**** Narra Valentina ****
Son más de las 11 de la mañana y Javier aún no llega, lo llamo a su teléfono pero no me contesta me estoy empezando a poner nervioso, no quería hacer esto pero no tengo otra alternativa.
Llamó a Gustavo para que me ayude a localizarlo.
—Hola Gustavo, disculpa que te llame a estas horas pero no sé nada de Javier ¿Puedes localizarlo por mi?
—Está bien, ya le llamó.No tardó ni 5 minutos y me regresa la llamada.
—Sra. Valentina me indica que ya va de camino pero va embriagado.
¡Javier tomando! No puede ser, gracias por tu ayuda.
A los pocos minutos escuchó que entra por la puerta, venía tan ebrio que no podía pararse bien.
— ¿Que te pasa? ¿Porque vienes as&
**** Narra Javier ****—Que dolor de cabeza tengo, no la aguanto.Salgo de la habitación y empiezo a buscar. Valentina pero no la encuentro, llevo mi mano al bolsillo derecho para buscar el celular y llamarla pero siento algo más, era su anillo de boda.— ¿Que he hecho?Le pregunto a uno de los escoltas que paso ayer.—Vino tomado, le reclamó a su esposa así que ella tiró el anillo y se fue.—Vamos a buscarla inmediatamente.—Le recomiendo que se bañé primero.No me había sentido el olor que tenía.—Tienes razón, me iré a cambiar.Voy a mi habitación, me dicho y cambio rápido.—Vamos a la casa, ahí debe de estar ella.
—Eso puede esperar para más luego, ¡Isabel!Salgo corriendo buscando a Isabel.— ¡Isabel espera!—Que quieres Javier.—Valentina ¿Dónde está?—Ella va camino a su casa, hoy en la mañana se fue temprano en el helicóptero.— ¿Cual helicóptero?—El del Hotel, ella estuvo aquí y ya sabía lo que podría pasar así que prefirió regresarse.—Iré a buscarla.— ¿Para que? ¿Para hacerla sufrir nuevamente?—Yo la amó y no quiero perderla.—El que se perdió eres tú, acabas de destruir lo que tanto te costó construir y el arduo trabajo de cada uno de nosotros.—Pero no la quiero perder a ella, yo la amo demasiado, ayúdame como puedo hacer para ir lo m&aac
EpílogoDurante estos 4 meses Valentina evitó que la directiva de Inversiones Santos renunciará.Valentina estuvo al frente de Fundación Amigos y Junto a Natalie iniciaron nuevos proyectos.Javier no muestra signo de despertar, pero sus acciones ya tuvieron las consecuencias, Valentina se da cuenta de los verdaderos planes pero decide no darle importancia.Natalie conoce su pasado y descubre cosas que su padre no le había contado.Notas finales.Agradezco a todos los lectores que han tomado el tiempo para leer esta obra, les invito a qué continúen está historia en su segunda parte titulado "Un pobre llegando al poder - Vol II - La esposa".También les animo a leer mi primera obra con título "Shadow - De la felicidad hacia la tristeza y un rayo de luz", disponible en Buenovelas.
Actualizacion 2025.He recibido algunas peticiones de continuar esta historia, pero no como parte de un segundo libro, sino como uno mismo, asi que escribire una continuacion, omitiendo los hechos ocurridos en la segunda parte de la esposa. Agradezco a los quee han seguido este proyecto desde 2022.
Valentina se quedó en silencio junto a la cama de Javier, observándolo con una mezcla de angustia y esperanza. Sus manos temblaban mientras acomodaba la sábana sobre su pecho.—No puedo creer que esto esté pasando otra vez —susurró, más para sí misma que para Isabel.—Al menos esta vez sabemos que hay posibilidades de que despierte —respondió Isabel con suavidad, apoyándose en el respaldo de una silla.El médico había sido claro: la actividad cerebral de Javier era estable, pero su cuerpo necesitaba tiempo para recuperarse. Los episodios de dolor de cabeza y los recuerdos fragmentados eran señales de que su cerebro estaba tratando de reconstruir lo que había perdido.—Voy a quedarme con él —dijo Valentina con determinación—. No pienso dejarlo solo.—Sabía que dirías eso —respondió Isabel con una leve sonrisa—. Pero no puedes descuidarte. Yo me encargaré de que no te falte nada aquí.Valentina asintió, aunque en su mente solo existía una prioridad: Javier.Horas después, cuando la noch
La casa estaba sumida en una quietud inquietante. Cada rincón parecía impregnado de recuerdos y promesas rotas. Valentina se movía por los pasillos con pasos ligeros, como si temiera romper el frágil equilibrio del silencio. Su mirada se perdía en las paredes que antes resonaban con risas y conversaciones. Ahora, todo parecía envuelto en un velo de melancolía.Javier estaba en la habitación principal, rodeado de equipos médicos que zumbaban suavemente, una pequeña isla de tecnología en medio de un hogar que solía vibrar con vida. Desde que lo habían traído del hospital, Valentina había insistido en cuidarlo en casa. Decía que tal vez, al estar en un ambiente familiar, podría encontrar la fuerza para despertar.Ella se sentó al borde de la cama, tomando la mano de Javier entre las suyas. Su piel estaba cálida, pero sin la respuesta que tanto anhelaba.—Si tan solo estuvieras despierto, nada de esto estaría pasando —susurró, su voz apenas un murmullo en la penumbra.Las lágrimas rodaban
La casa permanecía en un silencio casi sagrado. La presencia de Dylan había traído un alivio palpable, pero también una nueva oleada de responsabilidad. Valentina sentía el peso de cada decisión que debía tomar, cada paso que influiría no solo en su vida, sino en la de todos aquellos que confiaban en ella.Después de la conversación en la habitación de Javier, Valentina y Dylan se sentaron en el salón. Las ventanas abiertas dejaban entrar una brisa suave, pero el ambiente seguía cargado de tensión.—¿Has hablado con el abogado de papá? —preguntó Dylan, su tono directo.—Sí. —Valentina dejó el documento sobre la mesa de centro—. Ha estado intentando tomar el control de las decisiones empresariales, argumentando que tiene poder notarial. Pero con esto... —Señaló el documento—. Podemos detenerlo.Dylan asintió, sus ojos recorriendo las líneas del testamento en vida.—¿Crees que intentará pelearlo?—No lo dudo. Ha mostrado su verdadera cara desde que Javier entró en coma. Y no me sorprend
La salida abrupta del abogado dejó una tensión palpable en el aire. Valentina y las chicas se quedaron en silencio unos momentos, como si cada una estuviera procesando lo que acababa de ocurrir. Dylan fue el primero en romper el silencio.—No me fio de él. Si ha sido tan insistente, seguro tiene algún plan B.Lucía, siempre pragmática, tomó la carpeta que el abogado había dejado sobre la mesa.—Podríamos investigar los movimientos que ha hecho últimamente. Si estaba tomando decisiones en nombre de Javier, tal vez haya algo turbio.—Buena idea —asintió Isabel—. Y deberíamos mantenernos alerta, incluso revisar las comunicaciones internas de la empresa. No sabemos con quién más podría estar aliado.Valentina asintió lentamente, sus pensamientos volviendo a Javier. Se levantó sin decir nada y se dirigió a la ventana. La vista de la ciudad, normalmente un consuelo, ahora parecía distante.Karina se acercó a ella.—¿Estás bien?Valentina forzó una sonrisa.—Es solo que... —Su voz se quebró