—¡Lárgate! —La respuesta de Estrella fue simple y directa.

Alfonso, quien hasta ese momento tenía una sonrisa en el rostro, se quedó petrificado.

No esperaba que la otra parte fuera tan descortés.

Después de todo, él es el principal discípulo de Puerta del Ártico, un genio reconocido en el arte marcial místico.

Siempre ha sido muy buscado y respetado, sin que nadie se atreva a menospreciarlo.

Pero hoy, al ofrecer matrimonio, solo recibió un "¡lárgate!", perdiendo toda dignidad en su rostro.

—¡Estrella! ¡No seas irrespetuosa! —Valentín inmediatamente reprendió, y luego dijo con vergüenza—: Mi hija habló impulsivamente, no lo tomes a pecho.

Después de todo, es alguien de Puerta del Ártico, y merece cierto respeto.

—Sr. Valentín, me considero un hombre de buen aspecto y habilidades destacadas. Ser yerno de la familia Flores no debería considerarse un despropósito. He venido aquí con sinceridad a pedir la mano de su hija, ¿es esta su actitud? —Alfonso frunció el ceño ligeramente.