Mierda, mierda y más mierda. ¿Qué había hecho? Me separe de golpe de Francisco, el me miro con intriga, estuvo a punto de decirme algo, pero lo frene a tiempo poniendo mi dedo índice en sus labios, porque que lo escuchara a él sería otro problema extra, que no estaba dispuesta a asumir.
- Respóndeme Marie Ann ¿Cómo que está embarazada? – me dijo Matthew, se notaba que estaba perdiendo la paciencia. Imagino que se estaba preguntando cuál de sus dos amigos era el padre.
- Matthew obviamente pensé que eras ella. No te incumbe nada que respecte a ella o su embarazo. Te pido que no digas nada aun.
- Está bien, ¿necesita algo?
- No, yo la estoy acompañando en todo
Mi estómago se contraía por mis nausear y vómitos, Natalia estaba a mi lado con cara preocupada, hacía ya dos días que me venía diciendo que tal vez mis vómitos continuos no tenían que ver con un virus sino con otra cosa llamado embarazo.Limpie mis dientes en el lavabo y mire las lágrimas de mis ojos, no me pregunten porque, siempre que vomito lloro desconsoladamente, detesto vomitar, la sensación en el estómago como si se cerrara y luego explotara hacia el exterior me hace sentirme irritada y eso siempre (desde chica) desemboco en sollozos.-¿te vas a hacer el test Marie? –me dijo mi amiga, yo simplemente la mire con cara de odio, sabía perfectamente cómo me ponía ese tema.Me negaba a creer que estaba embarazada. ¡Era imposible! Cada 3 meses iba religiosamente a mi
Natalia tenía en sus manos mi prueba de embarazo, prefería escuchar las malas noticias de su boca, que enfrentarme yo misma a ellas. ¿Qué haría si estuviera realmente embarazada? Siempre estuve segura de que no quería ser madre, bajo ningún concepto, no solo porque el parto me da pavor solo de imaginarlo, sino que me parece una carga demasiada alta que llevar y que te acompaña para toda la vida. Creo que es eso lo que me asusta más, ser madre es un compromiso el cual una vez aceptado, no tiene marcha atrás. La poca paciencia que tenía ya me estaba por volver completamente loca, así que mire a Natalia y le dije:-¿Y, tengo que pedir cita con el ginecólogo?No hubo necesidad de que me respondiera para saber cuál era la respuesta. Estaba realmente jodida. Debería de haberme puesto a llorar, pero ni una lágrima hizo acto de pre
Salí disparada de la casa de Francisco, él se quedó algo nervioso de que condujera en esas altas horas de la noche, esperaba que no me tratara diferente ahora que sabía mi estado.Natalia no me quiso contar nada y me exigió que volviera en este mismo instante a nuestro apartamento, estaba histérica y bastante enojada.Cuando abrí la puerta me la encontré parada en la concina con su bata, realmente parecía toda una señora de 40 y largos, tuve que contener la risa que me provocaran sus pintas, porque sabía que una Natalia enojada era de armas tomar.-¡Aquí estoy, en tiempo record! –le dije yo con una sonrisa.Ella me miro sin decirme nada, se fue acercando lentamente hasta donde yo estaba con sus brazos en jarra frente
Lo que sentía cada vez que tenia a Fran cerca, me recordaba a la sensación en mí, cada vez que en mi adolescencia trepaba por la ventana de mi cuarto para poder escaparme a alguna fiesta clandestina. Ese estremecimiento de libertad peligrosa, un movimiento en falso y podía terminar desnucada en el suelo o aun peor castigada por mis padres.Tome mis cosas rápidamente y le grite a Matthew:-Mat me tengo que ir a buscar unas cosas ¿Nos vemos en la noche?Esperaba que me respondiera con un simple si linda, pero salió de su oficina y me beso. Estaba demasiado romántico, demasiado pendiente en mí. Una pequeña y lejana voz en mi interior me decía ¿estás segura que es sincero? Sería demasiado irónico que ninguno de los dos lo seamos, aunque por lo menos mis sentimientos respecto a
Corrí hacia el baño y con una velocidad digna de una súper heroína limpie mi cara de los rastros de maquillaje corrido. De todas formas sabia que se iba a dar cuenta que había estado llorando, ya que mis ojos rojos e hinchados me delataban.Le abrí la puerta de abajo y lo espere en la entrada de mi apartamento, con SEÑOR en mis brazos, realmente el nombre que le había elegido le quedaba bien a mi nuevo amiguito.El ni bien vio a mi perro me lo saco de un tirón de mis brazos y comenzó a comportarse de una forma ridícula, le hablaba como si fuera un bebe; me pregunte si también se comportaría así con su propio hijo. Estos pensamientos me hacían mal, aún recuerdo la conversación que tuvimos al respecto,"NO QUIERO QUE ME CLAVEN UN HIJO"¿Pensaría que lo hice apropósito?-&
Fue el sábado, en el casamiento de mi prima donde todo se fue a la mismísima mierda, pero no nos adelantemos a los hechos.La semana luego de nuestra "reconciliación", nos las pasamos mostrándonos juntos sin tapujos: habíamos salido a la luz, tal y como él lo dijo. Éramos una pareja en toda la amplitud de la palabra. Nuestros compañeros algunos les parecía que nuestra relación era obvia, mientras que otros no salían de su asombro. Todos los días de esa semana entramos de la mano y caminamos siempre el pasillo hasta nuestra oficina, riéndonos, charlando y saludando a todo el mundo.Apoye mi cartera en mi escritorio y mientras buscaba mi celular en ella, Mat me tomo por la cintura. Desde que había vuelto de España estaba más efusivo que nunca, poco me recordaba al hombre seco y recto que conocía ¿Era posible hacer un giro de 180 grados en t
A las nueve de la noche, llego Matthew para cenar con nosotras, Nati se había inspirado y había cocinado unas pizzas caseras, mientras yo iba preparando los toppings para ellas, Mat estaba sentado en la barra de la cocina tomando una cerveza fría.Me pareció increíble como nosotros tres juntos preparando la cena eran muy natural, Natalia y Mat te hacían chistes entre ellos y me hacían decidir a cuál de los dos quería más, obvio que siempre opte por mi mejor amiga.Luego de comer, deje a Nati que se vaya a dormir porque se la notaba bastante cansada, Mat y yo nos encargaríamos de lavar los platos. Éramos un equipo perfecto yo me encargaba del lavado y el del secado, mientras que nos dedicábamos a los platos, él me dijo:-¿Cómo esta Nati y su tema? , tiene que decirle de una vez p
Las bodas son aburridas a menos que sea la tuya imagino. El sacerdote hacia demasiado tiempo que estaba hablando y junto a sus palabras mi cerebro se había apagado, estaba en babia (una forma de decir en cualquier lado menos allí mismo).Si bien fui a colegio católico jamás tuve un gramo de fe en la iglesia, en realidad con Chalarles habíamos decidido casarnos solo por civil muy a pesar de nuestros padres. Sonreí ante el recuerdo del dia que les contamos que íbamos a cancelar nuestra boda por Iglesia, fue un drama para ellos, luego de la cena con nuestras familias recuerdo que nos pasamos la noche entera riéndonos y comiendo helados de nuestra heladería favorita. No toda mi relación con el fueron momentos monótonos, aburridos o tristes, es verdad que no fue una relación de película pero tuvo sus momentos divertidos, es más tal vez al final de nuestra relación no, pero al comienzo