La noche cae lentamente sobre la casa, y aunque la situación parece más estable, el ambiente sigue siendo cargado de incertidumbre. Las chicas se quedan en la sala, charlando en voz baja mientras Valentina se dirige hacia la habitación de Javier, donde está recostado. Ella entra sigilosamente, sin querer interrumpir su descanso, pero su corazón late acelerado al verlo ahí, luchando con su propio cuerpo, como siempre lo hizo con todo.Javier sigue dormido, su respiración irregular, como si estuviera buscando su propio ritmo nuevamente. Los médicos le han explicado que el proceso de recuperación será largo y doloroso, pero también le han asegurado que con la terapia adecuada, tiene la posibilidad de volver a ser quien era. Sin embargo, Valentina no puede evitar sentir miedo, miedo de que la vida que imaginaron juntos ya no sea posible, miedo de no saber si podrá enfrentarse a todo lo que está por venir.Sigue observándolo en silencio, su rostro marcado por las huellas de la lucha, de las
Los días siguientes fueron un torbellino de movimiento y planificación. Manuel, el abogado de confianza de Javier, se encargó de recopilar toda la evidencia necesaria para la contrademanda. Documentos, correos electrónicos y testimonios comenzaron a armar un caso sólido contra el antiguo abogado, quien se había aprovechado de la vulnerabilidad de la situación para intentar tomar el control de Inversiones Santos.Valentina estaba al tanto de cada detalle, aunque Javier trataba de mantenerla al margen para que no se agotara. Ella, sin embargo, no era de las que se quedaban al margen, especialmente cuando se trataba de proteger lo que tanto les había costado construir. Sus amigas —Isabel, Lucía, Jacinta, Karina y Natalie— estaban siempre presentes, apoyando, sugiriendo estrategias y, sobre todo, recordándole a Valentina que no estaba sola.El día de la audiencia llegó antes de lo esperado. Aunque Javier aún no estaba físicamente fuerte, insistió en asistir. Su determinación sorprendió in
Javier estaba decidido. Su progreso en la terapia, aunque lento, le daba esperanzas, pero más allá de su recuperación física, lo que más deseaba era ver la cara de sorpresa de su hijo, Dylan. Desde que despertó, había soñado con el momento en que podría volver a abrazarlo, no solo como el padre que siempre había sido, sino como un hombre renovado, dispuesto a reconectar con él.Dylan estaba estudiando en el extranjero, enfocado en sus estudios y construyendo su propio camino. Javier sabía lo importante que era no interrumpir ese proceso, así que la idea de viajar hasta allá y sorprenderlo se volvió una misión personal. Para eso, necesitaba la complicidad de Valentina y de las chicas, quienes no dudaron en sumarse al plan.La preparación fue meticulosa. Isabel se encargó de los detalles logísticos, asegurándose de que el viaje fuera cómodo y seguro para Javier. Aunque seguía en su silla de ruedas, ya había recuperado suficiente fuerza en la parte superior de su cuerpo, y su independenc
Al día siguiente, Javier se levantó temprano, lleno de entusiasmo por visitar las instalaciones de la Fundación Santos. A pesar de que aún dependía de su silla de ruedas, su energía era contagiosa. Valentina lo acompañó, siempre atenta a cada detalle, pero dejándole el espacio necesario para sentirse independiente.La Fundación Santos se encontraba en un amplio edificio rodeado de jardines llenos de vida. Los colores vibrantes de las flores contrastaban con el cielo despejado, creando una atmósfera de esperanza. Karina y Jacinta los esperaban en la entrada principal, con sonrisas que reflejaban tanto alegría como orgullo.—¡Bienvenido, Javier! —exclamó Karina, acercándose para darle un abrazo cálido.Jacinta se inclinó para besarle la mejilla. —Te va a encantar todo lo que hemos logrado. Cada rincón lleva tu legado.Entraron juntos, recorriendo los pasillos llenos de murales pintados por los niños beneficiados por la fundación. Las paredes contaban historias de superación, de sueños c
