Carol
Jamás esperé que algo como esto pudiese suceder, la verdad es que me despreocupe con todo el dolor de ser traicionada y la felicidad de ser madre. De tonta baje la guardia y deje que me tomaran en pleno día sin hacer nada. Estoy asustada, me han dejado ciega y los oigo decir que ya me tienen. Luego de un largo recorrido, en el que no me muevo siquiera, evitando que me puedan golpear en el vientre, siento que se detiene el carro. Me bajan casi a rastras y entre dos personas me cargan por los brazos. Para al final, solo lanzarme contra el suelo, el impacto duele, por lo cual no puedo evitar que se me escape una queja. Pero acto seguido, me trató de arrastrar y encontrar una pared, para apoyarme a ella y estar más segura. Mis manos están atadas y mis ojos vendados, no sé dónde estoy y tampoco puedo proteger a mi hijo correctamente. Por este motivo me llego a sentir desesperada y lloro, en lo que doblo
CarolEra una cabaña moderna de madera para vacacionar, lógicamente estaba en un bosque. Antes de salir sentí movimiento en el comedor, lentamente me acerqué y las voces del primo de Matt y su tío me llegaron. Algo me dijo que debía escuchar lo que sea que hablaran esos locos pervertidos.—¿Padre cuándo podré disfrutar de esa mujer?—Cuál es el apuro, de aquí no saldrá viva. Debemos mantenerla por esta semana, para que Matthew vea que no mentimos, cuando firme los papeles entregando todo, ahí la mataremos. No necesitamos que un bastardo venga a este mundo a reclamar el dinero.Tapé mi boca y sentí cómo me erizaba de pies a cabeza, estos desgraciados sabían que estaba embarazada.—Claudia hizo un buen papel al convencerlo de dejarla, entonces porque cre
CarolRespiro para tratar de pasar el dolor, me doy cuenta de que no voy a lograrlo con el abrigo tan pesado, me lo quité y lo lancé hacia la rama que quiero agarrar, por suerte cae en ella. Vuelvo a retroceder, me detengo a tomar aire, hasta que justo en eso siento un gruñido y fue suficiente para que me mandara a correr, pusiera el pie en el tronco y dando el salto agarrara la rama que buscaba. No me detuve, me aferre a la rama, tome el abrigo, me lo tire como pude al hombro y clavando la navaja continué. Por suerte esta se clavó en el tronco sin problema y arrastrándome comencé a subir hasta llegar al fin a la rama fuerte que me sostendría.Ya arriba miré al piso y por la virgen santa, creo que me dio mareo ver la separación que había entre el suelo y yo. Traté de moverme lo menos posible, aún no me creía que habí
MatthewMi familia, la que creé y alejé a la vez, lleva cinco días en manos de esos desgraciados. El primer día que me llamaron lo disfrutaron en serio. Sí, desde el primer día me envían fotos e imágenes de ella, se ve tan asustada y frágil. Me mostraron como era un ovillo en un rincón de la habitación donde la tenían. Ella ni se dio cuenta de que le habían tirado fotos, estaba dormida. Me dolió verla amarrada y adoptando esa posición para proteger a nuestro bebé, casi me vuelvo loco.Hace dos días que no me llaman para mostrarme imágenes de ella y me preocupa. Mi Carol, mi mujer fuerte y valiente, ahora está indefensa en ese lugar. Sé que el asqueroso de mi primo no perderá la oportunidad para tocarla y hacerle daño, por eso estoy perdiendo los estribos. Es capaz de matar al niño y no lo sopor
