Ya estamos con Alex instalados en nuestra habitación del hotel, donde hemos encontrado una notificación del tribunal de familia para presentarme a la audiencia preparatoria. Giancarlo nos ha dado la dirección de quien será nuestra abogada, una mujer de su completa confianza y quien se encargará de la causa de divorcio.
Alex me lleva a la habitación y me dice que me preparará un baño, ¿alguien puede molestarse por tantas atenciones? En especial después de estar dos semanas separados por los ataques de celos de mi parte.
Decido que luego del baño, llamaré a la abogada para concertar una cita, ya que en cinco días debo ir a verle la cara a ese idiota. El único gusto que me da con eso es que es un paso más para deshacerme de él. Ya que lo hemos iniciado como divorcio por culpa, me quedarán solo tres meses en un matrimonio que nunca debió ser.
Llego a casa ensangrentado, adolorido, con la nariz rota y el orgullo por el suelo. Mi abogado me ayudó a llegar hasta el auto de mi hermana, la que no dijo nada al verme subir entre quejidos y lágrimas. En cierto momento vi se dirigía a otro lugar, por lo que le pregunté tratando de aguantar el dolor. “- ¿Dónde vamos? -Al hospital, tienen que revisarte esas heridas. -No, no quiero. ¿Qué sentido tiene que me cures si ya no tengo para qué vivir? - ¡No digas eso! Estás sano, no hay motivo alguno para que nos dejes… - suspira, pero no se detiene -. Para José y para mí eres como un padre, tú nos cuidaste cuando mamá se dedicaba a sus andadas con sus novios. Si estamos vivos es por ti, desde niño te las ingeniaste para mantenerte con vida, no pretendas darte por vencido ahora. -Lo que tú digas, pero no quiero ir al hospital. -Al menos deja que te arreglen esa nariz, te ves fatal, pero no es necesario el hospital para eso. Te
Para celebrar el divorcio, Pía ha decido hacer una cena en la casa familiar. Tras algo de trabajo ha conseguido volver a la casa en donde creció, junto a Luca han decido que esa será la casa de reuniones familiares y ambos han quedado en tener al menos dos hijos para que los herederos puedan disfrutar de ella, así que por ahora nosotros estamos adelantados.-Cariño, ayúdame con este vestido, por favor – su voz acongojada me llama desde la habitación -.Al llegar no puedo dejar de sonreír, con su vientre abultado por un embarazo de gemelos y con veintidós semanas está tratando de ponerse un vestido que compró hace un mes.-Bella, ese vestido no te que…-No lo digas – me advierte -. No he subido de peso, así que debe entrar sin problema – la rodeo y me paro frente a ella, tomando su rostro entre mis manos -.-No, no has subido de peso, pero nu
Todos los trabajadores de la empresa se encuentran en la sala de conferencias. Yo estoy sentada en la primera fila, acompañada por mi hombre que tiene una sonrisa radiante.Tras una semana de pensarlo mucho y con ayuda de mi hombre, decidí aceptar la propuesta de Luca. Cada uno de los argumentos que me presentó durante esos días de reflexión tienen mucho de verdad, pero el más importante es que no podemos permitir que gente extraña se meta en la cabeza de la empresa.Aunque mi preparación académica fue para el diseño, muchas veces debí apoyar con otro tipo de decisiones a mi padre, por lo que no es algo de lo que esté totalmente alejada. Luca confía en mí, de la misma manera que mi padre lo hizo.Una vez han llegado todos, luca se para frente al micrófono y comienza a hablar.-Los últimos seis meses han sido agotadores para todos. Una campa&ntil
Mientras subo el ascensor me suelto el cabello y lo arreglo para que caiga de manera natural por mi espalda. Abro dos botones de mi blusa y me preparo para asaltar a mi hombre.Apenas se abren las puertas del ascensor me lanzo al vestíbulo que evita entrar de inmediato a la suite. Al abrir la puerta, veo a mi hombre con su pantalón de traje, la camisa con las mangas al codo, mirando por la ventana mientras habla por teléfono.Se gira y al verme esboza esa hermosa que me provoca saltarle encima. Dejo la cartera en el sofá y me acerco a él lentamente.Estira su mano hacia a mí, mientras se dedica a verme de pies a cabeza, tomando más tiempo en mi pecho. Le cojo la mano y me tira hacia él.-Muy bien, señora Cardona, mañana estaré allí a las 7:45. Gracias por su llamado – cuelga y deja su móvil en su bolsillo, me acaricia el rostro con la mano libre, la desliza a mi nuca y me besa con intensidad. Luego se separa y sus ojos se han oscurecido por el deseo -. ¿Cómo ha ido el pr
