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Capítulo 4 Entre Caos

BRUNO

No paso mucho cuando se despertó, intento mantenerla calmada tras de mi para así poder protegerla y seguir disparando, no entiendo como carajos lograron entrar a mi mansión, ni como violaron  la vigilancia y cámaras de todo el lugar sin hacer ningún ruido.

sigo disparando y ya llevo 4 muertos de eso malditos.

- Cuando diga corra corres hasta ese umbral te agachas.- le doy la orden mientras intento cubrir su espalda. Viendo el miedo en su rostro cada vez está más pálida.

Estoy molesto conmigo mismo por dejar pasar esto por no resguardar su espacio para no tenerla incomoda mira todo este estúpido alboroto, si tan solo en su pasillo estuviera los guardias no hubiera dejado pasar nada de esto.

Le grito que corra  y ella lo hace tropieza al mirar atrás para verme, en eso llega un esbirro para agarrarla pero le disparo al instante y ella se logra ocultar. Luego de alcanzarla llamo a Charlie, no lo veo por ningún lado.

Veo a mis hombres actuar sigilosamente y acabar con cada uno, me giro al escuchar un disparo que proviene de mi espalda y veo a archíes luchando mano a mano con tres esbirros no me da tiempo de pensar cuando me lanzó disparando le a cada uno entre ceja y ceja  y dar por terminado este gran desmadre.

- ¿Estas bien?.- le pregunto mirándolo por todo su cuerpo, no soportaría que algo le pase, Aveces provoca matarlo yo mismo pero es mi mejor amigo y no quisiera que muera aun daría mi vida para que nada le pase.

- Estoy bien hermoso, amigo gracias por preocuparte.- Me dice guiñándome  el ojo. -bufo-.

Salgo corriendo a buscarla y revisar que ella esté bien que no le haya pasado nada, cuando llego hasta ella  esta ahí acurrucada abrazando sus rodillas llorando, odio verla llorar, cada vez que intento establecer una conversación con ella termina alterada y solo me digno a irme sin decir nada. Pero esta vez no será así, esta vez me tiene que escuchar

- Oye nena, vamos tenemos que irnos de aquí.- intento levantar la, pero esta me quita la manos y se levanta sola yendo sola hasta donde archíes. No me quejo por que haya echo amistad con el, me molesta que me evite y no me deje hablar.

Me acerco a ellos y ella no me mira hago como si no me importara y coloco toda mi atención en Charlie.

- Nos tenemos que ir al apartamento que tenemos de resguardo, carga todas las cosas necesarias, vigila de ella y andante con cuidado, yo te seguiré abra cinco carros escoltas, dos adelante conmigo, dos atrás contigo y uno quedara vigilando la zona, cada quien ya esta distribuido esperando la orden para salir así que en marcha a recoger lo necesario.- le doy la orden y decido dirigir le la palabra a ella.

- Y tu si te portas bien, te dejare salir con guarda espaldas, tus padres aun no te pueden ver así que  no podrás visitarlos. Saldrás de compras te daré dinero por que aquí se queda todo la ropa, solo busca para tu higiene personal.-tras decirle eso me doy media vuelta y me voy.

Actúe estúpidamente si. Pero cada vez que intento hablar con ella no me deja, intentaré ganar su confianza para ver si por lo menos logro algo.

Luego de varios minutos todos ya están en sus puestos, y estamos por dejar mi mansión. Va ser un viaje largo así que intento relajarme y pensar en ella un poco, para mi es difícil verla así, extraño ver a esa chica alegre y sonriente que conocí por equivocación esa noche.

Se que fui un poco exagerado al no dejarla salir al jardín pero se que ella lo hacía de igual manera y disfrutaba del felino.

M****a el felino...

Estaba muy acostumbrada a ese gato grande, debió de estar asustado entre tanto alboroto así que estaría escondido aún. Para esconderse esta mandado hacer nunca logro dar con el cada vez que lo busco, no entiendo como se llevan tan bien y lo llama como si nada y el muy descarado aparece.-sonrió al pensar eso.-

Escucho mi celular vibrar y reviso el mensaje que envió Charlie.

* Logre que se quedara dormida jefe, esta muy  asustada y aparte molesta con usted. Dele un poco de cariño no sea terco.*

Odio que se comporte de esa manera este tonto.

* Bien mantenla tranquila, y omite los comentarios si quieres seguir siendo mi amigo*

Le envío el mensaje y guardo el celular, intento dormir un poco ya que todavía falta para llegar a mi otra casa.

Los minutos pasan rápido y nada que logro dormir pensando en todo lo que ha pasado, el los Cowell haciéndonos la guerra, Clarisse no acepta hablar conmigo, El robo de unos de los cargamentos.

Todo me tiene muy estresado, salgo de mis pensamientos cuando alguien me llama.

- Señor en veinte minutos llegaremos, el auto donde iba Charlie y la chica tuvieron que parar a unos metros, ¿esperamos?.

- Ok, ¿Por que pararon sin decirme?.-le pregunto algo molesto por no haberme notificado antes.

- La señorita tenía ganas de orinar y le hizo un escándalo  a Charlie por no parar el auto señor.