Valentina se sentó en el sofá de su sala, rodeada de Lucia y Stefany. Las ventanas dejaban entrar la luz suave de la tarde, y aunque la conversación era seria, el ambiente mantenía un toque cálido y familiar. Las tres mujeres sostenían tazas de té, y en la mesa frente a ellas había un cuaderno abierto con algunas notas y bocetos preliminares.—Entonces, ¿qué opinas? —preguntó Stefany, con la mirada llena de entusiasmo—. Creo que un hotel boutique podría ser una excelente oportunidad para que Fundación Amigos tenga un flujo de ingresos propio. Además, Starville es un lugar hermoso, y atraer turistas no sería difícil.Valentina jugueteó con la cucharilla de su taza, removiendo el té aunque ya estaba perfectamente mezclado. La idea de darle independencia financiera a la fundación era algo que le había dado vueltas en la cabeza desde hacía tiempo. No quería depender exclusivamente de los recursos de Javier, no porque él no quisiera ayudar, sino porque deseaba que la fundación pudiera sost
Después de la visita de Kelly a la fiesta de Shadow, Valentina, con una sonrisa pensativa, comenzó a contarle a Javier sobre su encuentro.—Kelly Moore, la joven que conocimos en la galería, se acercó a nosotros durante el evento. Fue increíble, Javier. Su presencia fue tan cálida, su energía... tan positiva. Ayudó mucho en la Fundación Amigos. No solo aportó ideas frescas, sino que también hizo conexiones con otras personas que podrían ser claves para nuestros futuros proyectos. Me parece que tiene algo especial, algo que atrae a las personas de una manera única.Javier, aunque aún estaba en silla de ruedas, escuchaba atentamente, absorbiendo cada palabra de Valentina. El hecho de que Valentina hablara con tanta confianza y admiración por Kelly lo hizo sentir una ligera curiosidad, algo que no había experimentado últimamente. En sus ojos había una chispa de interés que no pasaba desapercibido.—¿Especial, dices? —preguntó Javier, con una ligera sonrisa, mientras sus dedos rozaban el
Javier pasó varios días reflexionando sobre su encuentro con Kelly. Si bien la joven era brillante y tenía un aire de profesionalismo que le causaba una buena impresión, la realidad era que a Inversiones Santos no le interesaba una alianza con G&B. Había sido un gesto amable darle acceso a Lucía, pero eso no significaba que estuvieran dispuestos a comprometerse en una asociación con G&B. A Javier no le gustaban las negociaciones que no ofrecieran garantías claras, y aunque Kelly había trabajado en esa área, no estaba convencido de que una alianza con la firma fuera lo que realmente necesitaba Inversiones Santos.Sin embargo, había algo en Kelly que le hacía pensar que merecía una oportunidad. A pesar de que no compartía el entusiasmo de G&B por la posible alianza, la actitud de Kelly le indicaba que no era alguien común. Era profesional, decidida y parecía tener la habilidad para encontrar soluciones incluso en situaciones complejas.Decidió mandar a su equipo investigar más a fondo.
El día de la presentación del proyecto finalmente llegó. Valentina, Natalie, Stefany y Lucía se reunieron en una sala de conferencias elegante y bien iluminada en la sede de la fundación. El ambiente estaba lleno de expectativas. Valentina había explicado el plan en detalle, y ahora era el momento de que todos compartieran sus puntos de vista, con la mirada puesta en Javier, quien todavía se encontraba en silla de ruedas, pero que era el pilar de todos los esfuerzos empresariales y sociales en la familia.Cuando Valentina entró en la sala junto a Natalie, Stefany y Lucía, Javier ya estaba allí, esperando, con una expresión seria pero receptiva en el rostro. Kelly estaba a su lado, como lo había sugerido Valentina, lista para presentar el proyecto de manera clara y convincente.—Buenas tardes, Javier —saludó Valentina mientras se acercaba, ofreciendo una sonrisa suave, aunque con un leve toque de nerviosismo. —Espero que estés bien.—Buenas, Valentina —respondió Javier con voz tranquil