—Parece que fue todo muy divertido — Le dijo Layla a su doctor favorito.
—Excepto pequeños detalles, pero si no me puedo quejar hace mucho tiempo que no celebraba mi cumpleaños, él anterior a este estaba si recuerdo bien sometiéndome a una operación muy delicada— Recordando es época en su vida, donde se encontraba solo, sin la mujer que amaba, sintiendo por momentos culpa o arrepentimiento de haberla dejado, pero hoy podía decir que sin darse cuenta ese dolor por dejarla ir se iba hiendo.
DÍAS DESPUÉS
—Entonces ¿Estás segura? —Preguntaba a su hermana.
—No puedo seguir huyendo, por lo menos yo saldré, sé que estás recuperado, pero tengo que dar la cara. —Tenía miedo, pero no podía seguir huyendo a
—No fue el mejor, pero era nuestro padre, ¿Por qué hermana? —Ella sin lágrimas ya lo abrazaba, mientras el cajón era metido a un gran hueco dentro de la tierra, no había flores, no había otras personas lamentado la muerte de ese hombre, solo eran ellos y Esteban.—Vamos, Stevi tenemos que ir a ver a nuestra madre. —Esteban los seguía a paso lento, les sugirió ir a comer algo, ya que el menor de los hermanos ya estaba recuperado no había peligro, otro en su lugar ya les habría pedido que se vayan lejos, sin embargo, le gustaba su compañía, lo hacían sentir que no estaba solamente, sin mencionar que la presencia de aquella chiquilla loca de mejillas sonrojadas era como un pequeño rayo de luz a su vida.…—¿Cuándo cree que despertara? —Pregu
Esteban había decidido dar una vuelta mientras aclaraba sus pensamientos, no sabía en qué momento o como, pero se sentía extraño cuando veía a Layla. Pero en sí era absurdo asociarlo a algo más que apreciar lo buena hermana que era y lo fuerte que se había mostrado con todo lo de sus padres, o eso creía él, por eso le pregunto a su mejor amigo Maikel—¿Alguna vez te has fijado en alguien muchos años menor que tú? —Con la mirada retraída, como si algo no estuviera bien y quisiera adivinar que era.—Mmm, que rara pregunta viniendo de ti, sabes desde qué llegaste aquí entre tu tratamiento, tu operación, rehabilitación y luego tu plaza aquí con nosotros, ya ha pasado de eso cerca de dos años nunca me has hecho una pregunta como
—¿Cómo estás, Esteban? —Hablaba la mujer al otro lado del teléfono.—Tranquila, mi vida casi ha vuelto a la normalidad, felicidades por tu boda no te pude felicitar antes—Sentía un pensar en su alma, era la mujer que amo o aún amaba no estaba seguro de eso.—Me alegra mucho saberlo, Esteban te mereces ser feliz no olvides— Para luego despedirse, mientras él se quedaba con sus palabras rondando por su mente MERECES SER FELIZ le dijo, la mujer con la que muchas veces había soñado envejecer, la mujer que nunca fue suya porque su corazón le pertenecía a otro hombre.Solo suspiro profundo y continuo con su día, tenía que regresar temprano a casa es que prometió que acompañaría a Layla a comprar ropa para poder trabajar en el hospital, le había conseguido emple
UNA SEMANA DESPUES—Dije que tendría paciencia, dije que bueno me tendrá que decir tú, pero no lo haces, en la cena trate que soltaras la lengua, pero nada por mas tragos que te hice tomar tu nada.Esteban ponía los ojos en blanco, había dejado de tomar hacía mucho tiempo y gracias a la insistencia de su querido amigo y sin darse cuenta había tomado más de la cuenta, a la justa llego a su casa y eso que ni recuerda nada hasta la mañana siguiente.—Deja de molestarme, no se a que viene tantas preguntas, ahora me voy—Eso estaba a punto de hacer hasta que la voz de Maikel lo detuvo quien miraba su reloj cuando le dijo.—No tendrá algo que ver con la muchachita que trabaja en el ala geriátrica. Aunque lo dudo puesto que esa ni&
—Lo siento mucho la verdad, no me di cuenta a la hora que cruce la pista, pero retrocedí a tiempo y termine golpeándome creo que soy muy torpe que ni se aterrizar al caer — Tratando de sonreír, pero no podía hacerlo realmente, después de todo le dolía como los mil demonios.—Deberías tener más cuidado—Mientras curaba sus heridas y le ponía gasas, se sentía nervioso, no le gustaba el hecho de haberla besado estando ebrio, no era de hombres hacer esas cosas, lo mejor que debía hacer es pedir disculpas, aunque ella lo trataba de la misma forma tal vez era producto de su imaginación o el alcohol jugo con su mente aquel día.—Ya estoy mejor gracias—Jugando con su cabello de manera tonta, pero lo hacía inconscientemente.—Layla, disculpa lo que paso ese día que beb&iac
No sabía con qué clase de oficiales de la ley estaba que se valían de chantaje para lograr su cometido.—Voy a poner en riesgo mi vida y la de mi hermano, si ese hombre se entera de lo que voy a hacer, acabara conmigo sin dudarlo, ¡¿Cómo piensan protegernos?! Son demasiado tontos si piensan que podrán evitar que se entere si tienen ese tonto plan en mente—Estaba furiosa, no quería tener nada que ver con ellos, pero la estaban forzando o eso pretendían, no podía negarse, puesto que pondría en riesgo la licencia de Esteban y él no se lo merecía.—Suena un plan tonto como tú le dices, pero todo estaría cronometrado, no estarás solo tenemos un infiltrado que nos da los datos, también estarás con aparatos de última generación de rastreo, pero esto no tiene que salir de estas cua
Cuando Esteban salió del lugar, no pudo evitar patear las llantas de un auto provocando que las alarmas de auto se encendieran haciéndolo rabiar más.—Colmate que todos nos están viendo—Trato inútilmente de hacer que su amigo se detuviera.—Es que ella y ese imbécil, ¿La viste? —Estaba desesperando jalándose los cabellos dando vueltas una y otra vez.—Si la vi, pero es una mujer soltera que puede meterse con quien quiera, no puedes hacer nada, tú eres un tío para ella y lo sabes ya quítatela de la cabeza de una vez“Tú eres un tío para ella” Esas eran palabras que se repetían en su mente una y otra vez, debía alejarse de ella, no entendía por qué no le dijo que estaba con alguien, porque si ella se lo hubiera dicho de a po
Layla estaba nerviosa, se supone que ya había pasado mes y medio desde que empezó ese arriesgado plan de tenderle una trampa a un hombre como la cabeza de los franco, estaba vestida de manera seductora, con una bata de satín y un negligé dentro de color rojo ambos, se supone que debía distraerlo durante cinco minutos.—Que hago vestida como una mujer de la vida alegre, ¡Dios mío! Esta es una locura, se supone que lo espere echada en la cama o con la luz apagada, me sudan las manos, esto es demasiado, ese hombre es capaz de aprovechare de mí en esos cinco minutos, vamos Layla tú puedes, es lo mejor para acabar con todo esto así todos estarán libres, Stevenson, Esteban y tú, lejos de él, pero así estarán mejor todos.Escucho la perrilla moverse y sabía que era él, cuando lo vio entrar no podía negar que se ve&iacut