Sebastian Goldberg
"Años atrás"
Llego a mi habitación, sigo confundido, lo cual me recuerda que era uno de los motivos por el cual uno no se involucra más allá de una noche.
— ¿Ya llegaste? —pregunta sorprendido Steve con una toalla a media cintura, y otra en el cuello.
La irritación crece.
—No, sigo con Emily en alguna parte de la ciudad. —digo sarcástico, entonces Steve, entiende.
—Mierda, ¿Qué ha pasado? —me dejo caer en mi cama, lanzo mi brazo a mi rostro y cubre parte de mis ojos.
—No lo sé, ella pensó que…—retiro mi brazo y me siento en la orilla de mi cama. —…pensó que la había llevado para demostrarle algo a Dorian.
Steve arruga su ceño.
—Y fue así, amigo.
&nb
Sebastian Goldberg "Años atrás" Siento unos labios hacer roce con mi piel de la espalda. Tengo mi mejilla contra la almohada, abro los ojos y las imágenes de horas atrás desfilan dentro de mi cabeza, había tenido sexo con Alexandra Dorian. —Me marcho—anuncia Dorian cuando sus labios rozan mi lóbulo de la oreja. —Buen día—solo eso digo, tenía mucho sueño, estaba cansado, me ha exprimido como ninguna otra mujer lo ha hecho, tenía arañazos en mi espalda, había hecho en mi labio una pequeña mordida cuando llegó a su cuarto orgasmo, maldije por lo alto mientras seguía embistiendo, fue una noche de sexo loco, intenso, carnal y provocaba en mí…algo inexplicable. Entrecierro mis ojos y puedo ver sus largas piernas buscando su ropa que estaba a un lado de mi cama, miro la cama de Steve, había mandado un texto para
Sebastian Goldberg "Años atrás" Respiraciones. Sentimientos encontrados. Alexandra está escondida entre mi cuello y mi hombro. Y esta convulsionando en llanto. Estoy conmovido. — ¿Qué pasa? —susurro mientras acaricio su espalda. —N—Nada, no sé qué me pasa. —nos quedamos así, sin movernos, solo escuchando su llanto, después de varios minutos, se ha calmado. Nos limpio con unas toallas que tiene en su bolso, nos acomodamos nuestras ropas, luego retiro las cosas que se encuentran en el asiento y las paso a la parte de atrás, Ale se acomoda en el asiento del copiloto, nos quedamos en silencio no sé por cuánto tiempo más. —No sé qué me ha pasado. —se limpia sus mejillas, atrapo una mano y ella
Emily Hanson Días atrás..."Día del desfile." Salimos del edificio, algo en mi interior hace revolución. La mirada de Alexandra hacia Sebastian, y viceversa, me hizo sentir incomoda, como si sobrara entre ellos dos. "Tranquila, Emily." — ¿Es una cita real o me has traído para demostrarle algo a Dorian? —él se quedaen silencio un momento, y luego arrugasu ceño. —No tengo que demostrarle nada a Dorian, solo he venido porque…—entonces sus palabras no llegan. — ¿Por qué Sebastian? —se acerca a mí, clavo mi mirada en sus ojos azules, a pesar de mi inexperiencia en relaciones, es lógico su reacción, me atrevo a decirlo en voz alta. —Te gusta Dorian. ¿Verdad? —ruego dentro de mí para que diga que no, que no le atrae nada, pero no habla, sus palabras siguen ausentes, luego&
