Punto de vista de BillMis ojos se abren lentamente hasta que veo un techo blanco. El aroma antiséptico junto con el monótono pitido de los monitores me confirman lo que ya sospecho: estoy en un hospital. Cuando intento reconstruir los fragmentos dispersos de lo ocurrido, lo último que viene a mi mente es aquella motocicleta que se abalanzaba hacia Serena sin frenos. Por instinto, me lancé para apartarla de su trayectoria. Después de eso, todo se volvió negro. 'Mierda', pienso para mis adentros, '¿estará bien?'Con preocupación, miro por toda la habitación, buscándola hasta que la encuentro con la cabeza apoyada en el borde de mi cama. Por las marcas de cansancio en su rostro, deduzco que ha pasado la noche entera aquí, cuidándome mientras yo permanecía inconsciente. Al ver que está a salvo, siento un gran alivio.Cuando intento moverme, un dolor agudo y profundo recorre mis brazos y piernas como recuerdo del accidente; pero cada vez que miro a Serena, que duerme tranquila a mi lado,
Punto de vista de SerenaAl salir de la habitación de Bill, me encuentro con el Dr. Henderson revisando su tableta.Levanta la mirada y sonríe al verme. "Serena, ¿Bill ya despertó?""Sí, acaba de despertar", respondo, "Gracias por todo, Dr. Henderson"."Me alegra oírlo. Vamos a estar pendientes de él en todo momento". Me asegura."Por favor, revíselo bien". Le pido."Justo iba para allá", responde el Dr. Henderson, "¿Me acompañas?"No quiero volver a la habitación de Bill si Doris está allí, ya que me molesta verla actuar siendo amable cuando en realidad no lo es."La verdad es que iba a buscar algo para Bill". Le explico. Él asiente mientras me dirijo hacia la salida. Voy a la tienda más cercana para conseguir el bocadillo favorito de Bill cuando se siente mal. Entre los estantes, encuentro los pudines de chocolate. Los ha estado comiendo desde niño y cada vez que cae enfermo o necesito levantarle el ánimo, estos pudines hacen maravillas.Doris puede pretender ser la esposa perfecta
"¿Qué es esto?" Pregunto."Si quieres saberlo, entonces ábrelo". Dice Calvin.Saco una caja de la bolsa de papel. Es una elegante caja de Cartier, rojo oscuro con bordes dorados. Al abrirla, descubro un hermoso collar de jade en su interior. La piedra resplandece con un verde intenso, y aunque su diseño es sencillo, posee una elegancia innegable."Calvin, esto es demasiado. No puedo aceptarlo", le digo mientras le devuelvo el regalo, "De verdad, no quiero nada a cambio".Calvin niega con la cabeza y no acepta que le devuelva el regalo e insiste con determinación. "Por favor, acéptalo. Tómalo como una muestra de gratitud de mi familia por haber salvado la vida de Bill". Finalmente acepto el obsequio, aunque con cierta vacilación. Calvin parece sincero, y puedo notar que lo ofrece como un genuino gesto de gratitud. Justo entonces, su celular vibra. "Disculpa, tengo que atender esto". Dice mientras se aleja para contestar la llamada.Mientras acaricio la bolsa, no puedo evitar pensar en
Punto de vista de Serena"Eres un imbécil, Bill". Le digo con expresión seria.Siento cómo el calor me sube a las mejillas, pero no permito que ninguna emoción se refleje en mi rostro. Está comportándose como antes, intentando sacarme de quicio con sus comentarios, pero ese juego lo podemos jugar los dos, así que me burlo de su comentario. "¿Y qué si tengo un sugar daddy?" Le pregunto, "¿A ti qué te importa? Ya estamos divorciados".Bill aprieta la mandíbula y entrecierra los ojos antes de decir: "Ahora lo entiendo. Encontraste una nueva presa"."¿Qué quieres decir con eso?" Exijo saber."Lo único que haces es andar por ahí coqueteando con tipos ricos", suelta Bill, "¿Pero sabes qué? ¡Tengo más dinero que todos esos idiotas juntos!"¿De dónde viene semejante acusación? Es la primera vez que Bill me acusa de haberle sido infiel. Y encima, ahora me trata como si fuera una cazafortunas."¿De verdad piensas eso de mí?" Pregunto, "Te comportas como si hubieras sido el esposo perfecto solo
