Maye Ruíz — Oye Eva, ¿Te sucede alguna cosa? — No, solo estoy un poco distraída, no es nada. Como te decía, para aprovechar la tregua que propuso el lisiado, he estado tratando de ganarme su confianza. Estoy intentando averiguar algún secreto turbio o algo que él no desee que sea público para intentar comprar mi libertad con eso y creo que puede haber algo comprometedor. — ¿Y de qué se trata? — Veraz, el día que paso el segundo incidente, donde me corte los pies con los restos de los vidrios, después de que el guarda espaladas me derribara, me pareció ver al lisiado de pie. No lo recuerdo bien porque ese día estaba muy agitada, con la fuerza que ejerció el hombre al derribarme me aturdió tanto que, termine desmayada en el suelo. No logro identificar si fue mi imaginación o si paso realmente. — Ahora que traes a colación nuevamente ese incidente, me vuelve a dar coraje, entiendo por qué querías escapar de allí desesperadamente. Quisiera hacerle lo mism
Cipriano Mangolini. Estoy en la oficina y es inevitable para mí observar mi teléfono a cada minuto. Me siento angustiado, aunque fue mi idea tratar de llevarme bien con la mujer escurridiza, jamás me paso por la mente que darle algo de libertad me haría sentir de esta manera. En realidad, no puedo confiar plenamente en ella y es por esa razón que mi leal asistente y yo ideamos una estrategia infalible, para poder ver y escuchar lo que hace la mujer escurridiza cuando no estoy en casa. Hace algunos días Silvino junto con una compañía de vigilancia instalaron en mi casa el sistema de circuito cerrado. Les dije a todos que era por su seguridad, pero sin que la mujer escurridiza se diera cuenta, instale unas cámaras espías y micrófonos estratégicamente ubicados en la habitación y en su despacho. Pensé que lo tenía todo bajo mi control, lo que no esperaba es que la primera reunión con su amigo fuera lejos de casa. Sus lesiones en los pies se han sanado rápidamente, ya
— Que no te dé vergüenza hablar de lo que ocurre con tu familia. Yo mejor que nadie sé lo que se siente, no haberle dicho lo que consideramos que, debimos haber hablado con nuestros padres. Y cuando te das cuenta de ese error ya es demasiado tarde, él ya no estará allí para escuchar esas palabras y te arrepientes de no haberlo dicho en el momento que debiste hacerlo. Es una sensación con la cual lucharas el resto de tu vida ¿No es así? Le digo honestamente y con toda la seriedad que me caracteriza — No sabía que un hombre como usted podría sentirse así — ¿Por qué no? También soy un ser humano igual que tu Maye. Aunque no lo parezca, también siento y sufro. Por cierto, es la primera vez en todo este tiempo que te oigo hablar de tu familia. Nunca te he escuchado mencionar nada sobre ellos, ahora puedo darme cuenta del porqué. — Siendo honesta con usted, la verdad, no me gusta hablar de este tema. Me hace sentir nostálgica, mis padres murieron cuando yo era niñ
Maye Ruiz. Desde aquel día que, le conté lo que supuestamente les sucedió a mis padres al lisiado, es una mentirita blanca ya lo sé. Lo hice por una buena causa, fue para que se compadeciera de mí, por increíble que parezca, logre algo más que eso. Ahora me trata con más amabilidad, ya no tiene esa mirada desconfiada ni los músculos de su cara se ven tan contraídos como antes. Es como si se hubiera relajado un poco, aunque sigue siendo tan precavido como siempre pero cuando estamos juntos el ambiente ya no se siente tan pesado como al principio. Me siento un poco más cómoda ahora, la casa tiene más aire a hogar y hasta los empleados se ven menos inquietos ante su presencia. Espero que este aire refrescante dure hasta que pueda salir de aquí, antes era más difícil mi estadía en esta casa. La sentía como una jaula de oro, pero ahora me he acostumbrado un poco a estar aquí, no sé porque, pero ahora la veo más hermosa. Mi pie esta sanando rápidamente, pronto soltare
