Capítulo 41

Ashley retrocedió el paso asustada al verse acorralada por aquella extraña mujer.

—Ven conmigo, mi amor. Soy yo, tu madre.

Todo sucedió en cuestión de segundos. Erika trató de agarrarla, pero Ashley corrió despavorida lejos de la institución.

Es por esto que nadie lo notó, puesto que cada cual estaba atento a sus asuntos. Erika siguió a Ashley por toda la calle, pero uno de sus tacones se rompió, por lo que ella cayó de bruces al suelo.

—¡Auch! —gritó adolorida.

Se levantó como pudo y miró a su alrededor, pero no había rastro de la niña.

—¡Con un demonio! —estalló colérica—. ¿A dónde se fue la mocosa esa?

Erika continuó su búsqueda mientras cojeaba de un pie e ignoraba a las personas que se le quedaban viendo. En ese momento no había lugar para sentirse abochornada, puesto que era más importante encontrar a su hija.

—¡Ashley, cariño! —gritaba, al mismo tiempo en que recorría todo su alrededor con la mirada.

***

Daniela sintió que le daba un mareo al escuchar al personal de la instituc
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