Narra Marcela.
No podía dejar de besar los labios de mi lobo, su sabor es más adictivo que al principio, cada parte de mí lo reclama, lo quiero sentir, es mío; eso dice algo en mi interior, una posesividad emergía de mí con fuerza y eso se siente muy bien. Nuestra sesión de besos candente seguía, él introdujo en mi boca su habilidosa lengua y acarició la mía con tanta perfección que me hizo jadear sin importarme que aún nos encontramos en casa de mis padres, justo en mi habitación. En un momento cuando me aturdía con ese beso tan seguro sentí un poco de celos al notar su buena habilidad de un amante bien experimentado que sabe cómo llevar a una mujer al límite. Me calentaba la sangre encendiéndome en su fuego abrasador y la molestia que mi cuerpo hace apenas minutos presentaban ya ni las sentía. Me entregué al beso y él me a
Narrador.Brandon miraba a Sara descolocado por su reacción tan arrogante, sin contar el hecho que le ha aventado la ropa por la ventana.—no voy a bajar a la calle estando desnudo, podría ir preso por tal estupidez— le dijo mientras se para de la cama sin saber por qué se encuentra acostado allí y por qué Sara le dice que él se vende como puto.— ¡maldición! Quiero que te largue de una buena vez— le gritó Sara sin querer que su dolor se reflejara a través de su mirada, pero fue imposible que Brandon no lo notara, ya que eso le hizo sentir una punzada en el pecho.— ¡estás loca! Anciana te dije que no saldré de aquí así— se señaló a sí mismo y al girar su rostro su atención se quedó puesta en las sábanas blancas manchadas de sangre. No tiene que ser un genio para saber qu&eacut
Narra Marcela.Desayunamos, bueno, en realidad almorzamos junto a mis padres porque se nos pasó el tiempo por andar de cachondos fogosos brindándonos amor.Mientras vamos de camino a los terrenos a encontrarnos con Fanny y su macho, mi lobo está pensativo.—que te sucede cariño puedo sentir tu inquietud— le pregunté preocupada girando mi cuerpo para verle bien.—en realidad quiero proponerte que nos quedemos en la suite en la que estoy hospedado hasta que compremos una casa en el pueblo aparte de la que tendremos en la manada— me pidió con cierto temor, su mirada lo delata.—porque estás tan nervioso— le pregunté mordiendo mi labio inferior mientras achico mis ojos y es un gesto que suelo hacer cuando tengo curiosidad.Se rasca la cabeza y sonríe — es que le temí
Narra Marcela:—amor, pero no debes ponerte así— le pedí a mi lobo estando ya en el hotel. Desde que salimos de la manada Fabricio ha estado distante y me reclamó porque según él no le di valor a su pedido cuando me pidió que no me acercara a ese lobo.—Marcela, no estoy de humor— se alejó entrando al baño y yo lo seguí viendo su hermoso trasero mientras se desnuda para entrar a la ducha, me acerqué y le di una fuerte palmada— por favor— me pidió poniendo distancia demostrando que no me perdonará así de fácil.—mi lobo, sé cómo debes de sentirte porque yo me enojaría mucho si te viera acariciar a una mujer ya sea loba o humana, pero quiero que sepas que yo por ese lobo no siento amor o algo parecido a lo que siento contigo— él seguía lavando su cabello hermoso sin prestarme atenci&oac
Narrador:—vampiro— dijo Sara eligiendo cuál será el futuro de Brandon, teniendo en cuenta que él la puede odiar por tal decisión, pero no quiere verle morir así sea egoísta de su parte desear que él se convierta en algo que puede aborrecer. Pero también siente dudas al pensar que él al convertirse en un ser fuerte pueda que la rechace más que antes, ya que Brandon no envejecerá nunca y seguirá siendo un hombre joven por toda la eternidad y ella cada día más seguirá envejeciendo hasta que llegue su hora de morir porque ya perdió toda esperanza en la diosa luna.Adrián asintió y miró a todos los presentes, como si le advirtiera que lo que verán allí es algo sumamente aterrador. Narra Marcela:El olor de una buena carne asada inundó mis fosas nasales y eso me hizo despertar encontrando así a mi lobo con una gran bandeja llena de comida entre sus manos. Los antojos por la carne aún siguen sin importar la hora siempre deseó comer. Narrador:Fabricio aún le cuesta asimilar que Brandon es la pareja de Sara y por más que lo trata de ocultar siente celos, no soporta verlo cerca de Marcela así sea el mate de la mejor amiga de su mujer. Escuchar los pensamientos de Marcela lo hacen rabiar más.<<Debo dejar de pensar en esas cosas>> Pensó alejando de su mente ese mal sentimiento que empezaba a aturdirle los sentidos, creando en él ese sinsabor, pero eso quedó en segundo plano cuando Adrián les pidió a él y a Daniel ir en busca de los padres de Marcela en lo que él y su reina se encargan del traslado de la manada.Daniel ya tenía a todos los miembros de su manada avisados, lo único que no debían hacer era salir de los perímetros que loCapítulo 31.
Capítulo 32.
Narra Fabricio.Ayer Marcela se encerró sola en una habitación, con el fin de castigarme dejando de dormir a mi lado, porque ella dice que le molesta el aroma que está impregnado en la casa. Y aquí me encuentro yo delante de la puerta de la habitación rogándole para que me deje explicarle, porque comprendo su enfado, ya que sería muy molesto tener que quedarme en un lugar que ya Brandon se ha quedado, soportando el tener que respirar su aroma y el solo hecho de pensar que él fue su esposo me desagrada mucho, a pesar de que lo he aceptado, lo que no me explico es cómo es que ella puede sentir el olor de Bianca.—vamos nena, sabes que Bianca era mi esposa, quizás por tal motivo es que la casa aún conserva su olor admito que fue un error de mi parte dejarle vivir aqu&iac
Narrador:Después de haber disfrutado una noche con su amigo y la familia hermosa que tiene él, Sara regresó a su casa, se duchó y se acostó intentando conciliar el sueño, pero no podía, daba vueltas de un lugar a otro y de repente sintió sus párpados pesados mientras se deja llevar por el cansancio que últimamente tiene su cuerpo sin haber hecho nada.Sueño:Dentro de aquel trance de sueño ella abrió los ojos, sintiendo como alguien le tocaba el cuerpo y miró al hombre que últimamente es dueño de sus pensamientos, jadeo cuando las manos de él tocaron sus piernas y la acercaron hacia él. Se asombró al ver que ambos estaban desnudos porque recuerda que se puso un pijama al acostarse.Quería hablar