Su voz resonó, captando de inmediato la atención de todos.

Es sabido que esta belleza glacial, desde que entró al hipódromo, rara vez hablaba.

Siempre mantenía una actitud distante, rechazando a las personas a kilómetros de distancia, y nadie se atrevía a acercarse fácilmente.

Hoy, sin embargo, rompió el molde al apoyar a Pedro, lo cual realmente sorprendió a todos.

—Leticia, ¿por qué ayudas a este tipo? —Rosario estaba visiblemente desconcertado.

Para alguien tan reservado, este gesto era claramente inusual.

—Solo estoy curiosa, quiero ver de dónde saca la confianza este hombre para ganar la carrera —dijo Leticia, con tono indiferente.

Aunque lo dijo así, había algo inusual en su corazón; casi sin pensar, salió en defensa de este extraño. Definitivamente era algo extraño.

—Ya que Leticia está tan interesada, entonces dejaremos que este hombre se beneficie —Jorge sonrió cortésmente.

—Por el favor de Leticia, te doy una oportunidad de perder, ¡sube al caballo!

Araceli se montó en gan