Capítulo 46: Te amo.

Me encuentro en la oficina de Luca, estamos hablando con Giancarlo sobre los pasos a seguir de ahora en adelante. Todo será mejor, pero eso no quiere decir que sea fácil, una de esas situaciones nada sencillas es hablar con Alex ya que deberá testificar ante un juez que Marco le pagó para seducirme.-Giancarlo, hablaré con él, pero no te prometo nada. Está dispuesto a ayudarme – suspiro -, pero para mí fue suficiente con lo que hizo hace unas semanas.-Su testimonio es fundamental – sentencia Giancarlo a través del teléfono -. Sin su confirmación no podemos demostrar que efectivamente Marco le pagó para eso.-Pero tenemos el cheque.-Sí, pero bien podría alegar que se lo dio para ayudarlo con sus deudas, como un préstamo - suspira un poco, seguro de frustración ante mi testarudez -. Pía, debes estar tranquila, el testamento se

Capítulo 47: El amor de mi hermano.

Lejos de todo lo agitados que hemos vivido estas últimas tres semanas, de las verdades dolorosas que hemos debido enfrentar y de crecer de una manera vertiginosa en la realidad, hoy tenemos motivos para celebrar.Hace tres días Alex lloraba como un niño pequeño y abrazaba al doctor que confirmaba mi embarazo. Marco se fue al departamento de Camila el mismo día que Luca lo corrió de la empresa, ambos presentaron sus renuncias y mi hermano mandó congelar todas las cuentas del imbécil.El tipo que lo ayudaba en la empresa ha salido de la misma manera, a pesar de creer que había más personas involucradas, Giancarlo ha asegurado que nadie más estaba metido con Marco en esta estafa. La denuncia ya se ha presentado y todo ha iniciado su curso legal.

Capítulo 48: Me las pagarán.

Magaly me lleva a su casa, lugar donde vive con Gabriela y José. Siempre evité visitarlos porque el sector es reconocido por albergar jefes del narcotráfico.Pero esta vez no me queda otra alternativa que quedarme con mis hermanos un tiempo, porque además de no soportar a Camila con sus cambios de humor, estar allí les daría facilidad de encontrarme.Al llegar, Gabriela sale corriendo a recibirme. Se me cuelga del cuello y me besa ambas mejillas.-Al fin te vemos, hermano – me abraza y me quita un bolso -. Bienvenido a casa.-Vamos adentro rápido – dice Magaly mirando a todos lados -. Ustedes saben que no me puedo dejar ver mucho por las calles.Y eso es muy cierto,

Capítulo 49: Entiende que no te quiero.

Luca me envía un mensaje pidiendo que lo ayude a elegir la publicidad para el lanzamiento de la colección en Europa, pero que no le diga a Pía acerca del motivo de nuestra reunión. Como cada año, según me dijo era la tradición, esta se hacía en Florencia.Le doy un beso a mi bella, quien me hace un puchero cuando le digo que se quede más tiempo en la cama para que descanse. Salgo de la suite del hotel, el que se ha convertido en nuestro hogar permanente hasta encontrar una casa que nos guste para nuestra familia. Mi madre se ha ido a su casa familiar, pero yo no me siento cómodo con la mirada acusatoria de mi abuela rondando por ahí.Héctor ya no me espera con la puerta abierta si me ve solo, así que nada más subir al auto, partimos con rumbo a la empresa de mi muj

Capítulo 50: Traidor.

Me quedo en el hotel, tirada en la cama pensando qué hacer mientras Alex vuelve. Decido leer algunas de las declaraciones que Giancarlo me ha enviado para que las estudie, yo solo debo hacerme parte en la demanda de divorcio.Él es quien ha mantenido contacto con Marco, tratando de llegar a un acuerdo. Al parecer, luego de dejar a Camila sola (obvio que así sería), se ha refugiado con sus hermanos tratando de escapar de la venganza de Pía Cavalcanti, lo que no sabe es toda la información obtenida durante meses por Giancarlo.La propuesta que le hizo fue que firme el acuerdo de divorcio de buena gana, así buscarán la pena mínima de cárcel. Afortunadamente, este juicio se dará antes que el penal. Pero lo que podría llamarle más la atención es no entablar una causa ci

Capítulo 51: De vuelta a Florencia.

Siento los suaves golpes de la azafata, quien me dice ya estamos a prontos a aterrizar. He tenido un sueño inquieto, lleno de imágenes de los hombres que dejé entrar a mi viday que me han hecho tanto daño. Me incorporo lentamente, con una sensación de cansancio extremo y mucha hambre. Salgo cubierta por la manta, aunque es inútil, porque el frío que siento en estos momentos viene desde mi interior y con una infusión no se me pasará. Lo único que podría calentar mi corazón es saber que me di un golpe en la cabeza y estoy en un hospital en un coma que me hace pasar por todo esto. La azafata se me acerca con una taza de leche caliente que tiene un ligero toque de clavo de olor, la única manera en que puedo pasar algo por las mañanas… no tengo idea de la hora que es, pero sé que me he dormido todo el viaje y mi hijo no puede seguir pasando hambre porque su madre no supo elegir al padre. Bebo y una sonrisa se me sale sin poder evitarla, cierro los ojos sabiendo qu

Capítulo 52: Llámalo, por favor.

Este día en Florencia es frío, como mi corazón solitario. Creí que escapando aquí no tendría mayores problemas, que podría sentirme mejor y que olvidaría en unos días a Alex. Pero no es así, cada día alguien o algo me lo recuerda por lo menos cientos de veces.Despierto de una siesta agitada, donde el sueño se ha vuelto recurrente: Alex tirado en el sofá del hotel, con una barba indecente, la misma ropa de la última vez que lo vi y su rostro bañado en lágrimas.No puedo dejar de pensar si es en realidad un sueño o una visión de lo que está sucediendo. Me decido a bajar, porque estar aquí acostada no me ayuda en nada.Dejando absolutamente todo de lado, los miedos, las decepciones y todo cuanto me hace daño, me decido a caminar por el jardín de la casa. Ana es mi chaperona, no me deja ni a sol ni a sombra, supue

Capítulo 53: La Llamada.

Tras pasar la noche pensando y soñando con lo que me dijo Luca acerca de lo que le sucede a Alex, me decido a llamarlo. No tengo la menor idea de la hora que pueda ser en Chile, pero lo hago de todos modos. Me doy con la sorpresa de que suena apagado. Decido llamar a Giancarlo, porque sé que él debe estar al tanto de todo. -Pía, tan temprano ¿ocurre algo? -Giancarlo, no puedo más con esta duda, me está matando la conciencia y necesito saber si me equivoqué con Alex. ¿Sabes algo sobre lo que pasó? -Tengo una grabación de audio. Te lo envío a tu teléfono de inmediato. -Gracias. Le cuelgo, mientras espero a que envíe la grabación, me levanto para ver por la ventana. Una fina lluvia cae bajo un cielo demasiado gris. La notificación de mensaje me saca de mi pena, puede que ahora termine peor. Le doy a escuchar y no puedo evitar sentir una rabia tremenda en contra de esa chica. Está demente, Alex le dejó claro que no le interesa, per