He estado buscando a esta mujer durante dos largos años. Al parecer cambio su nombre y cambia de país y región como mejor le parece, según información que me dejo mi padre antes de morir, él la ayudo mucho y le prestó una gran suma de dinero. Era una empleada de confianza de la empresa, luego de recibir el dinero desapareció sin dejar rastros, que casualidad no? Justo después de lograr lo que quería desaparece así sin más.Sin dejar dirección ni donde ubicarla, ni siquiera su ex esposo sabe de ella, aún así por haber estado casado con una estafadora esta pagando su deuda.Debo encontrarla, es la única que puede ayudarme con el problema que tengo encima después de la muerte de mi padre. Resulta que que debido a los excesos y por llevar una vida desenfrenada cuando era joven con el alcohol y las drogas, mujeres y juegos de azar mi padre contrajo una enfermedad la cual debilitó su cuerpo enormemente, de hecho a causa de uno de sus desenfrenados impulsos carnales nací yo, mi madre y el m
El avión aterriza en suelo Boliviano, en el aeropuerto internacional de El Alto en la ciudad de la paz, llegamos a medio día, es una ciudad bastante colorida no había imaginado que sería así, pintoresca y bastante agitada, con una cultura algo desconocida para mi y un paisaje único, las montañas que he estado viendo durante todo el camino hasta aquí son hermosas.Se siente el aire de avance económico, al menos donde estoy ahora y turismo. Pensé que como era un país en vías de desarrollo se vería algo precario pero no es así. Nunca había venido a este país y aunque no vengo en plan turístico sino a buscar a alguien me parece un buen ambiente, con vida, combinando muy bien lo urbano con lo rural.Mi asistente personal y mano derecha me indica que la mujer escurridiza a quien vine a buscar se encuentra en el distrito de Ingavi de la ciudad de Viacha. Antes de venir aquí contratamos a un investigador de este lugar, quien nos recibe gustosamente e informa que ella de vez en cuando viene a
Maye RuízNo puedo creer lo que está pasando en frente de mi, justo ahora veo que mi pasado esta tocando a mi puerta. Hace días, como una semana no lo sé, algo asi aproximadamente, un hombre que pensé que no conocía se apareció en mi lugar sagrado de descanso que es el Bibliocafé ubicado aquí en Bolivia donde actualmente resido.Este hombre guapo, joven con barba, no me gustan mucho los hombres así pero a él se le ve sexi, una sonrisa que haría suspirar a cualquier mujer, lástima que yo no sea cualquier mujer, yo soy la mujer que decidió un día darse a respetar y reconocer que, aunque actualmente no tengo cuerpo de modelo, ni soy rubia ojos azules, está morena vale oro y mi cerebro y todo lo que hay dentro de él, no lo podrían igualar esas muertas de hambre que andan por ahí en esas condiciones solo para llamar la atención de un hombre.Yo no soy de esas, yo sí disfruto de los grandes placeres que nos otorga la vida. Así que ningún desgraciado va a venir a arruinar mi felicidad, no d
Cipriano Mangolini.La chica escurridiza creyó que se podría deshacer de mi tan fácilmente con ese tipo de actuación, lo que ella no sabía es que vine preparado para todo, necesito hacer que venga conmigo y que sea mi esposa por contrato, lo deberá hacer por las buenas o por las malas, de todas formas ella tiene una gran deuda que debe ser saldada.Nunca he sido un hombre que le guste obligar a las mujeres a estar a mi lado pero está ovación lo requiere y es un contrato donde ambos saldremos beneficiados.Así que por eso me encuentro pidiéndole matrimonio a ella aunque apenas la conozco, he escuchado decir que a las mujeres le gustan este tipo de cosas.La veo allí parada sin saber que hacer, sé que no se lo esperaba. La tomo del brazo sentandola en mi regazo, la saco del Bibliocafé y todos se conmueven y aplauden al unísono.Cuando salimos de allí debemos esperar el auto, mi asistente personal va en busca de la furgoneta estacionando a un lado de la calle, me subo con ella aún sentada