Lara observa a James mientras duerme y, finalmente, siente compasión por él, dado que considera que ha sido demasiado severa con él. Al ver cuánto se esfuerza por ser un padre y esposo perfecto, Lara piensa que, por el bien de sus hijos, debe esforzarse por olvidar todo lo que ha sucedido y dejarlo en el pasado. Si pudo perdonar a su padre, quien le causó tanto dolor física y emocionalmente, ¿por qué no podría perdonar a James, quien hizo mucho menos que eso? Estaba poniendo de su parte, eso era innegable. Ella lo mira y acaricia su rostro, sabiendo que él bebió tanto debido a la forma en que ella lo trató, a pesar de que él solo intentaba ser amable con ella. Lara se pregunta por qué tiene que ser tan egoísta y mezquina. Se sienta al borde de la cama y, tal vez debido a las hormonas, comienza a llorar mientras mira a James, quien yace allí con un fuerte olor a alcohol.

— Sé que esto es culpa mía. Estás haciendo un gran esfuerzo, y yo te lo estoy dificultando. Te prometo que intentaré