-Alex, tú no eres así – su voz es un susurro -. ¿En verdad estás molesto?-Claro que sí – me pongo de pie para ir al baño a darme una ducha, tengo un plan para mi mujer… o lo tenía -.-No, espera – me toma del brazo y veo que está acongojada -. En todos estos meses jamás me hiciste esto.-Porque nadie te llamó bella ni te invitó a cenar – mi voz grave la hace estremecerse y me suelta -. El único que se atrevió a mirarte y decirme en la cara que te amaba, primero le dejé claro que eras mía y luego le di una paliza, ¿o ya lo olvidaste?Me acerco a ella poco a poco, mientras intenta escapar de mí retrocediendo, acto que le dura poco porque la pared la deja sin más camino, pongo mis manos a cada lado de su cuerpo y bajo mi rostro hasta estar muy cerca de ella. Casi puedo sentir sus latidos acelerados.-Eres mía, solo mía. Tú misma lo dijiste, de todas las formas posibles, cada centímetro de tu cuerpo es mío y no permito que ningún oportunista te llame bella, te invite a c
Estamos en la que podría ser nuestra nueva casa, luego de ver al menos doce antes de llegar a esta. La propiedad tiene una gran entrada que precede a la casa, es solo césped bien cuidado, rodeado de algunos álamos y arces japoneses, estos últimos son mis favoritos, en especial porque se me hacen más parecidos a los Arcianos de Game of Thrones.La casa es de tres niveles, el primero tiene una gran sala de estar, el comedor y una cocina que es un lujo. El segundo nivel tiene dos habitaciones que funcionan como biblioteca y despacho, además de un espacio alfombrado para leer y otras cosas, además de tres habitaciones para visitas, porque no son tan grandes, aunque cada una tiene su baño.Pero el tercer nivel es un sueño, tiene cinco habitaciones bastante cómodas, cada una con su baño, además de la principal que es fabulosa, ocupa todo el ancho del tercer nivel, nada más acceder a ella tienes las puertas a cada lado de dos walking closet, lo que aísla la habitación de las demás. E
Estamos en una reunión con algunos de los proveedores de insumos, entre ellos Gabriel Manterola. Luca no se mira bien, lo que me preocupa totalmente, estamos a dos semanas del lanzamiento y lo necesito a mi lado, ya que si enferma… estoy perdida.Al terminar, Gabriel se acerca para abrazarme y saludar a sus sobrinos, mira a Luca y sonríe.-Me parece que alguien debe ir a descansar. Te puedo recomendar a una chica masajista, es excelente, te quita hasta el resfrío con sus masajes. Podrías ir con tu novia – le guiña un ojo, pero Luca no reacciona como esperamos-.Se para repentinamente y corre hasta su oficina, vamos detrás de él muy preocupados. Menos mal que la reunión ha sido en la sala al lado de su oficina.-Hermano, ¿estás bien? – llamo a la puerta del baño -. Luca... – nada -. Fratello, rispondi o faccio sbattere la porta (Hermano, responde o hago que tiren la puerta).De pronto una voz femenina a mi lado es más tajante.-Abre esa puerta ahor
Han sido meses terribles para mí.Abro los ojos y la vista se me queda pegada al techo. Afuera todavía está oscuro, no me extraña el haber dormido poco y con pesadillas, pensando en todas las mentiras de mi vida.Las imágenes de Pía protegida por Alex en el juzgado, Pía saliendo del hotel junto a él. Pía en una tienda de bebés… muero cada día, sabiendo que he perdido a una mujer espectacular.No sé cuánto tiempo pasa, pero la luz del sol trata de entrar por las cortinas oscuras que me niego a abrir cada día, hasta que llega el mismo ángel de la guarda y hace todo lo contrario a lo que he pedido.A lo lejos escucho abrirse una puerta, luego otra. Pasan unos minutos y se abre la puerta, una alarma que comienza a sonar, pero nadie la para. En lugar de eso llaman a mi puerta, ya sé quién es, así que me giro hacia la ventana, me tapo hasta arriba y me hago el dormido.Escucho que la puerta se abre suavemente y unos pasos apenas audibles se acercan a la ca