Un solo sentimiento es lo que me invade cada vez que veo a Jesse Carter desagrado, en serio. Es chica siempre tiene que ser el centro de atención donde quiera que vaya, y si, no negaré que siempre ha sido buena en cosas y detalles netamente masculinos, la he visto derribar a su hermano Gregory de 1.90 metros y por lo menos debe pesar unos 90 kilos de puro músculo.Y aun no entiendo de donde saca tanta fuerza esa mujer.
La he visto armar y desarmar motores como si fuera un simple rompecabezas. Jesse es una mujer que no necesita a un hombre para defenderse, porque ella es independiente. Y eso me causa repulsión, para mi vida yo quiero a una mujer que me busque porque me necesita para abrir la m*****a tapa de la jalea, que me necesite para alcanzar el más alto en los estantes, necesito a una mujer de verdad. No a una marimacho.
Pero ahora estoy aquí, viendo una variedad de anillos de compromiso junto a mi madre para poder entregárselo, en nuestra fiesta de “Compromiso”
— Debes escoger una hijo. — Mi madre me codea para que eligiera de una vez por todas.
— Este. — Señaló un anillo al azar.
— Jordan, ni siquiera colocas de tu parte, ese anillo está muy feo para ser de compromiso.
— Entonces elige tu, madre. — Bufo para luego alejarme del mostrador de la joyería. — En primer lugar no debería estar aquí.
— Jordan ya hablamos de esto.
— Tantas mujeres que hay en esta vida, y la que me toca es la peor.
— No digas eso cariño, puede que ella sea un poco masculina, pero sigue siendo una mujer muy bonita ¿Recuerdas cuando muchos chicos iban a tocar a su casa para invitarla a salir?
— Y a todos les pateaba el trasero. Jesse no es una mujer a la que pueda controlar.
Mi madre se gira bruscamente y me lanza una de esas miradas que dan miedo.
— ¿Controlar? Jordan, tu padre y yo te hemos criado con buenos valores, no sabía que teniasis esa clase de pensamientos tan bizantinos.
— Lo siento, utilice la palabra incorrecta, más bien, Jesse es una mujer independiente, que no necesitara de mí para ayudarla a hacer algunas cosas y seguramente seré el esposo trofeo.
— Jordan si no te callas ahora mismo, yo misma me encargaré de hacerte la vida imposible. — Ataca. — La elección de tu padre tampoco me gustó, pero… si lo hizo sus buenas razones tendrá. — Se gira nuevamente para ver a la vendedora— nos llevaremos este.
No podía evitar sentir una total indiferencia hacia el anillo de compromiso. Era simplemente un objeto, sin ningún significado real para mí, y dudaba que tuviera algún valor verdadero para ella. Levantarme de mi asiento para pagar por ese anillo, que seguramente costaría una fortuna dado el gusto excéntrico de mi madre, era una tarea que aceptaba sin emoción alguna.
El valor material de ese anillo no reflejaba ni remotamente lo que realmente importaba en esa situación. Era un gesto que parecía más una formalidad que un verdadero símbolo de amor o compromiso. Mi mente estaba en otro lugar, ajena a la ostentación y los símbolos vacíos de significado real.
Sentía una mezcla de resignación y desconexión mientras me preparaba para pagar por algo que no reflejaba lo que significaba para mí ese compromiso.
— ¡Jordan! — Una voz femenina conocida llamó mi atención.
Al girarme tuve que hacer una mueca parecida a una sonrisa. Ella se acercaba muy feliz en mi dirección
— ¡Claire! — imito con falsedad.
— ¿Esa es la traicionera? — Preguntó mi madre.
— Si. — respondo antes de que llegue hasta donde estábamos.
— ¿Cómo estás? ¿Qué haces por aquí?
— Estoy con mi madre.
— Mucho gusto señora, soy Claire Benson. — Le tiende la mano a mi madre.
— Claro. — Mi madre agarra su mano por educación. — Es hora de irnos Jordan, tu prometida espera por ti.
— ¿Prometida?
El rostro de Claire se deformó lentamente hasta quedar en una mueca fría inquietante. Le lanzó una mirada de reproche a mi madre, pero esta simplemente se encogió de hombros.
— Si, ten por seguro de que recibirás una invitación. — Eso fue lo único que pudo salir de mi boca.
— ¡Claro! — Responde con una felicidad fingida. — Yo debo irme, señora, fue un gusto conocerla.
— ¡Adiós querida!
Claire sale casi que corriendo dejándome con un mal sabor en la boca, sin embargo era necesario tenerla lo más lejos posible de mí, la había tomado como un buen prospecto para tener una relación con ella, pero si fue capaz de traicionar a su mejor amiga por hombre, que se podía esperar para mi.
Mi teléfono comienza a vibrar dentro del bolsillo de mi pantalón, era un número no registrado, frunzo el ceño y cuelgo la llamada, pero en cuestión de segundo volvió a vibrar.
— ¿Quién es?
— Yo, idiota. — De inmediato reconocí la voz de Jesse.
— ¿Y qué demonios quieres?
— ¡¿Qué carajos le dijiste a Claire?!
— No sé de qué me hablas.
— Me llamó diciendo que te ibas a casar y que quería acampar en mi casa para saber quien es.
— Dile que tu eres la afortunada. — me mofo.
— Debo recordarte que me traicionó por ti y que si entra a mi casa la voy a agarrar de las greñas.
— Entonces dile lo que sabes y listo.
— Eres un insensible. ¿Sabes cuantos años de amistad tuvimos Claire y yo? ¡Muchos! me duele que me haya traicionado, verla ahora mismo solo causaría más daño.
— ¿Y cómo crees que reaccionará cuando se entere de que su mejor amiga se casará con su amor platónico?
— ¿Está enamorada de ti?
— ¿Encuentras otra razón para su traición? porque para mi es muy claro que está locamente perdida por mi.
— Hablo en serio Jordan, Claire fue una persona mi y siento que la estoy traicionando a pesar de que ella… lo hizo conmigo.
Hago una mueca.
— Siento que te haya pasado esto, pero el show debe continuar y tienes que alejarte de una buena vez por todas, sabes que en nuestras vidas no podemos tener a personas como ella.
— Sé lo que tengo que hacer.
— Bien, entonces no me llames por estupideces. — Cuelgo la llamada. Y miro su numero de telefono.
“Agregar contacto”
Nombre: Esposa falsa
Guardo mi teléfono nuevamente, mientras que mi madre tiene una expresión de molestia.
El regreso a casa fue todo un martirio, porque alguna m*****a razón no me sacaba a Jesse y su situación Claire de la cabeza.
— ¿En que piensas?
— ¿Qué? — salgo de mis pensamientos.
— Hijo, te conozco, recuerda que yo te parí y se cuando te pasa algo.
— No me pasa nada mamá, es solo que todo esto del compromiso me tiene un poco… no es lo que quiero madre.
— Ya tu padre tomó la decisión y no hay vuelta atrás, ahora debes respetar a esa chica hasta el resto de tu vida, sabes como son los italianos.
— Pero nosotros no lo somos. — Le recuerdo.
— Pero ellos sí y debes respetar la unión.
Hago una mueca de desagrado.
Realmente no estaba entre mis planes casarme con mi nemesis.
Afortunadamente ya nos encontrábamos en casa, dejó el auto estacionado y rápidamente salgo del auto para entrar, necesitaba ir al ring de boxeo para desestresarme un poco, sacar toda la impotencia que carga mi cuerpo dándole unos cuantos golpes al saco.
Me coloque mi ropa para entrenar y bajaba al sótano de la casa, justo donde tenía todo mi gimnasio bien equipado, coloco mi playlist, la primera canción en reproducirse es Arson, de J-Hope. Lance los primeros golpes al saco, al ritmo de la canción, tal cual como lo había aprendido.
El sudor comenzó a recorrer todo mi cuerpo por la actividad física, me deshago de mi suéter, quedando con el torso descubierto, esta era la mejor forma de desestresarme, pero sobre todo podía pensar con más claridad, cosa que necesitaba.
— No sabía que te gustaba BTS.
Aquella voz femenina hizo que me detuviera en seco. ¿Qué carajos hacía aquí? La miro de reojo y sigo lanzando mis golpes.
Jesse se coloca enfrente de mí agarrando el saco.
— Hazte a un lado, puedo golpearte.
— Vamos golpea, no me vas a hacer ni un rasguño.
— Hablo en serio mujer, hazte a un lado.
— Jordán, lo que menos me importa en estos momentos es salir dañada, además tenemos que hablar.
