MARIAM
Ya quiero ver a la princesa de mi alma, llame a Esteban muy temprano, gracias a Dios está bien, Esteban es tan bueno conmigo, es tan buen médico que se ofreció a ayudarme con el tratamiento de Melanie, aún no quiero contarle a mi princesa que sea una sorpresa, si William se enterara me diría que seguro robe, de donde saco, pero la vida no ha sido del todo cruel nunca pensé que mi expresión de sentimientos como le llamo Sofía que locura, lo importante es gracias a eso tengo con que pagar esa operación no sé cómo lo hice, aunque no veo no es para tanto, pero igual sorprende que trajera este tipo de satisfacciones tal vez me quede sin casi nada, pero esa niña se lo merece, mi princesa tenía miedo de decirle a su papá, es en serio es cada día es más bruto no sé cómo decirle ya, mi princesa quería ver si le alcanzaba le pregunto a Esteban cuanto tenía que ahorrar para que la curen, es tan tierna no tengo corazón para decirle s
—Qué horror con tu querido esposo, que mal educado ni un espera que te la paso, en fin dime a qué hora paso por la princesa y te dejo aún más hermosa amiga.Mariam por unos momentos quedo callada en un silencioabsoluto, lo menos que pensó era enque fuera Sofía, pero agradeció a todos los dioses habidos y por haber que fuera ella y no su pesadilla viviente, era como si su alma hubiera regresado a su cuerpo.—Hola Sofía, bueno al respecto te mando la hora por mensaje aún tengo unas cosas que arreglar por aquí, ya sabes para estar más tranquila.—Bueno está bien, estaré esperando tu mensaje, vestidos amiga. —Mariam dio un suspiro ante la mirada profunda deWilliam quien no la había dejado de observar ni un instante mientras hablaba por teléfono.
Mariam imaginaba que en algún momento pondría en práctica el matrimonio perfecto, es obra de teatro de la cual él era el guionista, director y productor y ella solo una más del reparto, pero tan bien lo estaba llevando demasiado lejos tratándose de Esteban.—Muchas gracias Esteban por tus halagos, tú también te ves muy bien esta noche, ahora si me permites—Tomo del brazo a William y avanzo hacia la puerta de ingreso, al entrar es un lugar muy muy elegante un salón muy iluminado lleno de gente de las más altas esferas de la ciudad más bien del país, tantas mujeres y hombres vestidos con sus mejores trajes y las joyas más caras que se puedan imaginar obviamente era gente que ella no estaba acostumbrada a tratar, pero no podía dejar mal parado a su querido esposo, ya que se lo restregaría en la cara por mucho, mucho tiempo. 
Mariam por un instante olvido todo, olvido las humillaciones, su trato tan frío y recordó el viejo William del cual ella se había enamorado, pero solo la emperno la duda unos segundos y se soltó de ese beso que sin quererlo ella, la había llevado al cielo, pero la regresaba al infierno se tocó los labios, ya que fue consciente de lo errado que estaba ese beso.— ¿Qué te pasa porque lo hiciste? —Era su corazón gritando que no lo detuviera, era su cuerpo gritando que lo necesitaba, pero su mente hizo que recordara todo lo que paso para estar así.—Soy un imbécil, un masoquista eso es lo que me pasa, no sé cómo fui tan idiota en caer contigo—Sin dejar de dar vueltas en la habitación siendo consciente al momento en que ella se alejó de él, de que en verdad está mal, cualquier acercamiento a
Narra MariamMariamHan pasado varios días desde la cena de caridad, no sé cómo he podido verlo a la cara después de lo que dije, me tuve que esconder como media hora en ese closet, tengo que admitirlo tenía una combinación de miedo y nervios, me quería matar con la mirada, no era en serio de que soñé con algo distinto si precisamente esa noche soñé con él, pero como se lo iba a decir para que, para que riera en mi cara de lo estúpida que soy, esa noche tuve que tomar una ducha fría con los malditos sueños que se me cruzaron de algo que jamás será, porque jamás podre amanecer abrazada a su pecho y sintiendo su aroma, si le digo eso seré su burla y se ensañara más conmigo, últimamente ando diciendo lo que mi mente me ordena. Jamás he sido así, pero dice mi p
Dejo las bolsas en su antigua habitación, luego de darse un baño fue a recoger a la pequeña ala escuela caminaron de la mano conversando hasta de las aves que se cruzaban en el camino, cuando regresaron estuvo unas horas haciendo las tareas con Diana y jugando un rato luego bajaron las escaleras le preparo la cena a la princesa William llego la quedó mirando saludo a Diana no dijo nada y se fue a la ducha al bajar ya no encontró a nadie solo una nota de Mariam que iría a dejar a Diana donde su padrinos porque hoy era la despedida de Sofía a la cual ambos estaban invitados.Cuando Mariam fue a dejar a Diana la recibió Florencia la pequeña princesa la saludo y corrió a ver a sus primos, Florencia le pido a Mariam que no ser fuera que quería hablar con ella unos minutos nada más mientras los niños jugaban—Mira Florencia que si es para
NARRA MARIAMMARIAMNo puedo creer lo que está pasando, me está besando o yo lo estoy besando, lo estoy permitiendo y lo estoy haciendo, Dios que calor hace y el taxista que se está ganando con este espectáculo, y él sigue besando mi cuello y yo revuelvo su cabello, estamos como decirlo desesperados si eso mismo, creo que estoy es lo que le llaman estar excitados, embriagados no solo por el alcohol, sino por los deseos llegamos a casa me toma de la mano y corremos como un par de adolescentes como puede abre la puerta es que luego de tantas copas es algo difícil pero igual abre la puerta William comienza a besarme y nos dirigimos a la habitación en medio de mi ebriedad y sin pensar demasiado lo lanzo contra la cama y el me mira como un depredador a punto de comerse un corderito ninguna de los dos pronuncia palabra alguna y comienzo a bailar sensua
Sin darse cuenta Mariam había dormido hasta el día siguiente cuando amaneció se dio cuenta de que había amanecido y estaba durmiendo con William y Diana al medio, se despertó y bajo de la cama y automáticamente sintió otro mareo.—Recién me levanto y ya quiero correr mi cuerpo lo resiente, iré despacio a darme una ducha no puedo creerlo tantas horas he dormido y aún tengo sueño, creo que debo comer más frutas.Se levantó se dio un baño, aunque aún se sentía adormecida ni el baño la calmo, bajo preparo el desayuno, despertó a Diana la preparo para el colegio cuando salió del cuarto con Diana William ya se había ido, bueno no le sorprende en esas últimas semanas hacia lo mismo al parecer también la estaba evitandoHACE DOS SEMANAS
—Doctor, pero es tan difícil pensar en uno y no en los demás, es tan difícil dejar de sufrir—Estas tan acostumbradaen dar sin importar lo que recibes, estás tan adaptada a servir que no te das cuentas o no sabes diferenciar entre tu felicidad personal y la que da hacer las cosas por amor, ese sentimiento es hermoso ya sea de parejas, de amigos o padres, pero para dar un amor sano tienes que pensar en ti, en lo que importas en esa decisión, debes poner en una balanza las cosas buenas y malas y darte cuenta de que es lo que de verdad MARIAM merece.—Pero mis decisiones pueden hacer sufrir a otras personas, mi niña hermosa puede ser infeliz, yo deseo que ella será inmensamente feliz. Pero yo no lo soy, sé que no lo soy —Mientras no dejaba de tomar fuerte entre sus brazos la revista cuyo artículo se había colado en su mente repitien