— ¡Hermosa! ¿No me estás entendiendo? ¡Ese tipo es un mentiroso! ¡No vas a conseguir nada bueno de él! —dijo Jaime, tratando de persuadir a Estrella.Al ver que sus palabras no surtían efecto, Jaime empezó a sentirse inquieto. No podía soportar la idea de que una mujer tan hermosa cayera en las manos de Pedro.—Oye, no estés molesto. Iré con quien quiera. Esto no tiene nada que ver contigo — dijo Estrella, quien estaba perdiendo la paciencia.—¡Tú!... Jaime estaba tan furioso que le hervía la sangre hervía. Nunca había pensado que esta mujer fuera tan terca. Le estaban diciendo que estaba siendo engañada y aun así prefería estar con él. ¿Tan grande era la atracción de ese joven?—Señor Fuentes, esta mujer merece ser engañada. Le advertiste con todas tus buenas intenciones, pero en vez de aceptarlo, incluso te dijo impertinencias. ¡Tomó a una persona buena por mala! —dijo Juana, que estaba al lado de Jaime. —¡En estos tiempos ya no podemos ser buenas personas! —A Jaime le parecía inju
Cuando entraron al Hotel Armonio, Juana todavía estaba muy enojada.—Es verdad que esa mujer es bonita. No sé si realmente tiene mal ojo o no. ¡Le gusta Pedro, ese pedazo de basura! —¿Quién podría decir que no? ¡Es como una flor junto a una mierda! —suspiró Jaime. Él era guapo, elegante y muy rico. ¿Por qué no podía estar con una mujer tan hermosa como ella? —Bueno, dejemos de hablar de eso. Hoy vinimos por algo más importante —dijo Leticia, cambiando de tema—. Juana, ve, escucha y pregunta quién es el líder de la familia Flores que estará aquí esta noche. Sería mejor que me lo presenten.—Una amiga mía está trabajando aquí precisamente. Ahora mismo la llamo. Mientras hablaba, Juana sacó su celular y marcó unos números rápidamente. Tras un buen rato, dijo: —Presidenta García, ya he preguntado. La velada de beneficencia de esta noche fue organizada por la presidenta Flores en persona. En cuanto al socio, dependerá de su decisión. —¿La presidenta Flores? ¿Es esa mujer que reina e
En ese momento, la sala de la velada estaba muy animada. En el escenario, mujeres de esbeltas figuras y vestidas con trajes tradicionales de México estaban bailando la danza jarabe. Cada cambio de semblante y cada acción eran especialmente hermosos. Todos estaban encantados y habían perdido la noción del tiempo. Debajo del escenario, se sentaban nobles vestidos con elegancia. Algunos brindaban y conversaban, mientras que otros observaban silenciosamente el espectáculo. Pedro encontró un asiento vacío y se sentó, mirando el espectáculo mientras bebía su jugo. —Pedro, es una sorpresa verte en un lugar como este —alguien interrumpió su momento de esparcimiento.Pedro echó un vistazo y vio a Jaime y a Leticia, entre otros. —¡Qué mala suerte! ¿Por qué estás en todas partes? —Juana estaba muy insatisfecha. Leticia no dijo nada y, después de lanzarle una mirada indiferente, se sentó en un asiento de la fila anterior. —Pedro, dentro de un rato habrá una subasta de beneficencia. ¿Tienes d
— ¿La candidata idónea? Al oírlo, Leticia quedó atónita. O sea, no se atrevía a creerlo. Lo que le decían no tenía que ver con la lista de candidatos, ¡sino que la habían nombrado directamente como socia de la familia Flores! Incluso habían omitido el examen final. ¿Qué había pasado? —¿Es verdad lo que me ha dicho? —preguntó Leticia. —¿Por qué sería falso? Si no lo crees, ve directamente a la empresa mañana y firma el contrato. Bueno, ahora estoy ocupado, hasta luego —respondió el director general del Grupo Flores antes de colgar el teléfono. Leticia estaba sorprendida y contenta al mismo tiempo. Ella nunca había pensado que esto marcharía tan bien. Hace un momento iba a ser expulsada de la lista de candidatos, pero en un instante, se había convertido directamente en la socia de la familia Flores. ¡Qué repentina era la felicidad! —Presidenta García, ¿qué ha pasado? ¿Le han dicho algo? —preguntó Juana. —Sí. —Leticia movió la cabeza de arriba abajo y le lanzó una sonrisa excepcio