Bufo.
— Apenas llevamos un día de relación y ya quieres terminar conmigo. — Lanzó el primer golpe al saco y Jesse no se movió, ni se quejo.
— Claire estuvo en mi casa hace una hora. — comienza. — La enfrente y no reacciono como esperaba.
— ¿Y como esperabas que reaccionara?
— Que me gritara y me reclamara, pero simplemente se levantó y se fue.
— Eso suena bien, no encuentro el problema.
— ¿Tienes otros guantes?
— Si, pero no te los voy a prestar. — Respondo para soltar otro golpe.
— Tacaño. — Bufa. — Como sea, no sé qué tipo de represalias pueda llegar a tomar simplemente por celos.
— Vaya, quien diría que la chica más ruda de la ciudad le tiene miedo a su indefensa amiga.
— Existen otras formas de hacerle daño a otra persona que la fuerza bruta. — coloca los ojos en blanco. — Si siendo mi amiga me delato, que me puede esperar ahora que literalmente soy su archienemiga.
— ¿Tienes cola que te pisen? — Jesse se queda unos segundos en silencio, pero su mirada lo dice todo. — Mis otros guantes estan en aquel estante. — Señalo el estante.
Jesse deja el saco y se acerca al estante, para colocarse mis guantes, así que es mi turno de tomar el saco para ella.
— Suelta la sopa. — Le pido.
— Claire sabe todos mis secretos. — Lanza el primer golpe, frunzo el ceño, ante la potencia del golpe. ¿Que como esta chica para tener tanta fuerza? — Tengo un alter ego que sale a luz de forma a menudo, pero en frente de mis padres, así que tengo miedo de que se enteren de todas las cosas que he hecho ¿Entiendes?
— Primero que nada ¿Será catalogado como tonto cuando nos casemos? porque creeme que no quiero tener una reputación cuestionable por tu culpa.
— Tu eres el que menos puedes hablar, eres un maldito gigoló, te acuestas con cualquier mujer que se levante la falda para que se la puedas meter.
Rápidamente dejó el saco y empotró a Jesse contra la pared detrás de ella, me deshago de los guantes y la tomó de las mejillas. El aroma de su perfume penetró mis fosas nasales, las notas avainilladas me volvieron malditamente loco, pero no podía demostrárselo.
— Escúchame bien Jesse, que me vaya a casar no quiere decir que dejaré mi vida hecha a un lado, si una chica quiere levantarse la falda para que me la coja, lo haré y tu no podrás interferir en ello ¿Entiendes?
A pesar de tener sus mejillas apretadas, una sonrisa se asomo en su rostro. Y en un movimiento rápido de su pierna y de su brazo, caí al suelo con ella encima de mi.
— Entonces que te de igual, la posible cola que me puedan pisar. — Dijo tomándome de la mejilla tal cual como yo lo había hecho. — Yo también puedo jugar el mismo juego que tu.
La puerta del gimnasio se abre de golpe.
— ¡Oh, lo siento mucho, no sabía que iban a estar ocupados! — Dice Aliya con una mueca de diversión.
— No te preocupes, ya terminamos. — Jesse se levanta de encima de mí para sacarse los guantes y acercarse al estante y dejarlos tal cual como estaban antes. — ¿Cómo va tu tarde?
— No también como la de ustedes.
— Bueno, entonces me voy.
Jesse sale del gimnasio dejándome tirado sobre el suelo. Mi hermana se acerca con pasos suaves, y cuando esta cerca de mi, puedo ver la incredulidad plasmada perfectamente en su rostro.
— Pensé que se odiaban.
— Y así va a ser siempre. — Me levanto. — Solo tuvimos una discusión.
— A mi me parecía otra cosa. — Se cruza de brazos.
— ¿Qué vas a saber tú?
— ¡Por Dios Jordan! — Aliya coloca los ojos en blanco. — Tengo 20 años, se lo que es el sexo.
Enarco una ceja y me cruzo de brazos.
— Será mejor que no digas más nada si no quieres que le diga a padre que te coloque un cinturón de castidad.
— Si, si, si, como tu digas. — Hace un ademán con su mano. — Solo venia, porque Gus te esta esperando afuera.
— M****a.
Salgo del gimnasio a pasos rápidos hasta llegar a la sala de estar.
