—Pedro, ya deja de hablar de ese viejo —Erik cambió de tema de repente—. Lo que realmente importa ahora es considerar nuestra futura colaboración. Con tu apoyo, puedo tomar control total de la familia Solís en cuestión de días.

—¿Cuándo acepté colaborar contigo? —Pedro respondió fríamente.

—¿Eh? —Erik frunció el ceño—. Después de todo lo que he dicho, ¿no te tienta ni un poco?

—Eres capaz de matar a tu propio padre. Trabajar contigo, una bestia como tú, solo mancharía mi reputación. Además, expondré todas tus acciones al público. Prepárate para morir.

Pedro hizo un gesto mientras hablaba.

Rodolfo captó la señal inmediatamente, avanzó rápidamente y sometió a Erik en el suelo.

—¡Pedro! ¡No tienes palabra! ¡Acabas de prometerlo! ¿Por qué? —Erik rugió con resentimiento.

Estaba a un paso, solo a un paso del éxito.

Poder, posición, reputación, todo al alcance de la mano.

¿Por qué tenía que terminar así?

—No me considero un buen hombre, pero jamás seré una bestia —La mirada de Pedro era glaci