**Domingo

Son las 8:48 de la mañana del domingo, la cabeza me da vueltas y a la voz de Ann está ahí tan solo haciéndome saber que ella no era lo que yo al final creía. Salgo de la cama cuando sé que no puedo seguir sintiéndome tan patética por lo que Ann ha dicho la noche anterior. Si ella quiere creer esa mentira tan solo la dejare y ya.

Alguien toca a la puerta en ese momento me siento sobre el borde de la cama y respiro hondo.

—¿Quién es? – pregunto en tono alto.

—Soy yo Laurie, Sam.

—Pasa Sam – digo, así lo hace y me observa.

—¿Qué ocurre?

—El joven Brian está abajo, quiere hablar contigo – dice lentamente.

—¿Está segura Sam?

—Sí, lo estoy. La dejare para que pueda arreglarse.

—De acuerdo, dígale que en un minuto estoy co