Cipriano Mangolini.Estoy en mi despacho intentando analizar toda esta situación que se presentó con la mujer escurridiza cuando escucho que hay una conversación entre dos personas fuera de ella con voz bastante elevada.Mis empleados saben que detesto el ruido fuera de mi oficina, sobre todo cuando estoy trabajando. Algo debió haber pasado, espero que no tenga nada que ver con Maye. Tocan la puerta, doy la orden de entrada. Veo entrar con cara extraña a mi chófer, tras de él entra de forma apresurada Rita, puedo hacerme una idea de lo que pasa, seguramente es lo que me temía, debe tener algo que ver que con la mujer escurridiza. Por algo hay un dicho que dice: invoca al Diablo y lo tendrás presente. Al llegar aquí le expliqué a todos mis empleados lo que había pasado con ella, además le pedí a Rita que fuera a verla y comprobará si había alguna reacción diferente, algún indicio de que estaba actuando. Le encomendé estrictamente que si veía algo fuera de lugar me lo informará inmediat
Maye Ruíz.Después de que el intento de trepadora que tiene el Diabólico lisiado por empleada se fuera tras el chófer, no ha habido ningún ruido, ha pasado mucho tiempo y nadie a venido por aquí así que me veo en la obligación de bajar hasta la cocina.Deseo comer algo, mi estómago está primero que mi orgullo y no esperaré a que alguien se acuerde de mi existencia, no señor, debo buscar el alimento a la cocina por mi cuenta. Antes de bajar me coloco una pijama de hombros descubiertos, quiero ver si alguien se da cuenta de las marcas en mi cuerpo dejadas por las garras de Rita. Para mi sorpresa todos los empleados bajan la cabeza haciendo una señal de reverencia y ninguno se atreve a mirarme a la cara. ¡Que contradictorio es el mundo! Cuando deseo que me miren para hacer mi magistral papel de víctima agraviada, nadie se atreve, cosa muy diferente de cuando llegue aquí.Pero, no importa, en algún momento alguien lo notará y me preguntará y es allí cuando aprovecharé para hacer mi exc
Maye Ruíz.Aprovechando el hecho de que el lisiado estará de viaje de negocios, se me ocurrió la mejor idea de todas, soy brillante, hasta yo me sorprendo de mi misma y de la capacidad que tengo de idear. Dudaba de mi, no madre, si me vieras escapar del hombre autoritario con el cual firme un contrato por pura presión ¿Estarías orgullosa?No, no lo creo. Mi familia nunca creyó en mí ni en mis capacidades. Siempre fui juzgada y criticada por ellos. Creo que nunca nos entendimos, las cosas empeoraron después de conocer a mi ex, termine dejándolo todo por él y cambiando mi vida por completo.Mi madre no estaría para nada orgullosa, al contrario, se sentiría decepcionada de mí. De su boca saldría un gran: “Te lo dije, te dije que ese hombre no te convenía” Desecho todo mal pensamiento, no es hora de pensar en lo que mi madre diría, es hora de la acción. debo escapar de aquí, tengo 3 días para ello. Esto es un todo o nada.Salto literalmente de la cama y veo la hora, van a ser las cuatro
Cipriano Mangolini.Estoy en mi primer día de viaje de negocios, no sé por qué pero me siento algo ansioso y preocupado a la vez. Las palabras de la mujer escurridiza no dejan de resonar en mi mente “Vete tranquilo, estaré aquí cuando vuelvas”Esas palabras me activaron el sentido de alerta. Estoy en la reunión de negocios pero tengo una corazonada de que la mujer escurridiza esta planeando algo. No puedo dejar que se vaya, al menos no ahora que la necesito. Pronto será la lectura del testamento de mi padre y para ese entonces debo estar casado. Eso fue lo que me recomendó su abogado, recuerdo cada palabra que me dijo: “Si quieres mantener tú puesto de presidente en la empresa, debes encontrar a la misteriosa mujer y contraer matrimonio antes de la lectura del testamento. Sigue mi consejo y te irá bien, no perderás lo que por años trabajaste con tú padre. Se lo mucho que te has esforzado por esta compañía desde muy joven y sería una injusticia que perdieras el puesto que te has ganad