Pedro no se había imaginado que, a pesar de llevar tres años casados, Leticia no tendría ninguna confianza en él. ¿Acaso su confianza no significaba nada en comparación con la de un extraño? —Bueno… soy una persona despreciable y Jaime es un noble. Le he calumniado. ¿Estás satisfecha ahora? —dijo Pedro, burlándose de sí mismo. Cuando no existía la confianza, no servían de nada las explicaciones. —¿Y esa actitud? ¿Acaso estoy culpando a un inocente? —Leticia frunció el ceño. —No has hecho nada mal. Dije lo que no debía decir y recibiré lo que me merezco —dijo Pedro en un tono frío. —¡Eres tan terco! —Leticia empezaba a enojarse. No había pensado que Pedro fuera una persona así. Había calumniado a alguien más por envidia y, además, no mostraba arrepentimiento. ¿Había dejado de fingir después del divorcio? —Bueno, Leticia, no te enojes tanto. —En ese momento, Jaime trató de hacerse el bueno—. Es normal que Pedro sienta hostilidad hacia mí al vernos juntos. No lo culpo. Todos comet
— ¿Por qué ha traído a tanta gente? Jaime abrió los ojos. Se sentía asustado. ¡Maldita sea! Habían acordado pelear solo él y Enzo, pero ahora se encontraba rodeado de guardaespaldas. ¡Bellaco! —¡Maldito! —pensó Jaime, molesto en su interior, aunque sabía que no podía echarse atrás. Por encima de todo, no podía humillarse frente a la mujer que le encantaba. —¡Son aquellos! ¡Rodeadlos!Enzo levantó la mano y enseguida los guardaespaldas acudieron y les rodearon. —¿Qué está pasando? Os advierto que mi padre es Roque Fuentes, el presidente general de la Medicina de Fuentes. Cuando vio que la situación era mala, Jaime enseguida dijo de dónde venía, tratando de asustar a los hombres con el nombre influyente de su padre.—¿Roque? ¡Qué chiste! —gritó uno de los guardaespaldas—. ¿Sabes quién está a mi lado? Es el hijo de Leo, el líder del Grupo Acán.Jaime se quedó confundido al escuchar eso. —¿Leo? ¿Acaso es el líder clandestino de la ciudad Orient? ¿Leo Londoño? —Además de aquel pern
— Si no la sueltas, ¡morirás! —dijo Pedro sin inmutarse. Su mirada era tan indiferente que daba miedo.—¿Morir? Al escucharlo, Enzo empezó a reír a carcajadas. Sus guardaespaldas que le seguían se unieron a la burla. Todos miraron a Pedro como si estuvieran mirando a un idiota. —Hombre, ¿sabes quién soy? ¿Cómo te atreves a hablarme así? —dijo Enzo con diversión. —No sé quién eres y no me importa. Suelta a la mujer en tres segundos. De lo contrario, responderás por lo que hiciste —dijo Pedro, muy tranquilo. Cuando terminó de hablar, todos quedaron escandalizados. Incluso Leticia y los demás se sorprendieron por la valentía de Pedro. Nadie había pensado que él saldría a defender a la mujer. En comparación con Jaime, que estaba callado en ese momento, Pedro estaba demostrando ser muy valiente. Pero, no sirvió de nada. —¡Un imbécil que no aprecia la vida! ¡Quiero ver cómo morirás luego! —dijo Jaime con hostilidad. Pedro había salido adelante con valor, lo que demostraba su cobardía
— ¿Por qué sigues de pie? ¡Toca el suelo con la frente ahora mismo para pedir perdón!Al ver la mala cara de Pedro, Jaime se alegró. Antes estaba muy celoso de él, porque Pedro había atraído la admiración de todos. Ahora, le tocaba pagar. ¿Se arrodillaría o no? Si se arrodillaba, se humillaría en público. Si no lo hacía, Enzo se vengaría de él y entonces moriría o quedaría discapacitado. —¡Hombre! No me culpes por no darte una oportunidad. Si te arrodillas hoy y tocas el suelo con la frente, te dejaré vivo. De lo contrario, no me culpes por ser una persona cruel y perversa. Enzo tocó el pecho de Pedro con un dedo, como si le estuviera comiendo. Aunque era capaz de pelear, no tenía poder. Era solo una persona fuerte que nunca había tenido la oportunidad de estar presente en situaciones importantes. —¿ Sabes que estás haciendo algo malo? —¿Hacer algo malo? —Enzo sonrió—. No solo quiero hacer algo malo para excitarte, sino que también violaré a tu mujer. Mañana, en tu presencia, vi