La boda fue de ensueño para Yannick y Vikram, ambos la disfrutaron a lo máximo y como era de esperarse, dio de que hablar así olvidando las amenazas y las cosas malas que se decían sobre Yannick.Decidieron no irse de luna de miel, después de todo tuvieron vacaciones y Vik faltó varias veces a su trabajo, además piensa tomar la licencia por paternidad una vez nazca la bebé y por ello se inclinaron por pasar la noche de bodas en un lujoso hotel y regresar al día siguiente a su vida rutinaria.Un mes ha pasado desde que Yannick se convirtió en una Loughty, su vientre de ahora treinta y una semanas es enorme y su bebé tan inquieta como su padre. Todavía no se sabe el sexo, pero es un pecado decir que puede ser un niño frente a Vik, por lo que todos se refieren al bebé como la bebé.Vikram no podía ser más feliz, las elecciones casi estaban llegando a su fin y él seguía siendo el favorito entre los demás candidatos, pero lo que más le gusta de su vida es su mujer y su hija.―Nos aman. ―Le
La carcajada de Yannick llenó el lugar, si resulta ser niña desde ya le está sacando canas verdes y no quiere ni imaginarse cuando nazca y vaya creciendo.―¿Seguro que la quieres mimar? Mira que, si estando en mi vientre te pone de vuelta y media, no quiero saber cuando nazca y tome un poquito de conciencia. ―Vik negó divertido.―Todo esto para mí es algo hermoso, no me quejaré nunca de nada. ―Yannick y Susana intercambiaron mirada y solamente sonrieron.―Todo está bien por allí dentro. ―Inició a limpiar el vientre de Yannick. ―Les aconsejo ir comprando las cosas desde ya, a estas alturas es muy difícil que se deje ver. ―Yannick supo que ya era momento de decirle a su madre y suegra que podían iniciar a comprar todo lo que ellas desearan.―Nuestras madres se pondrán como locas, estaban esperando muchísimo este momento. ―Vik la ayudó a bajar de la camilla. ―¿Podemos invitarlas a cenar hoy?―Por supuesto, dime a qué restaurante y yo las llamo. ―Nick lo miró con seriedad. ―Vale, llamaré
Instintivamente, retrocedió un paso, todo en ella dejó de funcionar. ¿Cómo es posible que lo tenga ahí justo delante? Fue la pregunta que se hizo Yannick mirando atónita a quien se encuentra frente a ella.―Jean. ―Su voz no sonó más alto que un susurro.―Vaya, ¿Todavía me recuerdas? ―Sonrió como un engreído. ―A estas alturas ya dudaba de que mis recuerdos permanecieran en ti, pero no es para menos. ―Yannick se inició a agitar cuando Jean dio un paso en su dirección. ―Fui el primer hombre en tu vida. ―Yannick miró a la mujer parada más allá. ―Oh, no la mires, ella no podrá salvarte. ―Con un gesto de cabeza hecho por él, la mujer se marchó sin mirar atrás.―No te acerques. ―Le pidió con un tono tembloroso.―Tranquila, nena. ―Miró su vientre. ―Solamente siento curiosidad por tu enorme vientre. ―Antes de que pudiera tocarlo, Yannick le dio un manotazo y le alejó la mano con violencia.―He dicho que no te acerques a mí y mucho menos me toques. ―Jean la miró un poco sorprendido, sabía que n
Yannick fue recibida como siempre, besos, abrazos, enormes sonrisas y caricias a su vientre, para ella era difícil mantener la felicidad dibujada en su rostro, sabe que si hace algo mal todo eso se va a derrumbar y aunque lo haga bien también pasará.―Iniciaremos a comprar todo en colores neutros. ―Informó Sophie. ―En nuestra casa, pintaremos la habitación del bebé en amarillo, ese color me gusta y trae mucha alegría.―En la nuestra la pintaremos de verde agua. ―Patricia miró a su niña. ―Quedará hermosa, ya lo verás. Ambos son colores neutros. ―Yannick sonrió.―¿Cuántas habitaciones tendrá la bebé? ―Candela se encogió de hombros por la pregunta de su amiga.―Como soy la tía buena onda, pero pobre, haré pijamadas en la sala para disimular mi pobreza. ―Las carcajadas llenaron el comedor.―Pobre de mi hija con esta tía que le toca. ―Vikram negó divertido. ―Ya la veo rogándome pasar los fines de semana contigo y Esko. ―Candela se ahogó con el bocadillo que tenía en la boca. ―Ten, bebe agu