Alexandra Dorian No había podido conseguir que me cambiaran el asiento, aun teniendo influencias, pero el estar en el mismo avión, ya es algo ganado; Desde mi lugar puedo ver la cabeza de Sebastian, está en la fila de en medio, en el asiento del pasillo, él gira su rostro disimuladamente y me sonríe, me muerdo el labio y luego le guiño el ojo, regresa su mirada hacia el frente. Entonces viene la culpa. Cierro los ojos, niego en caer de nuevo en eso. El rostro de Emily al verme desnuda, algo me había invadido al verla de pie ahí, esperando encontrarse con Sebastian, ¿Y si no hubiese estado ahí? ¿Ellos hubieran tenido algo? El ardor en el centro de mi estómago crece como nunca el solo imaginar que la nerd de la clase, esté con él, el verlos en aquella cafetería, me había vuelto una Alexandra que no conocía. Después de horas, le mando un texto a Sebastian, le mando a decir que lo espero
Sebastian Goldberg (Aquí termina el pasado de Sebastian Goldberg) "Años atrás" Henry está recargado en la puerta del auto, al verme me abraza con emoción, me lo contagia, al separarse pasa su mano por mi cabeza para desarreglar mi cabello. — ¿Qué tal el viaje? Disculpa por no llegar antes, hay mucho tráfico. —Henry abre la cajuela y yo lanzo mi maleta al interior del auto. —No te preocupes, has llegado. —me subo en el asiento del copiloto. Henry se mete al tráfico, pone música que a ambos nos gusta, Imagine Dragons, Believer. Hacemos el coro entre los dos, al terminar la canción, le baja. —Dime, ¿Cómo has estado? —pregunta mi hermano sin dejar la mirada en la carretera. —Bien, cerré los exámenes satisfactoriamente. —Ya te quedan uno
Días después del atentado de Alexandra Dorian contra Molly Marshall, en la segunda temporada. Sebastian Goldberg — ¿Estás seguro de lo que vas a hacer? —pregunto a Pharell, él tiene la mirada perdida en algún punto del suelo, su cuerpo se tensa al escuchar mi pregunta, levanta su rostro y asiente con la mirada cristalina. —No puedo permitir que su locura llegue a más gente, ¿Qué hubiese pasado de haber cumplido su plan? Ella…—se le quiebra la voz. —…ella necesita ayuda, dentro de la cárcel no la va a encontrar. —Es tu hija, es tu decisión, pero no por ella no pienso perder a mi pequeña. Pharell se levanta, pone su mano en mi hombro. —No la vas a perder, yo me voy a asegurar que ella se quede contigo. Mi corazón se agita con fuerza. &n
Sebastian Goldberg Me pierdo por un momento en la mirada Emily, suelto un breve suspiro, doy un sorbo a mi bebida y al terminar me recargo en el respaldo de mi silla, ella baja la mirada a su plato y da un mordisco a su muffin. — ¿Qué piensas? —pregunta al terminar de comer. Me cruzo de brazos y ladeo mi rostro. —En que nunca pensé que podría volver a verte. —Ella se tensa y eso me intriga, baja la mirada a su bebida, se queda pensativa. — ¿Qué piensas, Emily? —ella regresa la mirada hacia a mí. —Nunca creí que podría volver a verte, Goldberg. Arrugo mi nariz y niego. —Dime Sebastian, siento que hay un poco de ironía en la forma que lo pronuncias. —Solo un poco—hace el gesto con sus dedos, me guiña el ojo y sonríe.
Sebastian Goldberg Una semana después, New York. — ¿Necesitas algo antes de marcharme? —le pregunto a Molly. Ella sonríe y niega. —Anda, ve a ver a Evelyn, tienes que traerla pronto. —me dice cuando toma lugar en el sillón de su sala. —Por cierto, ¿Has hablado con Henry? —arrugo mi ceño. —Sí, estará en el departamento conmigo, —detengo mis palabras por un momento. — ¿No se habían arreglado ya? —ella pone su cara de seria. —Necesitamos hablar más. — ¿Qué? ¿De qué tienen que hablar? Ambos estuvieron a punto de pasar a mejor vida, ¿Y todavía no solucionan sus problemas? —ella se recarga con cuidado en el respaldo del sillón. —Queremos darnos el tiempo para sanar, Sebastian. Esto no es fácil. —Ustedes