— Gus, amigo. — Lo saludo. — Dime que ya tienes a mi bebe listo. — Aquí tienes. — Gus me entrega las llaves del auto y puedo sentir el alivio recorrer mi cuerpo. — Oye… Pensaba que tu y Jes se odiaban. — Es una larga historia de la que pronto sabrás. — respondo. — Pero cambiando de tema ¿Cuándo será la próxima carrera? — Aun no tengo idea de cuándo será, los policías están rondando mucho la zona, así que estaremos cerrados hasta nueva orden. — Eso es una mierda. — Como no tienes ni idea, pero así son las cosas. — Se encoge de hombros. — Debo irme, tengo algunos asuntos que resolver. — Gracias por el auto. — No hay de que, solo no dejes que Jes vuelva a ponchar las llantas. — Lo intentaré. Gus, es el principal creador de las carreras ilegales en la ciudad, y hasta donde tengo entendido, Jesse lo ayudó a levantar su propio taller de autos, y actualmente es uno de los talleres que más autos de carrera recibe, el y su equipo de trabajo son los mejores en reparar autos, e incluso
HORAS ANTES DE LA FIESTA.El timbre de la casa y rápidamente corro a abrirla, sabía perfectamente quién se iba a encontrar del otro lado, y a decir verdad, no quería verla ni en pintura.— Hola. — me abraza y me da un beso en la mejilla. — ¿Puedes creerlo? — entra a la casa como si fuera la suya. — ¿Qué cosa? — Me hago la desentendida. — Lo que te dije por teléfono, Jordan Maxwell está comprometido. — A mi me da igual lo que él haga. — Me encojo de hombros para luego sentarme en la estancia. — ¿Por qué le estás dando importancia? — ¿Acaso no quieres conocer a la futura señora Maxwell? — Me mira confundida. — De seguro debe ser una rubia plástica, con los labios tan inyectados que están a punto de explotar.— Noto un poco de… ¿celos? — ¡Que! ¡No! sabes que odio a Jordan tanto como tu, no soporto verlo. Mi expresión lo dice todo: decepción, dolor, y una pizca de incredulidad. Claire ha sido mi roca durante tanto tiempo, mi confidente, mi apoyo incondicional. Siempre la consideré c
HORAS DESPUÉS. Hay dos cosas que odio del alcohol y es lo siguienteLa resaca del día siguiente. La forma en cómo me deshinibo por completo.Cuando tomo alcohol, mi alter ego sale a relucir por completo, me encanta llamar la atención de todos los hombres, aunque ellos saben que nunca tendrán una oportunidad de estar conmigo. Pero lo que ocurrió ayer sigue tatuado en mi mente, ¿Como mierda puede hacer eso? cuando claramente esta maldita mal. ¡Casí folle en el maldito auto de Jordan Maxwell! eso es mucho peor que bailar sobre una mesa mientras todos me ven.Y pensar en esta situación hace que mi dolor de cabeza se acentúe aún más. Me levanto de la cama y me dirijo al baño, justamente para despejar mi mente y poder iniciar un nuevo día de forma correspondiente. Coloco un poco de música y dejo que todas las penas se vayan por el desagüe, la esencia de vainilla inundó toda el cuarto de baño y consigo todo mi día comenzó oliendo de forma exquisita.Un toalla pequeña envuelve mi cuerpo,
8 meses han pasado exactamente, desde que Alicia no esta conmigo, 8 meses de embarazo que me perdí porque Michele decidio llevarsela lejos de mi, y realmente me siento destrozado y frustrado, porque no hemos llegado a tener ni un rastro de mi hermano menor, es como si la tierra se lo hubiera tragado. Incluso el coronel Winchester está frustrado por esta misión. así que mientras todos discuten que otra estrategia usar, tomó de mi botella de bourbon, le doy un trazo largo, hasta el punto de sentir como mi garganta se va quemando al paso del alcohol. — ¡Lo tengo! — Exclamó uno de los hombres de Winchester. — Sabemos que Apolo está trabajando junto a Michele Morgan y la última vez que vimos a estos dos juntos, fue a las afueras de la ciudad, así que deben estar en un radio de 100 kilómetros. El hombre hace un gran círculo en uno de los mapas de la ciudad.— Ya peinamos toda esa zona, no hay nada allí. — Interviene Jordan. — No necesariamente tiene que ser visible. Todos los hombres e
