Abi es la muchacha más dulce del planeta. Dueña de una increíble belleza y de unos ojos verdes magníficos que levanta suspiros en los hombres.

Con una figura envidiable y una personalidad alegre y divertida hace que la gente quiera estar con ella, positiva, aventurera, amante de la naturaleza y de los deportes extremos.

Ella es hija de la familia Moreno, su padre es el ceo de la empresa Moreno Automotores, dedicada a la venta y fabricación de autos, donde ella es la publicista principal. Durante años su padre la preparo para ser la ceo cuando el se retirara, sin embargo, ella no quiere, ama la publicidad, los viajes, los deportes y por nada del mundo dejaría su paz y tranquilidad por estar al frente de la empresa. Lo que Abi no se imagina es que Moreno Automotores está en la ruina  y un poderoso magnate multimillonario quiere quedarse con la empresa.

Es un nuevo día en la vida de Abi, como todos los días se levanta, toma su desayuno, preparado por María, una de las empleadas principales de la casa, y luego se dirige a la piscina a nadar un poco, allí se encuentra con su madre, Analia, una mujer aún muy joven, bellísima por donde se mire, sin embargo, esta vez, los bellos ojos verdes de su madre están empañados de lágrimas.

—Buenos días mama, ¿Por qué lloras? —pregunta Abi muy preocupada.

—Hola mi amor, no es nada, no te preocupes—exclama Analia intentando esconder la tristeza de su hija

—No puedes decir que no es nada, eres una mujer alegre y divertida, nunca lloras, algo sucede—Abi es igual a su madre en lo físico como en la personalidad, madre e hija son muy compañeras, ama a su mama y no va a irse sin saber que le pasa.

—Abi querida, solamente pelee con tu padre, no debes preocuparte.

—¿Tu peleaste con papá?, no lo puedo creer—Abi sueña con tener un matrimonio como el de sus padres, ellos se aman con locura y en sus 25 años de vida jamas los vio pelearse, si lo hacían, nunca lo habían hecho delante de ella y eran muy pocas las veces que vio a su madre llorar.

—Problemas con la empresa hija nada más, pero no te preocupes, tu cuéntame sobre tu viaje a Italia, ¿Cuando te vas? —Abi decidió tomarse unos días para visitar Italia, su lugar favorito en el mundo, sin embargo, no va a irse sin saber que problemas hay con la empresa, su padre tiene que darle algunas explicaciones, sobre todo porque su madre está llorando.

—Está noche mama, pero no puedo irme así, viéndote llorar, sabiendo que hay problemas en la empresa.

—Hija son problemas que tienen solucion, sabes que tu padre vive para la empresa, encontrara la manera, tu vete y descansa, hace meses que trabajas sin disfrutar de tu vida, aun eres joven.

—Iré a hablar con el mama, pero deja de llorar. No puedo verte así — manifiesta Abi acercándose a su madre, dándole un beso en la mejilla.

—Eres lo que más amo en esta vida hija, pase lo que pase nunca lo olvides.

—¿Por qué dices eso?—pregunta Abi sorprendida, su madre está actuando muy extraña.

—Olvidalo hija, no me prestes atención, debo ir a a ver a las mujeres de la iglesia, estaré bien no te preocupes por mi-su mama acaba de salir huyendo despavorida, dejándola con la palabra en la boca, ahora más que nunca debe hablar con su papá antes de irse a italia, no puede dejar las cosas así, no va a permitir que haga sufrir a su madre "¿Acaso su padre tendrá un amante y Analia acaba de enterarse?" piensa Abi para sus adentros.

Después de tomar una ducha y de ponerse un vestido color azul Francia, para apaciguar un poco el calor, se sube a su auto deportivo y se dirige a la empresa.

La empresa Moreno Automotores ocupa un edificio de varios pisos, esta comenzó hace muchos años, cuando su bisabuelo empezó como vendedor de autos hasta que finalmente se especializo en la fabricación, convirtiéndose en lo que es hoy, en una de las empresas más importantes y millonarias de España.

Abi baja del auto y se dirige al interior del edificio, allí saluda a los guardias de seguridad, y sube al elevador más cercano, ya que su padre se encuentra en el tercer piso.

Cuando llega se sorprende al ver a las secretarias revolucionadas y no duda en preguntar, las muchachas son muy responsables y ahora están chismoseando, algo que no es muy común en ellas.

—Hola Lucía ¿Cómo estás? ¿Sucede algo? — pregunta Abi, ella tiene mucha confianza con las secretarias, a pesar de ser la dueña de la empresa las trata de igual a igual y ellas también a Abi.

—Hola abi, no vas a creer quien acaba de irse

—¿Quién?—pregunta Abi confundida.

—El guapísimo Luca Chiaraviglio, dueño de las concesionarias italianas Chiaraviglio —Abi conoce quien es, es el empresario más adinerado de toda Italia, es reconocido por su dura personalidad y por no tener compasión por las pequeñas empresas, a pesar de que jamás lo ha visto personalmente y mucho menos en fotos, no le importa en lo absoluto, le llama mucho la atención que este aquí en Moreno Automotores, "¿Acaso estará haciendo negocios con su padre?" Se pregunta Abi, algo muy raro esta pasando aquí y está a punto de descubrirlo.

—Lucía ¿Está mi padre en su oficina? —Lucía es secretaria de Pedro Moreno desde hace muchos años.

—Si Abi ¿Quieres que te anuncie?—pregunta la muchacha al ver tan preocupada a su amiga.

—No te preocupes Lucia, entraré y lo sorprenderé.

Abi entra en la oficina de su padre, un lugar armonioso, lleno de plantas, con un inmenso sofá color negro traído de Estados Unidos, un ordenado escritorio de algarrobo y un ventanal magnífico que da a la calle, donde su padre, en este momento, observa pensativo, sin percatarse de la presencia de su hija.

—Hola papá— saluda Abi algo confundida.

—Abi mi amor, no te escuche entrar—sus padres siempre han sido muy cariñosos con ella, sin duda no le podría haber tocado mejores padres, sin embargo, ve que los ojos de Pedro están desorbitados, cansados y muy angustiados, casi podría creer que llenos de lágrimas.

—Papá tienes que explicarme que pasa, hoy mama llorando, ahora tu, Luca Chiaraviglio acaba de salir de tu oficina hace un rato, dime ¿Qué está pasando papá? —pregunta Abi muy preocupada al ver la angustia en los ojos de su padre, que no puede disimular.

—Eres tan perceptiva hija, no quería decírtelo, pero no me dejas alternativas.

—¿Qué sucede papá? Confía en mi.

—Abi, Moreno Automotores esta en la ruina.