No se como me sale una sonrisa al escuchar que hizo un berrinche.

- Bien estaciona el auto y esperemos por ellos, no podemos dejarlos solos de igual manera teniendo dos carros escoltas.- Digo mientras tomo mi celular y le marco a Charlie.

¿Cuánto tiempo demoraran  allá tras Charlie?

Ya estamos esperando por Clarisse me hizo un escándalo por no dejarla bajar del auto en media carretera, parecía una loca jefe

Me río de el y cuelgo dejándolo con la palabra  en la boca, se que eso le molesta pero el nadie lo mando a irse con ella.

Unos minutos más y por fin llegamos al departamento, cada quien baja y los busco con la mirada para así poder ponernos en orden. Doy algunas ordenes a cada esbirro y camino hasta Charlie y Clarisse.

La casa está llena de esbirro, tiene más seguridad que mi otra mansión, por eso elegí este lugar, a ella no le gustara mucho por que no tiene un jardín enorme, pero si tiene buena vista.

- Clarisse vienes conmigo, Charlie tu bueno busca donde organizarte y aparte de poner en orden a todos lo de seguridad, no quiero otro desliz como el que acaba de pasar.-le sigo dando órdenes y miro a Clarisse no estaba muy contenta al yo decirle eso.

Mientras caminamos dentro del apartamento no se que decirle todo me pone de nervios. Ni se como estoy así ya que nada me pone nervioso como lo hace esta chica.-pienso-

- Oye, intento no intimidarte, te di tu espacio, te di permiso de salir, por que sigues molestas...- no se que más decirle para que intente dirigirme la palabra.

La veo detalladamente como mira todo, hasta que se gira y me mira a los ojos seria, más seria que antes.

- Si pretendes que todo va estar bien pues estas equivocado, tratar de mantenerme aquí con esa excusa de que pueda salir no te da el derecho de hablarme como si no pasara nada.- me dice mientras poco a poco se acerca a mi, creo que ha perdido la paciencia y va explotar pero no me aparto de donde estoy.

- Quiero ver a mis padres si, quieres que me enamore de ti? Estas muy equivocado podrás ser muy matón y todo pero ese rollo no me va.

Eso último no se como procesar cada una de sus palabras.

- Si te sigues acercando no me contendré  por nada del mundo nena.

- Te callas, estoy harta de que me tengas aquí como si no estuviera secuestrada, ¿ sabes que eso es un delito no?

Me causó un poco de gracia ese comentario así que solo me digno a sonreír. - pues si quiero estar tras rejas ya lo estaría pero tengo todo gobernado  y nadie podrá detenerme, haré que cada día te enamores de mi y eso tenlo por seguro.

No se por que acabo de decirle esas cosas a ella  pero me acaba de molestar un poco  lo quisquillosa que se pone  y lo tierna a la misma vez.

Al parecer no termina de hablar cuando aún sigue y sigue parece un pajarito cantando.

- Se que no me dejaras ir pero no será fácil, dame tu confianza yo te daré la mía, esto no va ser un juego sencillo y jamás y nunca te dejaré ganar.-  tras decirme eso se va a la habitación que es la mía por su cuenta ni siquiera le dije cual seria su habitación simplemente se encerró y ya.

Decido tomar la habitación de al lado y descansar un poco ya era más de media noche y no había logrado dormir nada.

No logro dormirme y decido salir al balcón, y agarrar un poco de aire. Esta habitación es la más grande de todas perfecta para ella, se que a las mujeres les gusta meter de todo en sus habitaciones entonces siempre dije que esta seria para la que se casara conmigo tendría la más grande para que adorne como se le diera la gana.

A diferencia de la mía que es un poco más pequeña y con lo necesario ya que duermo muy poco. Escucho algunos gritos que proviene de la habitación donde está Clarisse así que salgo apurado a ver que pasa.

Abro la puerta y la miro dormir, parece que está teniendo una pesadilla por que esta toda sudada y se está quejando mucho, decido acercarme a ella y acostarme junto a ella.

- Hey tranquila, estoy aquí solo es una pesadilla, pequeña.- le acaricio el cabello mientras su respiración se vuelve normal.

-Que... ¿Qué haces aquí?.-me dice con las mismas que se aparta de mi de un brinco. Y me pongo de pie de inmediato.

- Lo siento. Estabas teniendo una pesadilla y estabas gritando me asuste y vine a ver si estabas bien.

-Estoy bien ya puedes largarte.- me dice mientras abre la puerta de la habitación para que yo me vaya.

Hago el intento de acercarme a ella y hablarle pero esta me señala la puerta para que me vaya.

- Si quieres hablar solo estoy en mi habitación, no voy hacerte daño Clarisse nunca lo haría.- Dicho eso me voy a la habitación.

Cada vez me vuelve más vulnerable, por más que intento mantenerla firme se decae y me odia, no se en que la estoy cagando  pero de que haré que me agarre confianza lo haré cueste lo que me cueste.

Será un juego peligroso el cual estoy de acuerdo, que se queme quien se tenga que quemar, arda quien arda, lograre que me quiera

Steff Sumoza

Espero os guste, Dejen comentarios en las partes donde mas les guste

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