MatthewAl limpiarme el cuello me lo toqué ligeramente en donde sentía cierta molestia y me quejé maldiciendo por lo bajo. El maldito logró hacerme cierto daño, a pesar de su edad tenía fuerza aún en esas manos. Mirando con odio el cuerpo en el suelo no pude sentir lástima como deseaba. Tan solo cerré los ojos y hablé con algo de incomodidad aclarando la garganta.—¡Alan!—Diga usted, señor.—Vamos hacia el bosque, mi mujer está allá adentro, totalmente perdida, necesitamos hallarla cuanto antes.—Pero señor es de noche, al menos esperemos a que amanezca y habrá mayores posibilidades. Además, los hombres de su tío han buscado ya y no han podido encontrar nada, debemos saber qué lados han peinado para avanzar más rápido.—¡Ella está sola, allá afuera, puede pasarle algo!—Lo sé, señor, pero sí ha logrado vivir dos días sin que hallarán su cuerpo, es posible que sea porque ella se está cuidando bien. Confió en Carol, tengo fe en que está bien, es alguien fuerte.Tragué en seco y cerré l
MatthewUn toque en la puerta del cuarto donde estaba descansando me hizo incorporarme.—¿Sí?—Señor, es hora, ya amaneció, así que comenzaremos la búsqueda.—Enseguida salgo.Respiré y recé porque los encontráramos pronto, con ese pensamiento me dirigí al baño, lavé mi rostro y una vez listo me puse en camino para buscar a los hombres. Ya todos estaban divididos en grupos, Alan me indica que debo ir con el grupo que cierra la búsqueda en el claro que da a la carretera principal, si ella está buscando una salida de seguro irá para allá. Acepto, porque sin lugar a duda quiero ser yo quien la reciba, necesito sentirla entre mis brazos y encerrarla ahí por un buen tiempo, hasta que me convenza de que estará a salvo. Debe estar tan asustada que de solo pensarlo un frío recorre mi columna al sentirme tan inútil como el hombre que debe protegerlos.Nos dirigimos sin demora al bosque y cada partida se dirigió hacia su camino, comunicando de vez en cuando las posiciones que iban dejando atrás
CarolEstamos en casa, si lo sé, no debería perdonarlo tan rápido, sin embargo, ver a Matt tirado en el piso pidiéndome perdón y negándose a ponerse de pie al menos que lo perdonara me dolió. Alan me contó cómo se puso cuando desaparecí, no comía ni dormía y sus ojeras me decían que era cierto. Sin contar que había perdido peso, prueba de que no probaba alimento como hace siempre que está preocupado, lo conozco mejor que nadie y lo que estuvimos separados no fue tanto para perder kilos. Además, sé que todo fue una trampa y Claudia, personalmente, me explicó su traición y se disculpó de rodillas también. Aunque, igual, como puedo culpar a alguien que solo trataba de salvar a su ser querido.Sin contar que ahora era la pareja de Carl, un gran amigo que ha pasado, por tanto, en su vida como nosotros y se merece
CarolMi piel se erizó, lo que provocó que se burlara aún más. Sentí su mano descender de mi nuca, pasar por mi hombro acariciándolo hasta terminar en mis senos, sostuvo el derecho en su mano y jugo con este hasta hacerme gemir. Lentamente, se acercó, le dio besos sobre la ropa sin desviar su mirada de la mía. Mordiéndose su labio inferior, libero mi pecho de su encierro mortal. Su lengua recorrió mi punta derecha y gemí con fuerza, miré al techo, con solo eso ya estaba empapada. Él siguió torturándome, besando la distancia entre mis pechos, para al final sorber el otro y hacerme encorvar. Mis hormonas estaban a millón y más con el embarazo.—¿Qué quieres conejita?—A ti. Te necesito dentro de mí, Matt, por favor.—Sus necesidades son mi prio
CarolEl evento estaba a punto de celebrarse, era este fin de semana y yo no tenía idea de que ponerme. Hasta que una gran caja fue dejada sobre la cama el viernes temprano en la mañana. Me levanté para ir a hacer mi rutina matutina, creyendo que mi esposo se había ido a trabajar. Lo cual era falso, pues este esperaba escondido a que me levantara para dejar el presente sobre el colchón.Cuando la abrí me encontré con un bello vestido morado, este hombre es tan increíble, no deja de darme sorpresas.Al verlo reí cómo tonta y hasta lágrimas se me escaparon de la emoción.Mi novio siempre sabe cómo hacerme feliz y no tiene ningún límite para demostrarme cuánto me ama.Sin pensarlo dos veces me desnudé para probármelo. El vesti