—¿No me dirás nada ni me pondrás alguna excusa barata por toda esta situación? — PreguntoNo hay respuesta, solo me mira con temor. Su mirada grita sorpresa y algo más— Quizás te estés preguntando, que hago aquí ¿verdad? Debería estar de viaje de negocios, debería estar fuera del país por unos tres días pero, todavía no ha pasado ni dos días completos y ya estoy aquí — Me le acerco peligrosamente terminando mi trago — Pero, siendo razonables, no deberías ser tú la sorprendida, claro está, soy yo el que estoy sorprendido de verte aquí, no, más bien, estoy enojado de verte aquí, odio que las personas me miren como un estúpido, odio que invadan mi privacidad y lo que es peor, odio que me mientan de manera tan vil. ¿De verdad piensas que seguiré creyendo esa mentira de tú pérdida de memoria?Estoy extremadamente furioso, pensé en tomar un trago antes de decir una palabra y dejar escapar toda la furia que estoy conteniendo ahora, beber algo siempre me hace sentir mejor pero, está vez no e
Maye Ruíz.Despierto y todo me parece irreal. Estoy de nuevo en el hospital con una vía en mi brazo, con otro golpe en la cabeza causado por el bruto del hombre que me taqleo ¿Era necesaria tanta agresión hacia un ser indefenso como yo? No sabía que el lisiado había contratado a alguien para que custodiará la salida y detuviera de cualquier forma posible a quien intentara salir sin autorización. El muy infeliz ejerció tanta fuerza al detenerme, lanzando mi cuerpo al piso con tanta brusquedad que, golpeé la cabeza contra el piso, dejándome al borde de perder el conocimiento pero, minutos antes de perder la razón por completo me pareció ver al lisiado de pie, la imagen es borrosa en mi cabeza. ¿Lo habré imaginado?No lo sé y tampoco entiendo ¿Que está mal conmigo? Siempre me meto en problemas, mi familia no me quiso ni me querrá jamás, el hombre por quien lo deje todo y daba todo por él, resultó ser un grandísimo idiota. Termine en la calle y con deudas, el único hombre que en realidad
Cipriano Mangolini.Después de la conversación con Raúl intento procesar todo lo que pasó y se me hace difícil llegar a una conclusión correcta. No sé si aún estoy enojado, herido o consternado con lo que pasó con la mujer escurridiza. Lo que si se es que me siento totalmente responsable de sus heridas, no era mi intención hacerle daño, seguramente está muy enojada conmigo y lo más probable es que me odie.Yo tambien estoy odiandome por eso, sé lo dañino que puede llegar a ser el mal trato en una mujer. Mi madre sufrió maltrato por parte de mi padre cuando estaba pasado de tragos. Decía que le amaba pero nunca la respeto ni valoro. Mi madre sufría mucho por él y siempre que había algún tipo de abusos lo justificaba.Crecí viendo todo el daño que puede causar una relación abusiva, desde niño me tocó enfrentar lo cruel que puede llegar a ser el mundo pero, nunca me imaginé ni me ví causándole daño a alguien más. Odio toda esta situación y debo arreglarla antes que se escape de mis manos
Cipriano Mangolini. Después de haber escuchado semejante aberración que, de hecho, se me hace muy difícil de comprender, termine echando a ese recién aparecido de mi casa. Aunque no se me hizo fácil echarlo de mi morada, se fue, no sin antes darme una mirada desafiante y una fuerte amenaza de que volverá a molestar. Al haberme deshecho de él lo primero en que pensé es ir a confrontar a Maye, pero, pensándolo bien no es una buena idea. Así que voy directo a mi oficina para poder calmarme. Me tomo un trago de whisky y lo medito detenidamente. Decidido a intentar arreglar un poco las cosas con ella, me dirijo a la habitación. Antes de abrir la puerta, tomo una bocanada de aire y entro. Lo primero que veo al entrar es a Eloísa hablándole amablemente a la mujer escurridiza mientras ella tiene una postura que denota inconformidad a sus palabras. Al verme hace una mueca que me desagrada y al mismo tiempo gira la silla colocándose de espaldas en mi dirección. Nunca pensé en tener que lidia