Queridas lectoras… ¿se lo esperaban? ¿Qué sus defensas le fallaran ahora? ¿Qué creen que pasará ahora? Ya mañana nos narra Marianne. ¿Qué pasará por su cabeza? Jajaja.
El alcohol es una especie de escape, una forma de desahogar tus sentimientos, y esos deseos que están reprimidos en lo más profundo, salen a flote con una borrachera. Es decir, sea lo que haya pasado anoche, probablemente yo me lo busqué.Apenas despertando puedo darme cuenta de un par de cosas. Una
—¿De qué… de qué querías hablar conmigo? — digo algo temblorosa. —¿Cuán grande fue la pelea que tuviste con Mateo como para que te vengases de él acostándote conmigo? — cuestiona con un toque de tristeza y auto desprecio.Por primera vez desde que me levanto pienso en Mateo. En cómo “su tiempo” se
Mi vida ha continuado a pesar de las pérdidas, a más de una semana de mi encuentro “accidental” con Luciano, he batallado para darme estabilidad a mí misma.Amanda respetó el acuerdo de traerme a Amy de regreso hasta que firme contrato de alquiler, los del seguro aceptaron que mi auto será pérdida t
—Sí es genial, lo admito. Pero ¿realmente no cuentas con la aprobación de Leonel? ¿Te escapaste o qué? — tengo que cuestionar — Es tu padre, se preocupa por ti. Es natural.—Yo sé… pero algunas veces es tan agobiante. Mi mamá lo tuvo que convencer, y yo recordarle que no debía hacer conmigo lo mismo
Un gesto de simpatía y agradecimiento. Eso sería todo lo que le daría a Luciano. Era todo lo que le podía dar a ese hombre que está tocando el timbre al otro lado de mi puerta. Chequeo que la mesa esté servida para él, y que me vea los más “despreocupada” posible con mi ropa de andar en la casa. Voy
En lo que salgo Luciano está acostado en el sofá de manera incómoda. Busca darle la forma correcta a su cuerpo para que entre en este. La verdad es que mi sofá es pequeño para tener a un hombre tan alto como él acostado. Le miro con culpabilidad.—¿Podrás descansar bien en mi sofá?—No lo creo — est
Despierto después de dormir en la misma posición durante toda la noche. Una posición incómoda y en la que el lado izquierdo de mi cadera me quedó doliendo bastante, he estado acostada de lado por horas y horas. Pero con la luz del día inundando mi habitación y con el conocimiento de que hoy es sábad
—¿Te vas a casar con mi mami, Lulu? — le pregunta ilusionada a Luciano.Las risitas y burlas de él se acaban con eso. Le impacta. No más sonrisas, no más chistes, no nada. Esto es más que incómodo, es vergonzoso.—Amy… esos son temas de adultos… ya te lo dije. Termina tu cereal — le pido.Seguido to