En su vida se consideró que podría enojarse tanto con la mujer que ama con locura, ni en el peor de sus sueños imaginó que una brecha se podría abrir tan grande en tan poco tiempo y que su corazón pudiera romperse incluso en pedazos tan pequeños como lo está ahora.Su abejita, esa mujer por lo que da y lo deja todo, le ha dejado en claro que él es lo último en su vida y la manera en la que se lo demostró fue tan dolorosa que todavía no puede ni siquiera mirarla a la cara.¿Cómo se supone que pueda perdonarla cuando ella le gritó tan enojada que si era preciso se mudaría al hospital porque su hija una vez naciera le quitaría su libertad? ¿Cómo pudo gritarle con tanta ira que fuera él quien dejara a media su carrera y se encargara de la crianza de esa bebé que ella aseguró que era lo más importante en su vida? ¿Cómo puede perdonar que ese día se marchara de casa sin decirle para donde iba y después volviera trasnochada como si no hubiera dormido por estar divirtiéndose?No entiende por
Yannick llegó al laboratorio como todos los días y se encerró para llorar en soledad y poder desahogarse un poco, su vida se ha vuelto una pesadilla y no hay manera de despertar y acabar con todo lo que la lastima a ella y a quienes ama.El timbre del móvil llamó su atención, pero aun viendo el nombre en la pantalla, decidió no responder, Jean escucha todas las conversaciones que ella mantiene con su familia y ya bastante hizo con apagar el micrófono en la mañana.Candela respiró profundamente y decidió ir a la oficina de Jack, él es el único que le puede dar la autorización para ingresar al laboratorio. Al entrar, el hombre la recibió con una gran sonrisa.―¿Cómo estás? ―Le dio un abrazo y un beso en la mejilla.―Por lo del accidente. ―Soltó un suspiro. ―Estoy bien, hay veces que me duelen las costillas, pero Roberta me ha dicho que con el tiempo pasará. ―Jack asintió, su doctora tiene razón. ―Pero muy enojada con Yannick, no la vemos desde hace tres semanas y dos semanas atrás no re
―Por favor, Jean, no quiero hacerlo. ―Suplicó cerrando los ojos al sentirlo sacarle el sostén. ―No quiero que me lastimes, no así. ―Jean de un tirón le quitó las bragas.―¿No crees que es una buena manera de mandarte a parir? ―Besó su hombro derecho. ―Si pares hoy, puedes dejarle el bebé y nosotros podremos irnos, puedo hacer eso por ti. ―Yannick se estremeció por completo, llena de miedo al escuchar esa idea, ni siquiera que la esté tocando con sus asquerosas manos le importa tanto.―Estoy haciendo lo que me pides, lo del micrófono fue un error, no me hagas esto. ―Le detuvo las manos para que no siguiera masturbándola, no quiso hacerlo, ella solamente reaccionó y ahora que ve el gesto en él supo que fue una mala idea.―Eres más estúpida de lo que supuse. ―Carcajeó. ―No quieres que le haga daño a ese imbécil, no quieres que te haga mía porque le quieres ser fiel, ¿Pero qué sucede con él? ―Ladeó la sonrisa y la miró con burla y asco a la vez. ―¿Crees que él sufre como dice? ¿Acaso pien
Candela, realmente preocupada y con el corazón a mil por hora, llamó a la única persona que podía ayudarla en una situación como esa. Su nerviosismo es tanto que se le hace difícil buscar el número, pero tras varios intentos lo logro.Esko frunció el ceño al escuchar el tono de llamada, a esas horas de la noche nadie lo llama y menos al móvil del trabajo. Al ver el nombre en la pantalla alzó las cejas, hacía tanto no hablaba con esa mujer que le parece increíble que lo esté llamando ahora tan descaradamente.―Dejaste las cosas claras, no pienso verte ni hablar nada. ―Atacó una vez abrió la llamada.―Esko. ―El sollozo lo obligó a sentarse rígido. ―Por favor… te lo suplico, ven por mí. ―Esko sin darse cuenta se puso en marcha.―¿Qué sucede? ―Preguntó dando un volantazo.―Yannick, ella… ella… ―Candela no pudo decir más, el llanto ahoga sus palabras.―Voy en camino. ―Esko cerró la llamada y aceleró a tope, miles de pensamientos cruzaron su cabeza, pero los sacudió. Si Yannick hubiera teni