PDV Anna

Cuando mi amiga me dijo estas últimas palabras no pude evitar sorprenderme un poco, ya que no me había esperado que ella me dijera estas palabras en estos momentos.

Mi amiga se llamaba Daisy y era una vieja amiga que había logrado conservar desde mis tiempos en la universidad, en aquellos tiempos ambas éramos muy unidas y a pesar de que nos habíamos alejado un poco debido a los años y al trabajo, aun seguíamos llevándonos muy bien y nos veíamos cada semana por diferentes razones, principalmente para poder contarnos que habia de nuevo en nuestras vidas.

Mi amiga conocía mi frustrante vida amorosa y siempre trataba de presentarme a hombres que ella consideraba bastante buenos, por lo general me hacía salir en citas dobles con ella, pero esto no me gustaba mucho en realidad por que en muchas ocasiones ambos hombres terminaban por fijarse en ella, haciéndome a un lado a mí y haciéndome sentir como la manzana en discordia.

A pesar de esto, no quería decirle algo así