Selene miró a las personas que permanecían en el restaurante, fuera del baño las personas estaban demasiado calladas, incluso a esa distancia las voces dentro del baño eran demasiado claras. Por instinto giró sus pasos y se pegó al pecho de Emmett, solo cuando noto que todos desviaban su mirada atemorizados, imagino la mirada que tendría en ese momento su marido.

—Deberías aprender a ser una mujer fuerte, ¡ ellos no están calificados siquiera para dirigirte la palabra!, no te das cuenta que solo son unas simples hormigas que puedes aplastar cuando quieras… tú estás aquí, en la cima— señaló Emmett al mismo tiempo que subía su mano para señalar el cielo, mientras que la otra apuntaba el suelo,— Ellos están aquí abajo,—.

Ella soltó una risita, lo miró con cariño, sinceramente ese hombre le hacía que su corazón se derritiera, era demasiado arrogante y egocéntrico con otros, pero con ella era demasiado infantil.

—Le di una fuerte bofetada— respondió con entusiasmo.

El auto condujo por la