Punto de vista de SerenaA medio camino de salir del hospital, recuerdo que el regalo de Calvin todavía está en la habitación de Bill, pero no puedo regresar, no después de cómo me humilló.Ya puedo imaginarlo. Si regreso por el regalo, Bill seguramente me lanzará más insultos sobre cómo intento seducir a su tío, ya que ni siquiera me dejó explicarle que nunca quise aceptar el regalo en primer lugar.La verdad es que no tengo ningún interés en involucrarme con Calvin, ¿por qué querría mantener algún vínculo con esa familia después de todos los problemas que he tenido con ellos durante estos tres años? Además, estar cerca de Calvin solo significaría tener que aguantar más comentarios desagradables de Elena y Claire. Pero ahora que estoy divorciada de Bill, ya no tendré que verlos nunca más y quizás, por fin pueda comenzar a encontrar algo de paz mental.Cuando Bill me salvó la vida ayer, una parte de mí se preguntó si todavía sentía algo de amor por mí, aunque fuera solo un poco. De hec
Punto de vista de SerenaNo me había dado cuenta de cuánto me alejé de mi antigua vida después de casarme con Bill, hasta que me encontré con Stevie entre el pasillo de cereales y café en el supermercado.Estoy a mitad del pasillo de café cuando la veo. Stevie, igualita a como lucía en nuestros tiempos de universidad, pegada a su celular y carcajeándose. Después de dudar por un segundo, decido acercarme. "¿Stevie?" La saludo tentativamente, "¡Cuánto tiempo sin vernos!"Stevie se voltea, sorprendida de verme. Por un momento nos quedamos mudas hasta que suelta: "¡Serena! No puedo creer que seas tú".Me abraza, sonando feliz de verme. "¿No estás molesta?", no puedo evitar soltar, incapaz de ocultar mi confusión, ya que no hemos hablado desde que me casé con Bill.Stevie mueve la cabeza de lado a lado, con una sonrisita de diversión. "Nah, lo entiendo. Los tipos como tu esposo son un dolor de cabeza", dice, con tono relajado pero sincero, "Ya conoces mi historia con mi padrastro y todo
Punto de vista de SerenaStevie espera afuera del cubículo mientras vomito todo en el inodoro. Luego escucho un suave golpe en la puerta. "¿Necesitas ayuda? Puedo sostenerte el cabello si quieres". Ofrece Stevie."No, está bien", respondo, "Puedo sola, ya tengo bastante práctica".Después de vomitar, me limpio la boca y respiro profundo, preocupada de que Stevie se enoje conmigo por no contarle sobre el bebé. Pero me equivoqué, pues en cuanto salgo del cubículo, ella me estrecha entre sus brazos. "¿Stevie, estás llorando?" Pregunto, al notar el brillo húmedo en sus ojos.Al apartarse, responde con una sonrisa: "¡Claro que estoy llorando, tonta! Voy a ser tía"."O podrías ser la madrina del bebé. Sé que cuidarás de mi hijo si algo malo me pasa". Le sugiero.Stevie sonríe y responde: "¡Me encantaría! Lo de ser madrina, claro... no lo de que te pase algo malo"."Espera, ¿Bill sabe que estás esperando a su hijo?" Pregunta un segundo después.Yo respondo con voz distante: "No se lo dije p
Los ojos de papá se iluminan ante la pregunta. "Pues mira, tu mamá ha convertido el jardín en algo muy bonito, y su sazón, como ya sabes, está mejor que nunca". Comenta mientras le lanza una mirada cargada de orgullo a mamá."Y aunque no lo creas", interviene mamá con una risita, "Tu papá me acompaña a hacer ejercicios aeróbicos todas las semanas, así nos mantenemos jóvenes los dos".Papá asiente, añadiendo: "Y de vez en cuando trabajo dando asesorías, para no aburrirme. Pero lo tomamos con calma, disfrutando la jubilación a nuestro ritmo"."¿Y tú, mi niña? ¿Qué has estado haciendo?" Pregunta mamá."Ah, ustedes ya saben... me acabo de mudar a mi apartamento viejo". Logro articular, tratando de sonar despreocupada.Mamá y papá intercambian una mirada cómplice, una conversación silenciosa pasa entre ellos. Papá suspira profundamente antes de preguntarme con preocupación: "Serena, ¿pasó algo entre tu esposo y tú?""En realidad, Bill ya no es mi esposo", confieso, "Acabamos de divorciarno