Capítulo 290
—¿Qué?

Mirando el cuerpo de su hermana, Ramiro se sintió como si un rayo le hubiera golpeado.

Nunca imaginó que Pedro sería tan despiadado, matar sin más, sin perder tiempo en charlas inútiles.

—¿Tienes algo más que decir? —dijo Pedro, impasible.

—¡No me mates! ¡Por favor, no me mates!

Ramiro se desmoronó, se arrodilló en el suelo y comenzó a golpear su frente en súplica:

—Fue un error por mi parte ofenderte, te ruego que me perdones y me dejes seguir viviendo. Te garantizo que nunca volveré a enfrentarme a ti.

—Os di una oportunidad y vosotros mismos decidisteis no valorarla.

La cara de Pedro permanecía sin expresión, y en sus ojos no había la más mínima pizca de compasión.

—¡No, no, no! ¡La valoro! ¡La valoro ahora! ¡Por favor, todavía soy joven, no quiero morir! Si me perdonas la vida, seré tu sirviente, ¡te lo suplico!

Ramiro comenzó a golpear su cabeza frenéticamente contra el suelo.

En su auge, nunca fue rival para Pedro. ¿Y ahora?

Sería tan fácil para Pedro matarlo como aplas
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo