Capítulo 119HelenaLas cosas entre mi hija y yo, estaban muy tensas y gracias a la paciencia y al amor de Santiago, se fueron componiendo con el paso de los días y con amor, compromiso y paciencia estábamos seguros de que íbamos a lograr que Julieta saliera bien de la primaria sin contratiempos.Después de esa suspensión que tuvo, siguió teniendo algunos problemas de menores dimensiones, pero problemas al fin y al cabo. Lo bueno fue que ya estaba a solo un mes de salir de la primaria, estábamos felices, Santiago y yo, por ese logro en su vida.–Helena, te busca Brad, el esposo de Alicia. Ximena me fue a avisar a mi oficina y me levanté de inmediato para ir a atender a Brad, pensando que algo malo le pudo pasar a mi amiga Alicia.–Gracias, Ximena, ya voy a atenderlo.–Sí, le he pedido que espere.Salí a la parte frontal de la tienda y vi a Brad y él me vio a mí, nos dimos un abrazo de amigos y salimos de mi tienda, siempre que él iba a visitarme o Alicia, nos íbamos a caminar y a tom
Capítulo 120SantiagoHelena y yo, nos sentíamos un poco presionados con la salida de Julieta de la primaria, ya nos urgía que saliera porque queríamos ya descansar de la presión que nos llamaran porque había hecho algo y no queríamos que nada fuera a frenar su salida de la escuela.Cuando faltaba una escasa semana para su salida, Helena y yo, nos dimos un día el tiempo de ir a desayunar con Alicia y Brad a casa de ellos cuando dejamos a Julieta en la escuela, ahora íbamos a ser hasta compadres porque les vamos a bautizar a su bebé, ya que nazca.–Qué gusto que estén los dos, aquí con nosotros, solo habíamos tenido la dicha de verlos por separado.Eso era la verdad, Helena y yo no veníamos mucho juntos a ver a Alicia y a Brad por tener diferentes horarios y ocupaciones, nunca nos habíamos puesto de acuerdo.–Hoy coincidimos en horarios y aquí nos tienen y queremos agradecerles que nos dejen hacer la fiesta de 13 años de Julieta.Claro que ellos, al ofrecernos su casa, íbamos a matar d
Capítulo 121HelenaHabían expulsado a Julieta de la escuela y con ello se veía muy perjudicado su futuro escolar. Nuestra hija, no iba a tener cabida, ni lugar en ninguna secundaria y esto no podía estar pasando, debimos evitar eso desde un principio, el internado había sido la mejor opción. Estando en casa los tres, Julieta sabía que la reprimenda en esta ocasión no iba a ser nada suave, ni de parte de su papá, ni de la mía. Santiago, esta vez, tendría que ponerse duro con ella, no es justo que solo yo la reprenda siendo él su padre y responsable de su conducta también.–Julieta, retírate por favor a tu habitación hija. Tengo que hablar con tu madre. Santiago pidió a nuestra hija irse, era verdad. Nosotros teníamos que hablar y muy seriamente.–Sí, papá.Julieta hizo lo que le dijo su padre, nosotros nos quedamos en la sala viendo de qué forma íbamos a poder resolver todo este problema con nuestra hija, que a estas alturas no la teníamos fácil.–Helena, sé lo que piensas y yo tamb
Capítulo 122SantiagoHelena y yo tuvimos que dejar pasar unos días antes de hablar con Julieta, no podíamos hacerlo mientras que no nos pusiéramos de acuerdo de lo que íbamos a decirle a nuestra hija. Ella tenía unas maneras de pensar, muy diferentes a las mías y los días que Julieta se iba con ella a la tienda de regalos, mi hija llegaba enojada y hasta demasiado cansada de todo lo que Helena le ponía a hacer en la tienda.–Santiago, no podemos postergar más la plática. Tu mamá me llamó y me ha dado fecha de las inscripciones en el internado, tenemos que hablar con Julieta.Ahora nuestra hija, iba a tener que decidir ir o no al internado, ya no podíamos postergar más esta conversación con Julieta. Pues el tiempo ya había pasado y no había de otra que hablarlo ya.–Sí, hay que hablar con ella. Eso será lo mejor.Llegó el día y después de la hora de la cena, nos reunimos en la sala para hablar de lo del internado. Yo no quería volverme un verdugo para mi hija, por ello decidí dejar q
Capítulo 123SantiagoYa no hablé más con Helena esa noche y decidí tampoco hacerlo con Julieta. Nos fuimos a dormir enojados sin el beso de buenas noches y cada uno volteando a su lado en medio de nuestros propios pensamientos.Es muy difícil ser padre de alguien y más cuando nadie te ha venido a enseñar cómo serlo, no sé cómo mamá pudo con nosotros tres. Yo estoy haciendo mal mi papel de padre con Julieta y ella nos educó y crío a Elsa, a Clara y a mí.–Santiago, he escuchado la puerta abrirse.–Debió ser el aire, alguna ventana debe estar abierta, Helena. Tratemos de descansar, mañana tenemos que continuar hablando con nuestra hija.Sería mejor no mover ahora las aguas, que se calmaran y ya mañana descansados retomar la conversación donde se había quedado, necesitábamos todos dormir.–Buenas noches, Santiago.Dormimos como pudimos y por la mañana, yo bajé a hacer el desayuno con Gloria que estaba un poco lastimada de su espalda y aproveché que Helena salió a correr y que Julieta aú
Capítulo 124HelenaSantiago me llamó cuando estaba en medio de la búsqueda de nuestra hija, con Joaquín, con mamá, con Ximena y con Kelly. En cuanto vi su llamada en la pantalla de mi celular, un escalofrío inexplicable recorrió mi cuerpo, no sabía por qué presentía que algo malo había sucedido.–Helena, necesito que nos veamos en el hospital donde siempre vamos cuando internan a mamá, allá te explico.No me podía dejar así, la palabra hospital, siempre me traía malos recuerdos, siempre sería un ave de mal agüero, y con el antecedente de Julieta extraviada, no podía pensar en una fatalidad.–Santiago, no me cuelgues y dime de una vez ¿qué le pasó a Julieta?Pregunté sin querer saber la respuesta, quería que me dijera que solo era por citarme ahí por la cercanía o lo que sea, yo no quería que a mi hija le hubiera pasado algo, la amo y no quiero que le ocurra nada malo.–Allá te explico.Santiago estaba enojado y desde anoche que le pegué a Julieta y que no debí hacerlo, él estaba renu
Capítulo 125HelenaJulieta me miraba cabizbaja sin saber lo que estábamos haciendo en ese lugar, yo no quería que las cosas hubieran sido así, pero así tocó y no hay más que hacer, solo hacer que Julieta afrontara la verdad, una verdad que pensé que nunca iba a tener que confesarla, pero tenía que hacerlo y el momento había llegado ya. Bajé del carro y Julieta hizo lo mismo, me adelanté caminando con el álbum de fotos en mis manos y mi hija me siguió, hasta que estuvimos frente a la lápida de Karla, le coloqué unas flores que también traje de la tienda y Julieta me miraba incómoda.–Todo este tiempo tuviste razón cuando me decías que yo no soy tu madre y en efecto, Julieta, no lo soy. Dije esas palabras dejando desconcertada a Julieta, ella me miraba muy intrigada y al mismo tiempo preocupada, hasta podría decir qué asustada.–Mamá, todo esto me da miedo. No quiero que estemos aquí, por favor ya vámonos.Ahora no nos podíamos regresar, este momento había llegado y la historia de su
Capítulo 126HelenaJulieta y yo, estuvimos un poco más de tiempo en el cementerio y después nos retiramos, nos subimos al carro y nos fuimos a un lugar en el que podíamos hablar tranquilamente, era una playa virgen a la que iba poca gente.Pasamos primero a la casa por las cosas y después, llegamos a la playa y allá nos instalamos, quería y precisaba un ambiente de total relajación para la plática con mi hija, no quería que nada la perturbara y que ella estuviera bien tranquila para escucharme.–Tengo más cosas que platicar contigo, hija, por favor te pido que me escuches con atención.Julieta, iba a escuchar todo lo que le iba a decir, por eso estábamos en este lugar donde la paz reinaba y nada nos iba a perturbar, y había cosas que iban a ser difíciles de digerir.–Sí, te escucharé.Me concentré en lo que iba a decirle a mi hija a continuación, no iba a ser nada fácil, pero ya había empezado a abrirle los ojos a la verdad de su vida y ahora nada me iba a detener. Ella tenía ya la e