— Entonces hagámoslo, prepara a tus hombres, porque los míos ya están en posición para atacar.Justo cuando mi cuerpo parecía relajarse y mi alma comenzaba a volver después de tanto tiempo, observé a Jordan y Mike ocupados al teléfono, dando instrucciones a sus hombres. Sin perder tiempo, me uní a ellos, coordinando los preparativos para la operación.Pronto, una caravana de vehículos comenzó a rodar por las calles de la ciudad, cada uno cargado con hombres determinados y armados hasta los dientes. Era evidente que el momento de rescatar a Alicia había llegado, y los nervios se apoderaban de todo mi ser.Mientras avanzábamos hacia el lugar donde se había rastreado a Michele, sentí la tensión en el aire, palpable y electrificante. Cada uno de nosotros estaba dispuesto a arriesgarlo todo para salvar a Alicia, y el peso de esa responsabilidad se sentía como una losa sobre mis hombros.Al llegar al destino, nuestros hombres se desplegaron rápidamente por todos lados, moviéndose con determ
— ¡Jesse ya se nos hace tarde y tus hermano ya se fueron! — Grito Claire desde el primer piso de mi casa. Me miró por última vez en el espejo y asiento con mi cabeza para darle una última aprobación a mi ropa y a mi maquillaje. Las noches de carrera es un momento inolvidable para adolescentes indomables que buscan adrenalina pura, pero he de admitir que deje de asistir a estos eventos cuando cumplí 18 años y me fui a estudiar a París.Y ahora 7 años después siento la misma emoción que cuando tenía 15 años. Bajo al primer piso donde mi mejor amiga de toda la vida me estaba esperando muy impaciente, porque se moría por ver al amor de su vida. — Ya estoy aquí. — Le hago saber para que levante la mirada de su teléfono. — Vamos. Salimos de casa y nos embarcamos en mi precioso auto Nissan Silvia S15 parecido al que utilizan en rápidos y furiosos reto tokio— No entiendo porque te demoraste tanto, si ya estabas lista. — Claire se subo del lado del copiloto-— Sabes que soy un poco quisqu
— No van a creer a quien me encontré. — Digo cuando llego al lado de mis hermanos.— ¿Maxwell? — Dijeron al mismo tiempo. — Si, el muy descarado cree que puede ganarme en una carrera. — ¿Te reto? — Pregunta un conmocionado Gregory. — Si lo parafraseo… me dijo que no, pero conociéndolo de seguro me estaba provocando. — ¿Y qué le dijiste? — Preguntó Josh. — Chicos, no pienso entrar a una carrera. — Miro a mi alrededor en búsqueda de Claire, pero no estaba en ningún lugar. — ¿Dónde está Claire? — No lo sabemos, solo se fue a algún lugar sin decir nada.— Menuda amiga que tengo. — Bufo. — ¡Señoras y señores le vamos a dar inicio a la primera carrera de la noche, los corredores que participan deben estar en la línea de salida! — La voz de Gus se escuchó a través de unos altavoces. — Veamos en qué ha cambiado todo esto. — Le digo a mis hermanos. Nos acomodamos en un lugar estratégico para disfrutar al máximo de la adrenalina que se avecinaba en la pista. Los motores de los autos re
Me levanto asustada, cuando la puerta de mi habitación se abre de golpe. Miro con enojo a quien se encontraba de pie en la entrada de mi habitación. — Dice papá que levantes tu culo de la cama, que te bañes y te coloques un lindo vestido elegante. — Dice Josh. — ¿Y tenías que abrir la puerta de esa forma? — Pero su única respuesta fue encogerse de hombros. — ¿A dónde iremos? — No lo sé, pero decir que es algo importante, así que no demores. Josh cierra la puerta dejándome sola en la habitación. Me libero de las cobijas y me dirijo hacia el baño. El agua tibia cae sobre mi piel, reconfortante y revitalizante a la vez. Me sumerjo en el flujo constante, permitiendo que cada gota disipe la tensión acumulada, como si lavara también las preocupaciones que se han aferrado a mí.Una vez fuera de la ducha, me encamino hacia mi guardarropa. La ocasión exige algo especial, así que selecciono uno de mis mejores vestidos, aquel que me hace sentir segura y empoderada. Paso tiempo planchando mi