su cautiverio. La tristeza y las ganas de llorar inundan su vida, pero sabe que no debe darse por vencida, John y su padre no tardaran en sacarla de allí.Con la visita del joven desconocido no se siente tan sola, con sus palabras bonitas y compañía, hace que todo sea más soportable, aún no se sabe de quién se trata, pero está segura de que lo conoce, tiene sospechas, pero no puede asegurarlo, no ha vuelto a preguntar sobre su identidad, decidió respetar su derecho al silencio.Gracias a Dios, durante estos días, no ha vuelto a sufrir golpes, aún no ha tenido que usar el arma que le entrego el joven, ni siquiera se imagina usándola.En todo momento no deja de pensar en su madre, si estará recuperándose favorablemente de la cirugía, en John que debe estar desesperado por encontrarla y en su padre, había sido tan injusta con él, debería haberlo escuchado antes y quizás hubiesen compartido moment
—¡Cállate niña estúpida, tú serás la próxima, si él se cree más inteligente que nosotros, le voy a demostrar que no es así! —exclama furioso apuntándole con el arma en la cabeza. Annie esta aterrada, ni siquiera sabe cómo reaccionar, si no hace algo ese hombre acabara con ella, pero aún tiene sus manos atadas, incapaz de poder usar el arma del joven para defenderse.Sin embargo, en ese momento, escuchan una terrible balacera, al parecer un grupo de personas armadas irrumpió en el lugar.— ¡Señor! -exclama un joven que entra en la habitación— ¡debemos irnos, han venido por ella, no tenemos forma de defendernos, son demasiados!—¿Quiénes son?— pregunta sin perder su tranquilidad ni por un segundo.—El presidente John junto al servicio secreto.—Escúchame niña...juro que algún día terminaré con esto, John y tu caerán en mis manos, ya lo veras—el hombre sale rápidamente del lugar sin ser alcanzado por la balacera.Con desesperación, Annie intenta zafarse de sus ataduras y después de vario